La Bundesliga sigue dando ejemplo de sensibilidad con los refugiados

El fútbol es mucho más que patear una pelota durante 90 minutos. El 'beautiful game' es un deporte seguido por millones de personas que ha demostrado estar allí en los momentos más duros: cuando se ha requerido solidaridad a los fans, estos siempre han estado dispuestos a arrimar el hombro. El FC St. Pauli –equipo sobradamente conocido por sus compromiso con la sociedad– y el Borussia Dortmund jugaron un partido benéfico y invitaron a mil refugiados para que viesen el partido.

Partido amistoso entre el St. Pauli y el Borussia Dortmund, con niños refugiados invitados. #RefugeesWelcome! pic.twitter.com/Bhmh6Yhb80
— La Tuerka (@la_tuerka) September 9, 2015

El FC St. Pauli —equipo sobradamente conocido por su inquebrantable compromiso social— y el Borussia Dortmund jugaron un partido benéfico e invitaron a mil refugiados a disfrutarlo en directo. La mayoría de equipos de la Bundesliga colaboran en la medida que pueden con los refugiados, ya sea recolectando dinero o juguetes o ayudando a los servicios sociales de sus respectivas ciudades.

#Germany Borussia Dortmund <-> St. Pauli Hamburg1000 refugees invited to watch #Soccer in stadium#RefugeesWelcome pic.twitter.com/ltqic35hxC
— Mark (@markito0171) September 9, 2015

El resultado del partido, que acabó 2-1 a favor del Dortmund, fue lo menos importante en una noche de fútbol que sirvió para demostrar que el deporte teutón sigue comprometido con los refugiados.

Alemania es el final del trayecto para muchos de los desplazados por la guerra en Siria; a pesar de que un sector minoritario del país germano muestre su disconformidad (y su estupidez) con métodos más que discutibles, los clubes de la Bundesliga vehiculan el sentimiento positivo y el talante acogedor de la inmensa mayoría de la población alemana.

At the start of tonight's game between Borussia Dortmund & FC St. Pauli, both team's player came out w/ these signs pic.twitter.com/Kedjrr1WBJ
— Elizabeth Tsurkov (@Elizrael) September 8, 2015

Pau Riera ha colaborado en la redacción de este artículo. Síguele en Twitter: @21pauriera