Identidad

Diez preguntas que siempre has querido hacer a un testigo de Jehová

Melanie es de Berlín, trabaja como auxiliar de odontología, tiene 34 años y ha sido testigo de Jehová desde los 17. Creció en la comunidad, y a esa edad tomó la decisión de bautizarse y convertirse en miembro de pleno derecho. Aunque para ella simplemente se trata de su comunidad, los de fuera con frecuencia consideran a los testigos de Jehová como una especie de secta religiosa. Es probable que esa reputación surja de su fervor misionario, de su interpretación directa de la Biblia y de la palabra de Jesús, y del hecho de que romper sus reglas —como el sexo antes del matrimonio o someterse a una transfusión de sangre— pueda llevar a la expulsión de la Iglesia y de la comunidad. Según algunos testigos de Jehová, si te expulsan se te permite mantener la relación con la propia familia y asistir a encuentros, pero hay muchos exmiembros que aseguran haber sido rechazados completamente por sus seres queridos.

Para entender cómo se ve todo desde dentro, quedo con Melanie en el Salón del Reino de la asamblea de los testigos de Jehová en el barrio berlinés de Gesundbrunnen. El salón es una estancia poco poco decorada, con filas y filas de asientos y un pequeño escenario con una tarima. No se parece mucho a una iglesia; solamente los pósteres de versos de la Biblia en cuatro idiomas delatan que esta habitación tiene un propósito religioso. Thomas, el marido de Melanie, estuvo cerca durante la entrevista, y un presbítero de la Iglesia también.

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Melanie me explica que desde que estaba en la escuela ha tratado con gente que cree que su comunidad es una secta, pero según ella, esa gente está mal informada. Dos veces a la semana, queda con otros testigos, se mueven por toda la ciudad y reparten información en las estaciones de metro. También va puerta a puerta. Durante nuestra conversación, sostenía una pequeña Biblia encuadernada en cuero negro de la que citaba versos de vez en cuando. Muchos de ellos tenían que ver con el día del Juicio Final: los testigos de Jehová creen que Dios quiere purgar el mundo de todo mal para dar paso al paraíso, donde la gente puede vivir en paz y armonía. Melanie dice que nunca le ha pasado por la cabeza dejar la comunidad.

VICE: ¿Cómo es la sensación de estar en un lugar público intentando convencer a la gente de lo que tú crees cuando sabes que mucha gente que pasa piensa que lo que haces es rarísimo?
Melanie: Estoy orgullosa de lo que hago. Por supuesto que hace falta valor para salir y estar ahí, pero al fin y al cabo, no hago daño a nadie. Solo ofrezco información y no fuerzo a que nadie crea nada. Cada uno puede tomar su propia decisión sobre si hablar con nosotros o no. Pero aparte de eso, no creo que la gente en general tenga una mala opinión de los testigos de Jehová, o sobre mí como persona. A la mayoría simplemente no le interesa lo que hacemos.

¿Y estar de pie en la calle con un expositor realmente es una manera eficiente de conseguir que se unan a tu bando?
Hay muchas maneras de predicar. Lo que nos ves hacer en la calle con nuestros carros es una forma pasiva de predicar. Ofrecemos materiales de lectura y damos la oportunidad a la gente de preguntar cosas o simplemente conversar con nosotros. Se nos acerca todo tipo de gente. Hay muchos que preguntan: “¿Qué enseña en realidad la Biblia? ¿Me lo puedes explicar en pocas palabras?”, o hacen comentarios sobre la portada de La Atalaya, nuestra revista mensual. Probablemente hayas oído hablar de nuestra labor de misionarios, los testigos de Jehová que van puerta por puerta. Ahí es cuando tratamos distintos temas con la gente u ofrecemos literatura selecta, para familias o adolescentes, por ejemplo.

¿Cuánta gente habla con vosotros al día?
Es difícil de decir, normalmente depende del tiempo. A veces, se nos acercan montones de gente preguntando información específica sobre los testigos de Jehová o buscando algún libro en concreto. O simplemente necesitan alguien con quien hablar. Pero también hay días en los que nadie nos habla.

