Padre termina en prisión por darle 17 shots de vodka a su hija menor de edad

Charles Younger pasó el Día del Padre en prisión.

A principios de mes, Younger se declaró culpable de haber puesto en peligro a su hija y corromper la moral de una menor después de admitir que le dio 17 shots de vodka a la niña de 13 años "por su cumpleaños" durante una fiesta en Allentown, Pennsylvania en enero.

De acuerdo a Allentown Morning Call, el lunes pasado Younger fue sentenciado a pasar de dos a cuatro años en la prisión estatal por su comportamiento imprudente, que va mucho más allá de ofrecer alcohol a su hija.

Antes de que el martillo sonara el lunes, la corte escuchó que Younger no solo mandó a su hija a la tienda de licores junto con su madre para comprar el vodka, sino que huyó cuando un amigo llamó a una ambulancia luego de que la niña vomitó y quedó inconsciente. "Sí, corrí, pero regresé", le dijo al juez, explicando que "entró en pánico" y que sus hijos "lo son todo para él".

La hija de Younger, cuyo nivel de alcohol en sangre era de .32 por ciento —cuatro veces el límite legal para manejar en Pennsylvania— fue llevada al hospital en ambulancia, pero que tuvo que ser trasladada en helicóptero a un segundo hospital para recibir un mejor tratamiento.

Si bien este incidente es bastante perturbador, la víctima aquí no es la niña más joven en recibir alcohol por parte de sus padres. Una pareja de Wisconsin llegó a los encabezados de los medios hace unos años, cuando accidentalmente le dieron una botella de fórmula con dos shots de vodka a su hija de seis meses, llevando el nivel de alcohol en sangre de la bebé hasta el 0.294 por ciento.

Sin embargo, en ese caso, los padres no fueron acusados con cargos criminales, porque se encontró que la administración del vodka había sido completamente accidental y no deliberada o alentada como en el caso de Charles Younger.

Ésta no es la primera vez que Younger se enfrenta a la justicia, ya que sus antecedentes penales incluyen condenas por robo a mano armada y asalto agravado. Michelle Edwards —madre de la chica, quien tampoco se encontraba en casa cuando llegaron los paramédicos— fue sentenciada de cuatro y medio o 23 meses en la prisión del condado.

"Mi estupidez provocó que mis hijos se quedaran sin sus padres", declaró Younger ante la corte.