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Por qué el FBI usó poderes anti espionaje para proteger las semillas de maíz

El FBI invocó a los poderes anti espionaje de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (Foreign Intelligence Surveillance Act) para reunir evidencia contra un par de hermanos chinos que fueron acusados robar semillas patentadas de...
Photo via Flickr user calliope

Las cosechas genéticamente modificadas no son extrañas a la controversia: gigantes de la modificación genética como Monsanto y DuPont aparecen constantemente en las noticias por demandar campesinos por infringir patentes, por quebrantar acuerdos votados que buscan etiquetar forzosamente productos genéticamente modificados y por su cosecha potencialmente dañino para las abejas y los humanos. A pesar de los problemas que rodean a los cultivos modificados genéticamente —y la desconfianza pública generalizada a los alimentos modificados—, se alega a menudo que el gobierno de Estados Unidos y los gigantes de las modificaciones genéticas tienen una relación demasiado cercana, con la legislación aceptando iniciativas pro-modificación-genética. Un reciente caso del Oeste Medio demuestra el interés continuo del gobierno de proteger la tecnología de semillas modificadas genéticamente. El FBI invocó a los poderes anti espionaje de la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera (Foreign Intelligence Surveillance Act) para reunir evidencia contra un par de hermanos chinos que fueron acusados robar semillas patentadas de plantaciones de maíz en Iowa.

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De acuerdo con un artículo reciente de Des Moines, el FBI ha comenzado una investigación criminal contra el hermano y la hermana Mo Hailong y Mo Yun. La agencia dice que los ciudadanos chinos intentaron robar secretos comerciales en forma de semillas de maíz modificadas genéticamente manufacturadas por Monsanto, DuPont Pioneer y AgReliant. Los investigadores alegan que los hermanos trabajaban para DBN Group, una compañía de tecnología con base en Beijing cuyo subsidiario, Kings Nower Seed, desarrolla cosechas genéticamente modificadas. En 2011, un gerente campesino de DuPont Pioneer dice haber encontrado a Hailong cavando en uno de los campos de prueba de la compañía en Iowa; más tarde, el FBI comenzó una investigación contra los hermanos, creyendo que planeaban contrabandear ilegalmente las semillas de maíz a China para que fueran analizadas y posiblemente reproducidas por DBN Group.

Mientras que los abogados que defienden a los hermanos dicen que el caso no es más que una justa disputa rutinaria de secretos de marcado, el FBI ha tratado de demostrar robo como un asunto de seguridad nacional.

Lo que es inusual en este caso es la forma en que los acusadores han reunido la evidencia contra los Mo. Mientras que los abogados que defienden a los hermanos dicen que el caso no es más que una justa disputa rutinaria de secretos de marcado, el FBI ha tratado de demostrar robo como un asunto de seguridad nacional, echando mano de las leyes FISA para evitar ordenes tradicionales de cateo e inspeccionar los vehículos y las líneas telefónicas de los Mo. De acuerdo con los registros de la corte a los que hace referencia el artículo de Des Moines, los acusadores han amasado más de 500,000 documentos, 50 horas de cintas de audio y dos años de metraje de cámaras de seguridad como evidencia para ser usada en contra del par, cuyo juicio se llevará a cabo en otoño.

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Este caso involucra una expansión impresionante y sin precedentes del uso gubernamental de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera", dice el informe.

No obstante, el abogado de defensa de Hailong, Mark Weinhardt, está intentado abolir el uso de tal evidencia en tanto en cuanto que esta colección viola los derechos de su cliente otorgados por la Cuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Me señaló un informe de 67 páginas que entregó al Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en el distrito sur de Iowa. El informe argumenta que el gobierno no ha probado de manera adecuada que las semillas puedan ser consideradas secretos comerciales y que su uso en las tácticas de FISA constituyen una peligrosa amenaza a las libertades civiles.

«Este caso involucra una expansión impresionante y sin precedentes del uso gubernamental de la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera», dice el informe. «Por primera vez en la historia de la Ley (hasta donde revela nuestra investigación), el gobierno ha echado mano de FISA para investigar disputas de secretos comerciales entre dos compañías privadas». (En la rueda de prensa, la rama local del FBI no respondió las preguntas sobre el caso.)

FISA fue por primera vez aprobada en el Congreso en 1978 para establecer las reglas para la vigilancia gubernamental que pretende espiar escándalos como el de Watergate. Por lo general, es usada para reunir evidencia contra grupos o individuos acusados de espionaje o terrorismo. Para usar la evidencia-punitiva-colectada-por-FISA, el supuesto criminal debe ser un «agente de un poder extranjero». En el caso de los Mo, el FBI argumentó que DBN Group tiene relaciones con el gobierno chino y por ello, Hailong podría haber estado actuando como espía. Pero Weinhardt, su abogado, dice que en informe incluye el hecho de que la compañía es propiedad privada y que Hailong es un hombre de negocios, no un agente secreto.

Según Weinhardt, el caso es otro ejemplo de felices compañías de cuello blanco que producen semillas y que intentan proteger sus ganancias anuales.

«Los presuntos "culpables" en este caso son tres grandes productores de semilla se maíz en los Estados Unidos», dice el informe. «El negocio de la semilla de maíz en Estados Unidos es extremadamente lucrativo, altamente competido y marcadamente litigioso».

«Las compañías de semillas… regularmente alegan violaciones de los derechos de propiedad intelectual, a veces fundamentadas y a veces no, como una maniobra táctica para proteger o expandir su participación en el mercado», continua el informe. «Alegatos de robo de propiedad intelectual es un asunto simple y usual en la industria. El mercado en los cuales estas compañías operan es extremadamente lucrativo, y los líderes de ese mercado, incluyendo las supuestas víctimas en este caso, fieramente defienden su participación de ese mercado lucrativo y compiten vigorosamente para expandir su mercado, de manera legítima o ilegítima».

El juicio de los Mo está programado para el día 14 de septiembre. Si resultan culpables, el par podría pagar hasta diez años de prisión.