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Operación Triunfo

Dulceida, Amaia y la revolución de las redes sociales en OT

La influencer Dulceida —nuestra Kim Kardashian española pero sin Kanye West, sin el culazo y sin los 1.000 dólares que gana cada cuatro minutos— estuvo en la Academia de Operación Triunfo.
Captura de pantalla de RTVE

Después de la visita de artistas como El Kanka, Andrés Suárez o Funambulista el programa nos ha sorprendido a todos con la presencia de la instagramer y youtuber Aida Domenech, más conocida como Dulceida. La que fue princesa de Fotolog y que ahora es la reina de redes ha entrado haciendo honor a su título logrando que medio Twitter estuviera hablando de ella durante 45 minutos. Bien o mal, daba igual, porque como decía Oscar Wilde: “lo único peor a que hablen mal de ti es que no hablen de ti”. Y eso Dulceida lo sabe.

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Entró en la sala del sofá con dos grandes bolsas de sudaderas de su marca para repartir entre los concursantes. La joven Aitana, emocionada, hacía grandes aspavientos con las manos como toda buena fan mientras que Amaia observaba sonriente la situación pensando, probablemente, que aquella cantante no le sonaba de nada. “Redes sociales”, Dulceida marcó el tema del discurso y Amaia se escondió bajo la sudadera que le acababa de regalar. “Tenéis que subir, por lo menos, dos fotos por semana a Instragram” dijo la influencer a los chicos y señalando a Amaia, la concursante con menos contenido subido a la red social (un total de 3 vídeos y una foto que seguro subió en sus inicios OT la community manager del programa).

Cada uno de los concursantes de OT tiene móvil (sin acceso a internet) y una cuenta oficial de Instagram a la que van añadiendo fotos y vídeos. La encargada de subir el contenido es Belena Gaynor, la community manager del programa. La interacción con el público y sus fans es, por tanto, nula. Ellos no saben ni cuántos seguidores tienen ni reciben ningún tipo de feedback, lo que hace muy difícil que la red social funcione como debería.

Si los triunfitos no ven los likes, su autoestima no aumenta, no suben una nueva foto para recibir más likes ni tampoco continúa el círculo vicioso de Instagram. El impacto, para bien o para mal, será mucho más grande cuando salgan de la burbuja de la Academia y Aida Domenech quiso advertir a los concursantes de los peligros que les esperan ahí fuera.

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Dulceida contó a los chicos cómo hizo de su vida un negocio que ni siquiera existía en 2009. Ahora, con más de 2 millones de seguidores en Instagram y casi millón y medio de suscriptores en YouTube, es dueña de una empresa compuesta por un festival de moda y música, una agencia de representación de influencers y una marca de ropa. Y todo sin haber terminado la ESO, lo que provoca hordas de fans y haters a partes iguales. Si André Bretón llamaba despectivamente a Dalí “Avida Dollars” por firmar papeles en blanco para ganar dinero burlándose así de los principios del surrealismo, el público de OT se pone creativo con los memes despreciando a la influencer por ir a contar su vida a un reality de televisión. “El surrealismo soy yo” decía Dalí. “El reality en vida soy yo” parece que declaraba en silencio Domenech.

Los Javis se unieron al encuentro para defender a capa y espada a su amiga y el imperio que ha construido sola. “Lo que es brutal de ella, y por lo que la admiro, es que no ha pedido a nadie que le de la oportunidad… ella la inventó” dice Ambrossi. “Mueve a millones de personas por que a la gente le gusta cómo es ella” recalca Calvo. Dulceida fue una de las primeras influencers en hablar abiertamente sobre su orientación sexual y su relación con una chica. Algo que también hacen los alumnos de la Academia que no se cortan con las conversaciones sobre transexualidad, las relaciones abiertas o del vello púbico. La naturalidad prima y es lo que el público busca. Se siente identificados y los admiran, aspiran a ser como ellos.

Últimos consejos y últimas frases. Dulceida no se arranca por bulerías. La charla ha llegado a su final y llega el momento de las fotos. Amaia es la única que no se pone la sudadera con el eslogan “MUCHO AMOR” en la pechera. “Tú no sabías quién era yo” le señala Dulceida a Amaia “sí, claro que sí” contesta Amaia de España. Nunca sabremos si es verdad, pero lo que sí sabemos es que Dulceida sí conocía a Amaia y que en Instagram Dulceida tiene 6.780 publicaciones 2.1m de seguidores y Amaia tiene apenas 4 publicaciones y 142k seguidores.