'La Momia' es pésima (y eso es lo que la hace increíble para mí)

No, La Momia no es una buena película. Soy consciente de eso y estoy de acuerdo con los críticos en que es mala y se va volviendo más mala a medida que va avanzando. Pero, aun así, me gusta —o, por lo menos, disfruté apagar mi cerebro viéndola— y seguramente la voy a volver a ver cuando me dé demasiada pereza coger el control para cambiar de canal. Amo las malas películas y, en especial, amo las franquicias cinematográficas malas. Y La Momia es más que una mala película: es una obra maestra cagándose en sí misma.

Dirigida por Alex Kurtzman, esta nueva versión de la franquicia incluye a Tom Cruise como Nick Morton, un ladrón de antigüedades que no es ni "anti" ni "héroe", y Sofia Boutella como Ahmanet, una princesa egipcia que se vuelve momia luego de ser enterrada viva. La película transcurre por medio de flashbacks y voces en off (una daga mítica, parricidio, convocatoria de dioses y cosas de ese estilo) antes de llegar a Nick y su mejor y terco amigo Chris (Jake Johnson), quienes buscan cosas para robar en Irak. También está Jenny (Annabelle Wallis), el interés amoroso olvidado y sin desarrollo, cuyo nombre es solo memorable por cómo Cruise lo grita en un punto de la película. Jenny existe simultáneamente para burlarse de las habilidades de Nick en la cama y para reafirmar que hay un "hombre bueno" dentro de él.

Para resumir la historia: terminan soltando a la aprisionada Ahmanet, a Nick lo embrujan y eventualmente tiene que pelear contra ella, él mismo, los muertos, la gravedad y un guion realmente malo. Es una de esas películas que sorprenden por lo bajo que llegan, dando la impresión de que no debería existir y, aun así, está ahí, y se supone que debemos creerle. Y, perdón, pero yo sí lo hice.

Hay algunas escenas con flashbacks medio interesantes impulsadas por la actuación de Boutella (desafortunadamente, no es que haga mucho más aparte de "verse sexy en vendas"), y las payasadas usuales de Tom Cruise, como exagerar las escenas de avión que lo muestran bailando casi que sin gravedad. Pero la relación entre Nick y Jenny es tan incómoda que solo realza cómo Nick tiene más química —y escenas sexuales cargadas— con Ahmanet (aunque, para ser justo, la secuencia de tomas donde las momias se chupan la vida de las personas también tiene más química que Nick y Jenny).

Por el hecho de que La Momia no quiere ser buena en un género, falla tratando de ser "todos" ellos, dejando como resultado una bolsa llena de interrogantes sin resolver. El elenco se tropieza con el guion, sin saber qué emociones deben mostrar y cayendo en la desesperación cómica. Son líneas macizas y cómicas tan planas que parece que uno estuviera viendo una "sitcom" sin el efecto de la risa detrás. La cantidad de veces que los personajes pronuncian la palabra "monstruo" con un tono serio parece más digno de un juego para tomar.

La mayoría de la acción es graciosa y las escenas en las que varios personajes pelean contra momias es frecuente pero desprovista de cualquier tipo de suspenso: se rompen algunos huesos, unas pocas escenas de conversaciones sin importancia y luego vuelven a lo mismo. Está la destrucción casual de Londres por medio de una tormenta de arena, en la que los espectadores están tranquilos viéndolo por unos segundos, antes de darse cuenta que deberían irse a toda mierda. Pero nunca sentimos que los personajes están en real peligro, e incluso si lo estuvieran, no hay ningún indicador de que no debería importar.

La pregunta de si nos debe o no importar es un factor sin intención de la película, uno que hace chistoso ver el progreso que arranca con un comienzo tonto y que termina con un final clichesudo. La Momia, de alguna manera, es segura e insegura de sí misma. Verán: es el lanzamiento oficial para el "Dark Universe" de Universal, una nueva franquicia cinematográfica en la vena del Universo de Marvel pero basada en monstruos famosos como Creature from the Black Lagoon (2019) y El jorobado de Notre Dame. El error más grande de La Momia es ser parte de ese "Dark Universe" (no presagia nada bueno para las películas futuras, las cuales, lamento decirlo, también voy a ver).

Todo eso se refuerza cuando la película frena súbitamente apenas Russell Crowe aparece y se presenta como el Dr. Jekyll, lo cual fue recibido con gritos y abucheos de la gente que la estaba viendo junto a mí. Ahí fue cuando La Momia perdió todo, incluso a mí, alguien que aprecia las malas películas: el filme termina encadenado por la construcción del universo y el peso del torpe comienzo de lo que aparentaba ser una serie de mega-hits. Pero ver cómo comienza este universo con un esfuerzo confuso e insignificante es algo demasiado chistoso y tonto. Es como su Universal hubiera cogido una película al azar de Estados Unidos y hubiera dicho, "Sí, esa debe ser la primera película de mi inmensa franquicia". ¡Es una pésima idea! ¡Me encanta!

Una película editada para televisión es la mejor manera de describir a La Momia. Y, bueno, ese es mi tipo de películas favorito. No está hecha para críticos o fanáticos, sino para los desparchados. La Momia es una película perfecta para que suene de fondo mientras juegas algo en tu iPhone, pasando canales durante los comerciales, o para dejarla sonando mientras estás con tus amigos para ver cuánto duran antes de mamarse y pedirte que apagues el televisor. Así que puedes verla secretamente en tu casa solo, odiando con amor cada momento sin sentido de la película.