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Cinco preguntas al hombre que llevaba medio kilo de cocaína debajo del peluquín

A la policía le llamó la atención el gran tamaño de su postizo, que llevaba cubierto con un sombrero.
cocaina debajo del peluquin
Todas las imágenes cortesía del Cuerpo Nacional de Policía

Han detenido a un hombre en el Aeropuerto de Barcelona que tenía escondido debajo de su peluquín medio kilo de cocaína. Ha sucedido. Es real.

Fue detenido tras la llegada de su vuelo, procedente de Bogotá, un destino considerado “caliente” por ser un importante punto de distribución de drogas. A la policía le llamó la atención el gran tamaño de su postizo, que llevaba cubierto con un sombrero, por ello le interceptaron para cachearle.

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cocaina debajo del peluquin

“Es la primera vez que nos encontramos a un mulero que escondía la droga bajo un bisoñé”, nos cuentan desde el departamento de prensa de la Policía Nacional de Cataluña. “Habíamos encontrado a personas que se la habían escondido debajo de prótesis mamarias, o de escayolas, pero nunca antes algo así”. La pericia policial y el nerviosismo del hombre lo delataron. Bien, vayamos con las obligadas preguntas:

¿Quién tuvo la genial idea?

Tengo claro que la idea no fue suya porque cuando uno lo ve en las fotos, no parece un genio del narcotráfico. Más bien parece un señor normal y corriente, con pinta de buena persona. Me hace pensar en mi padre. Alguien que no se planteaba nunca meterse en una situación así y a quien convencieron diciéndole que nadie miraría dentro de un peluquín, que a nadie nunca antes se le habría ocurrido levantar un postizo de pelo para mirar si llevaba medio kilo de coca ahí. Cuando vio el fajo de dinero seguramente se acabó de convencer de que ese plan descabellado en el fondo "no es tan mala idea", apuntándose así a la peor aventura de su vida.

Lo que nos lleva a la siguiente pregunta:

¿De verdad alguien creía que iba a funcionar?

Solo hace falta ver la foto para tener claro que eso cantaba como un almeja. O bien se trata de los traficantes más ilusos del mundo, o bien desde el primer momento ya sabían que sería el cabeza de turco ideal para iniciar una maniobra de distracción y pasar de extranjis unos cuantos kilos de cocaína más. ¡Quién sabe!

Y bueno, el pobre hombre quizás pensaba que si Puigdemont va con esa pelambrera, la suya pasaría desapercibida.

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¿Por qué lleva un chaleco de lana?

En la foto se puede apreciar que, además de un peluquín con un fardo de medio kilo de cocaína debajo, el señor viste un chaleco de lo que parece ser lana (o un tejido similar) de color azul.

Bien, es verano. Concretamente, el mes de julio. Ahora mismo, en Barcelona, vayas donde vayas hace calor. Mucho calor. Quizás, solo quizás, llevar un chaleco de lana en pleno verano tampoco era la mejor forma de pasar desapercibido, ¡y además llevando una camisa de manga larga!

Viste con naturalidad, actúa con naturalidad, muévete con naturalidad, mézclate con el ambiente… No trafico con droga, pero creo que esto es algo básico en todo este asunto, ¿no? De verdad, es que hace mucho calor. Y siguiendo esta línea…

cocaina debajo del peluquin

¿Qué le pasa a ese peluquín?

Debe de ser un momento difícil para una persona que se está quedando calva ir a comprar el que será su peluquín, y más si lo quieres para esconder cocaína dentro, pero lo que se ve en la foto es algo bastante raro. “La forma de su cráneo no era la de un cráneo al uso”, nos dicen desde prensa de la Policía Nacional. Una aclaración que no hace sino generar más dudas sobre esta peculiar operación y la peculiar forma craneal del señor, que en las fotos no conseguimos apreciar.

Por otro lado, ¿nadie se fijó en que la tonalidad del peluquín es bastante más clara que el resto del pelo del señor? ¿Nadie intentó que la peluca diese un poco el pego? ¿Nadie pensó que cuanto más extraña fuese la combinación, más gente miraría esa misteriosa protuberancia peluda sobre su cabeza? Y una última cosa: ¿en la segunda foto no parece que se ha rapado la cabeza solo para poder ponerse el bisoñé? Da la sensación de que le está creciendo el pelo después de una buena rapada.

¿Habría estado de más sonreír en la foto?

Vale, sí, te acaban de pillar, te puede caer un puro, posiblemente estás en el peor momento de toda tu vida y sería un gesto frívolo, como también puede ser un gesto frívolo esta pregunta. Pero en el fondo, no deja de ser una foto inaudita. Este señor pasará (involuntariamente, pero lo hará) a la historia del narcotráfico; es, hablando en términos objetivos, un emprendedor, alguien que ha hecho de la necesidad una virtud y ha sentado precedente aprovechando su alopecia para traficar. Aprovechar tus defectos y convertirlos en oportunidades es algo que se enseña en todas las escuelas de marketing. Las fotografías del señor con la bolsa de coca en la cabeza generan una una ternura que, si no fuese por esta ecléctica imagen, seguramente no produciría, y eso hay que aprovecharlo.

Sigue a Alba en @albacarreres.

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