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Hay microplásticos hasta en los animales de las aguas más profundas del océano

Un equipo de científicos encontró plásticos en las entrañas de los anfípodos en el abismo Challenger Deep, a unos 10,890 metros por debajo de la superficie del mar.
Las tres especies de anfípodos recolectados en seis fosas oceánicas​ del Pacífico, (a) Hirondellea gigas, (b) Hirondellea dubia, y (c) Eurythenes gryllus. Imagen: Jamieson et al/Royal Society.​
Las tres especies de anfípodos recolectados en seis fosas oceánicas del Pacífico, (a) Hirondellea gigas, (b) Hirondellea dubia, y (c) Eurythenes gryllus. Imagen: Jamieson et al/Royal Society.

Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos.

Los organismos marinos que habitan en las zonas más profundas del océano ya también están contaminados por plásticos, según un estudio publicado este miércoles.

Un grupo de investigadores presentó "el registro de ingestión de microplásticos en las zonas oceánicas más profundas, el cual indica que es muy probable que no quede ni un ecosistema marino que no esté afectado por la contaminación plástica", según el documento publicado en Royal Society Open Science.

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Dirigido por Alan Jamieson, ecologista marino de la Universidad de Newcastle, el equipo examinó las entrañas de pequeños organismos llamados anfípodos lysianassid, conocidos coloquialmente como "pulgas marinas", recolectados en seis hábitats del océano profundo.

Aunque la locación de las fosas oceánicas donde se hizo la recolección fue tan variada que va desde Japón hasta aguas chilenas, todas se encontraban dentro de la "zona hadal", lo que significa que estaban a al menos 6,000 metros de profundidad. En el estudio incluso hubo anfípodos recolectados en el abismo Challenger Deep en la fosa de las islas Marianas, que es el punto más profundo conocido hasta ahora en el lecho marino, a 10,890 metros por debajo de la superficie del océano.

A pesar de provenir de estos hábitats remotos, el equipo de Jamieson encontró fibras plásticas y sintéticas como nylon, polietileno y alcohol polivinílico en las entrañas de la mayoría de los anfípodos que examinaron. "De los 90 anfípodos examinados, 65 individuos (el 72 por ciento aproximadamente) contenían al menos una microfibra o fragmento", concluyó el equipo.

Los investigadores llamaron a los hábitats hadales "el vertedero final" de cualquier contaminante que se derive de los niveles más superficiales del océano. Debido a que los organismos que viven en regiones desprovistas y aisladas suelen evolucionar para capitalizar las partículas de alimento y carroña, pueden ser más propensos a ingerir rápidamente los plásticos que llegan al fondo marino.

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Los anfípodos de cada ubicación enfrentan diferentes probabilidades de ingestión de plástico. Por ejemplo, todos los organismos de la fosa de las Marianas tenían microplásticos en sus entrañas, mientras que solo la mitad de los anfípodos encontrados en la fosa de las Nuevas Hébridas estaban contaminados. El equipo aún no está seguro de qué causa este rango de variación entre varias de las ubicaciones, pero las tasas de consumo más altas parecen estar relacionadas con los hábitats más profundos.

Sin embargo, lo que queda claro es que la contaminación plástica de las profundidades del océano no es solo un problema para los organismos que viven ahí. Los anfípodos son el alimento de muchos peces, crustáceos e incluso aves en la superficie oceánica, y algunos de sus depredadores son consumidos por nosotros, los humanos. Los microplásticos consumidos por las especies que son pequeñas presas pueden tener implicaciones graves para toda la red alimentaria marina.

"Una vez que los microplásticos entran en la cadena alimenticia de la fauna hadal, existe una enorme posibilidad de que queden atrapados en un ciclo perpetuo de transferencia trófica", advirtió el equipo.

Si bien los informes de animales muertos que llegan a las costas con sus estómagos llenos de plástico se han vuelto tristemente comunes, el nuevo estudio revela que los cadáveres varados son solo la punta del iceberg cuando se trata de la contaminación por plástico en nuestros océanos.