¿Alguna vez os insultan mientras estáis en la calle?
Sí, sucede. Pero principalmente siento que la gente nos intenta insultar por cómo nos miran. A mi marido y a mí nos escupieron una vez. Un hombre pasó por delante de nosotros dos veces, se acercó por el lado y escupió sobre el expositor. Fue tan rápido que ninguno de los dos pudimos reaccionar. Simplemente lo limpiamos y seguimos con lo nuestro. Ese mismo día, otro hombre pasó por nuestro lado y dijo que deberían gasear a la gente como nosotros [durante la Segunda Guerra Mundial, se estima que murieron unos 1.200 testigos de Jehová en campos de concentración]. A veces suceden estas cosas, pero no es habitual. Afortunadamente, nunca me han agredido físicamente.

¿Odias a los no creyentes?
No, desde luego que no. ¿Por qué iba a hacerlo? Respeto a los demás y no los juzgo por sus creencias. Y espero lo mismo a cambio. Nunca obligaría a nadie a unirse a mi religión.

¿Me castigará Dios por no creer en él?
No puedo hablar por Dios ni por sus decisiones. Nunca saldría a la calle y diría que los únicos que se salvarán seremos los testigos de Jehová y que la gente de otros credos morirá. Solo Jehová decide quién puede entrar en Su paraíso.

Los testigos de Jehová no celebran los cumpleaños. ¿No celebras el tuyo ni en secreto?
Ahora mismo tengo 34 años y, la verdad, nunca he celebrado mi cumpleaños. Para mí no es importante, a veces me pasa que llega el día y ni me acuerdo de que es mi cumpleaños. Nunca he sentido que me lo perdiera. Siempre se puede comer pastel y hay miles de oportunidades para regalos. Cuando era más joven, mis padres me daban regalos si llegaba con buenas notas.

¿Cuándo fue la última vez que no pudiste hacer algo por ser testigo de Jehová?
Hay algunos acontecimientos en los que no puedo participar por mis creencias, como las fiestas de Navidad en el trabajo. Pero eso significa que simplemente no voy. Hago todo lo que puedo para vivir mi vida como Dios quiere que lo haga, y no deseo hacer nada que a Él no le parezca bien. No me haría ningún bien. No me siento como si se me prohibieran hacer ciertas cosas, es más bien lo contrario. Porque Dios es mi amigo, para mí es importante no hacer nada que Le hiera. No quiero decepcionarle.

¿Cuánto dinero donas mensualmente a la comunidad?
Supongo que estarás preguntando por las cuotas de membresía… pero no hay. Tenemos una pequeña caja de madera en la entrada al Salón del Reino en la que cualquiera puede hacer el donativo que quiera cuando quiera. Nunca hablamos de la cantidad. Eso es privado. El dinero se usa para imprimir La Atalaya, por ejemplo, que tiene una tirada de 61 millones de ejemplares y se traduce a 300 idiomas; es la revista que más se distribuye en el mundo. Puesto que los donativos se gestionan y reparten internacionalmente, se pueden emplear en diferentes países, por ejemplo, para paliar los efectos de un desastre o para el mantenimiento de edificios de reunión en otras partes del mundo.

¿Cuándo crees que acabará el mundo?
Según la Biblia, no esperamos el fin del mundo en el sentido de que el planeta se destruirá y sus habitantes morirán. La palabra “mundo” normalmente implica a gente, como los que viven en una sociedad determinada. La Biblia dice que ese día, Jehová destruirá todo el mal y permitirá que los justos sigan viviendo. En Salmos 37:10-11, dice: “Y solo un poco más de tiempo, y el inicuo ya no será […] Pero los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz”.

No sabemos cuándo sucederá, pero la Biblia hace mención de algunos acontecimientos que tendrán lugar justo antes de que Dios pase a la acción. “Ustedes van a oír de guerras e informes de guerras; vean que no se aterroricen. Porque estas cosas tienen que suceder, mas todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino, y habrá escaseces de alimento y terremotos en un lugar tras otro”. (Mateo 24:6-7)

Cuando le leo este fragmento a la gente, les he oído decir que suena mucho a lo que dicen actualmente en las noticias. Cuando lo leo, me doy cuenta de que no queda mucho para que Dios tome cartas en el asunto. Es precisamente por eso que los testigos de Jehová seguimos informando a la gente de lo que hay en la Biblia.