Descubrimos los Mundiales nómadas

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Si nunca has oído hablar de los Mundiales nómadas, no sabes lo que te pierdes. Es una mezcla entre los Juegos Olímpicos, Eurovisión y las fiestas mayores de provincias. Toda esta mezcla de festivales dan como resultado una de las mejores muestras de la belleza de las culturas nómadas. El objetivo es muy simple: preservar estas características culturales que, para algunos, están en peligro de extinción.

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En 2016, los Mundiales nómadas se celebraron en la ciudad de Cholpon-Atam, Kirguistán. Atletas procedentes de 40 países participaron en el evento y compitieron en los 23 deportes protagonistas. No habrás oído hablar de muchos de ellos, pero nunca es tarde para aprender.

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Podríamos citar la Enish Er (cuesta arriba), el Cirit (jabalina montado a caballo), la Toguz korgol (diferentes tipos de juegos) o el Kok-Boru (en el que el esférico es una cabra muerta que los dos equipos de jinetes tratarán de recuperar para poder anotar puntos lanzándolo a la portería del equipo contrario). Lo sabemos, este último es de los más raros y polémicos.

La lucha es de lo más común que se puede ver en los Mundiales Nómadas.

A esto se le llama Yourtes.

El Alyh, la lucha tradicional kirghize.

Jugando al Kok-borou.