A mediados de octubre de 1989, Kurt estaba en Europa sosteniendo una palangana de plástico llena de vómitos. La pota pertenecía a Tad Doyle, el ex carnicero de Idaho de más de 130 kilos de peso que, en esos tiempos, había alcanzado un moderado éxito con su grupo grunge, Tad. Nirvana y Tad estaban en una gira europea conjunta de 37 conciertos en 42 días, y vérselas con los trastornos gastrointestinales de Doyle se había convertido de algún modo en una de las responsabilidades diarias de Kurt. Más adelante rebautizaría el tema “Imodium” como “Breed”, llamado así por la medicina antidiarreica de Doyle, y con ese título aparecería en Nevermind.
Bruce Pavitt y Jonathan Poneman, cofundadores de Sub Pop, se sumaron a la gira en Roma el mes siguiente. Viajaron ocho días con los grupos y Bruce hizo cientos de fotos por el camino. La gira culminó en el LameFest UK, en el Astoria (actualmente Rainbow Theatre) de Londres, y Steve Double hizo fotos para la revista inglesa Sounds. Por alguna razón inexplicable, ninguna de las fotos de esa gira han sido publicadas hasta ahora. Estamos encantados de presentarlas aquí por primera vez, junto con extractos de los diarios de gira que escribió Pavitt. Son fragmentos de un nuevo libro, Experiencing Nirvana: Grunge in Europe, 1989, que Bazillion Books pondrá a la venta el 14 de noviembre. Os animamos a que os embutáis en vuestras sudadas camisetas con la cara sonriente y los ojos en X, pongáis Bleach a toda castaña y disfrutéis.
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Lunes, 27 de noviembre Piper Club, Roma
Jon y yo llegamos a Roma para contactar con dos de los nuevos grupos de Seattle con los que estamos trabajando: Nirvana y Tad. Nuestra misión era ayudar de cualquier forma posible antes de su gran exhibición Sub Pop en Londres (LameFest UK), donde iban a actuar con sus compañeros de sello y cabezas de cartel Mudhoney. La prensa inglesa era bien conocida por impulsar carreras musicales, y esperábamos que este acontecimiento constituyera un momento decisivo para los artistas.
Nos preocupaba, muy en concreto, Kurt Cobain, el cantante de Nirvana, porque habíamos oído que se había estado sintiendo abatido y agotado y con ganas de irse a casa. Jon y yo confiábamos en que podríamos mejorar su estado de ánimo con una muestra de apoyo. Todo el mundo sabía que era crucial para los grupos llegar a Londres en buena forma, ya que el concierto de tres grupos en el LameFest UK era de lejos el más grande de toda la gira, con potencial para causar un enorme impacto en la influyente prensa británica…
Los Tad salieron al escenario e iniciaron su agresivo, triturador concierto presentando los temas de su disco de debut, God’s Balls. El bajista Kurt Danielson provocó y se lanzó al público gritando “¡Que le jodan al Papa!” mientras el batería, Steve Wied, mantenía el ritmo. Después de 40 minutos provocando a la ciudadanía de Roma, el grupo más heavy del planeta se retiró escaleras arriba para recuperarse.
A continuación le tocaba el turno a Nirvana… A las diez canciones, Kurt, frustrado con su guitarra, la aplastó por completo y trepó por una alta torre de altavoces. El público se quedó mirando, con unos cuantos espectadores borrachos gritando “¡Salta!” Fue un momento dramático, potencialmente peligroso. Yo presencié atónito el numerito desde la pista, mientras Jon y Tad lo miraban desde arriba, en el área de artistas en el segundo piso. Todo el mundo contenía la respiración, sin saber si Kurt acabaría saltando. Estábamos muertos de miedo, muy preocupados por la integridad física de Kurt.
Domingo, 3 de diciembre Teatro Astoria, Londres
“¡Hola, somos uno de los tres representantes oficiales de la escena Sub Pop de Seattle, en el estado de Washington!”, chilló Kurt Cobain al micrófono. Nirvana se lanzaron entonces con el pesado riff de su canción de apertura habitual, “School”. Dándole fuerte al rock, Kurt rompió inmediatamente una cuerda. Frustrado, se escabulló fuera del escenario para cambiarla mientras Krist y Chad se ponían a machacar una versión de los Stooges, “I Wanna Be Your Dog”. En la confusión, parte de los asistentes empezaron a subirse al escenario y zambullirse en el público.
“¡Este es nuestro último concierto de la gira, podemos hacer lo que nos salga de los huevos!”, gritó Krist.
Kurt volvió a unirse al grupo y Nirvana la emprendieron con “Scoff”, no tardando en coger la onda. La voz de Kurt era intensa y llena de sentimiento. Entonces Kurt pegó un brinco y cayó sobre sus rodillas, comenzando con las líneas de guitarra de su primer single, “Love Buzz”. El público se puso como loco y la tensión aumentó. Nirvana tenían energía y presencia.
Siete canciones después, mientras tocaban su versión de “Molly’s Lips”, Kurt vociferó su entusiasmo por su grupo indie inglés favorito. “¡Esta canción la escribió un grupo llamado Vaselines! ¡Es el mejor grupo del mundo!”
Más saltos desde el escenario… Mark Arm, de Mudhoney, estaba sin habla, mirando fijamente al grupo que estaba a punto de destronar al suyo.
Kurt le arrojó entonces su guitarra a Krist, que empleó su bajo como bate. Trazando un gran arco, Krist destruyó la guitarra, que habían comprado hacía poco. Gracias a Dios que ya iban a volver a casa.