Dibujos infantiles de bicicletas se transforman en bicicletas reales

Lo primero que nos viene a la cabeza cuando vemos estas representaciones hiperrealistas de bicicletas mal dibujadas es que se trata de una puta broma, son como monumentos a la torpeza humana que directamente nos llevan a pensar: “Yo lo haría mejor”. Pero, ¿estás seguro? El diseñador Gianluca Gimini es responsable del proyecto Velocipedia, que le ha llevado a coleccionar cientos de dibujos de bicicletas creados tanto por aficionados como por artistas, para luego relacionar los resultados con un conocido concepto psicológico llamado “la ilusión de la profundidad explicativa”, o simplemente “la ilusión del conocimiento”. Un estudio de 2006 de la Universidad de Liverpool también estudió la habilidad de los sujetos para dibujar una bicicleta de memoria y descubrió que: “Cuando se consideraba de forma objetiva la idea básica del diseño de la bicicleta la gente solía hacer serios errores, como creer que la cadena va conectada tanto a la rueda delantera como a la trasera”. El estudio acaba con un poco de cachondeo, concluyendo que: “El conocimiento conceptual que la mayoría de la gente tiene de este objeto cotidiano está lejos de reflejar una teoría científica”.

El proyecto en curso de Gimini lleva este concepto a otro nivel, imaginando el aspecto que tendrían estos garabatos si se convirtieran en bicis reales. Hablamos con el diseñador sobre su estudio y sobre lo que descubrió con él acerca del arte y de la naturaleza humana.

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The Creators Project: Tengo curiosidad por saber cómo empezó el proyecto y por qué escogiste la bicicleta como tema para dibujar.

Gianluca Gimini: Simplemente sucedió. Siempre he sido un coleccionista compulsivo de cosas raras. Un día le pedí a un amigo que me dibujara una bici y me hizo tal chapuza que me quedé pensando de dónde había salido ese peculiar diseño, así que decidí probar con más gente parar ver si mi amigo era un freak o más bien una norma. Cuando descubrí que es algo completamente normal no recordar la anatomía de una bicicleta, decidí empezar a coleccionar los dibujos. Más adelante descubrí que la bicicleta es el objeto escogido para realizar un test que los psicólogos y científicos cognitivos llaman “la ilusión del conocimiento”, que demuestra cómo nuestro cerebro nos engaña para que pensemos que dominamos un tema cuando en realidad solo sabemos lo que es estrictamente necesario para sobrevivir. Creo que es una especie de mecanismo de autodefensa que nuestro cerebro utiliza porque si nos diéramos cuenta de lo poco que sabemos en realidad viviríamos en un estado de pánico constante… Bueno, al menos eso es lo que leí.

¿Cuáles son los errores más comunes que hace la gente al dibujar estas bicis?

Lo que pasa normalmente es que la gente que flipa con las bicicletas, o que simplemente son buenos observadores, tienden a empezar dibujando el marco y representan el pequeño porcentaje de gente que hace un dibujo perfecto, mientras que la gran mayoría empieza por la parte que cree conocer mejor: las ruedas. Después de las ruedas creo que mucha gente empieza a preocuparse por el marco, aunque otros prefieren “posponer el problema”. Vi cómo mucha gente dibujaba el resto de piezas con la esperanza de que tras situar el manillar, el sillín y los pedales sabría qué hacer con el marco, aquí es donde la mayoría entra en una especie de modo de pánico y se olvida por completo de toda lógica. Algunos amigos muy listos que tengo acabaron conectando la cadena a la rueda delantera además de la trasera y otros, y esto fue algo muy frecuente, conectaron el marco directamente a la rueda delantera, con lo que la bicicleta nunca habría podido llegar a funcionar. Otro error, que parece ser más frecuente en las mujeres, es conectar las ruedas al marco a partir del neumático en lugar del buje, como en el caso de los diseños de Annarita y Fiorenza.

¿Qué has aprendido sobre la memoria y la psicología con el proyecto?

Este experimento me ha enseñado lo que seguramente habría podido leer en un libro, aunque si hubiera leído sobre la ilusión del conocimiento desde un principio, seguramente nunca habría considerado llevar a cabo un proyecto como este. Ahora siempre intento hacer que los participantes se sientan cómodos. La mayoría de la gente a la que le pedí un dibujo mostró cierta vergüenza. Muy pocos se negaron a hacerlo, pero antes de empezar la gran mayoría afirmó que no sabía dibujar, incluso aquellos que dibujaban bastante bien. Es curioso ver cómo la gente se vuelve tímida ante un lápiz y un trozo de papel (y un tipo que les pide que dibujen una bici).

Encontrarás otros trabajos de Gianluca Gimini en su página web.

Trad. Rosa Gregori

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