La islamofobia da soldados al Estado Islámico

Cuatro días después de los ataques terroristas en París, mi equipo y yo hicimos una encuesta entre el público de BBC Asian Network por teléfono, como cualquier otro día. En esa ocasión, la pregunta fue "¿Cree usted que los atentados de París dificulten aún más la vida de los musulmanes que viven en Occidente?"

Todavía no se cumplía una semana desde que los terroristas de Daesh, el famoso Estado Islámico, perpetraron la masacre en la capital francesa. Por lo tanto, muchos creyeron que era muy pronto para empezar a preguntar cómo se sentían los musulmanes británicos cuando los corazones franceses de múltiples orígenes estaban rotos y seguía la búsqueda desesperada de los culpables.

Nuestro argumento es el siguiente: el Estado Islámico quiere causar discordia. El grupo extremista está haciendo lo posible para que la islamofobia quede profundamente arraigada en Occidente. De esa forma, el odio y la desconfianza que se generan van a facilitar el reclutamiento de nuevos miembros a su culto de muerte. Por eso creímos que era importante preguntarnos si están logrando su objetivo. También queríamos saber cómo es la vida de los musulmanes y los asiáticos que viven en Reino Unido (o en cualquier otro país) en una época en la que el islamofóbico promedio no le pide a su víctima que llene un cuestionario para aclarar inclinación religiosa antes de atacarla.

Las llamadas, los emails y los mensajes revelaron un panorama deprimente. Un hombre llamó para contar la vez que su hermana le dijo a su madre que no fuera al banco la mañana después del atentado porque "tenía miedo de que los blancos la atacaran". Y este no es un caso aislado.

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Hay personas que están en completa negación sobre la cuestión del aumento (o incluso el propio concepto de) la islamofobia. No obstante, las estadísticas parecen desafiar la creencia de que vivimos en una sociedad multicultural tolerante. La semana después de los atentados de París, según el grupo gubernamental que investiga la discriminación a los musulmanes, los crímenes de odio por islamofobia se elevaron en 300 por ciento. A las mujeres les arrancan los velos, a los hombres les gritan "terroristas" y la población musulmana en general recibe un trato agresivo por parte de desconocidos. Incluso les escupen o los insultan frente a sus hijos. Esta es la realidad que enfrentan muchos de los musulmanes que se comunicaron conmigo en mi programa.

El escándalo más reciente se dio porque un periódico llamado The Sun imprimió como encabezado "Uno de cada cinco musulmanes se solidariza con los yihadistas". Por lo visto, el autor llegó a esta conclusión después de leer los resultados de una encuesta que nunca mencionó la palabra "yihadistas". A las poco más de mil personas que participaron en la encuesta se les preguntó si se solidarizaban con los jóvenes musulmanes que dejaban su país natal para luchar en Siria. ¿Acaso incluía a los miembros de la comunidad kurda europea que se van a Siria a luchar contra el Estado Islámico o a los que se unen al ejército Libre Sirio para luchar contra Asad y contra el Estado Islámico?

El domingo en la noche, antes de que los periódicos llegaran a los puestos, algunos ya habían visto el encabezado y tuitearon sobre lo irresponsable y provocativo que era. Un lector que casualmente también me sigue en Twitter dijo: "Los cinco musulmanes de nuestra familia despreciamos a los extremistas. Es mi palabra contra la de @TheSun. Sólo uno de los dos miente habitualmente".

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El lunes en la mañana, la gente empezó a leer este encabezado y mi equipo en el programa de radio supo que nuestro publico iba a querer hablar sobre el posible impacto. La pregunta del día fue "¿El encabezado de hoy en The Sun es una alarma para los musulmanes o para el periodismo irresponsable?" La mayoría se inclinó por la segunda opción, igual que otros miembros de la prensa. Ese mismo día se publicaron artículos en otros periódicos donde cuestionaban la metodología y las deficiencias periodísticas tan básicas de dicho artículo. Al final, muchos de mis radioescuchas coincidieron en que el artículo incitaba al odio.

The Sun respondió a las criticas diciendo que "había publicado los resultados de la encuesta con claridad y precisión, sin omitir ninguna de las preguntas". Un miembro no musulmán del público llamado Karamjeet escribió: "El informe que publicó The Sun no me sorprende en lo absoluto pero la forma en que fue escrito es totalmente irresponsable y provocativo". Otro radioescucha escribió "The Sun es muy mañoso. Las preguntas estaban diseñadas para que cualquier respuesta se pudiera manipular fácilmente". Una más nos dijo con tono de frustración: "Los medios de comunicación prefieren hacerse los tontos e ignorar a las voces que se proclaman en contra de los extremistas y los terroristas. ¿Qué es lo que quieren? ¿Qué renuncie a mi fe? ¿Qué deje de practicar es islam? ¿Así se sentirían más tranquilos?"

El hecho de que los musulmanes hayan llamado para decir que sus compañeros de trabajo ya no los tratan con la cortesía de antes o que temen por el futuro de sus hijos, debe servir para que los políticos y periodistas se den cuenta que sus encabezados engañosos afectan a muchas personas que lo único que quieren en practicar su religión y vivir su vida sin hacer daño a nadie. Todos somos responsables de luchar contra el odio y la intolerancia en cualquier ámbito y no hacer nada que empeore la situación.

Al ver el ridículo y la reacción negativa que enfrentó The Sun esta semana nos damos cuenta que somos tolerantes. Sin embargo, muchos de los musulmanes que escuchan mi programa viven con miedo a que la gente se deje llevar por esos encabezados y dañe su imagen ante la sociedad occidental. Lo que tenemos que hacer es unirnos y mostrar nuestra solidaridad para hacer enojar al Estado Islámico y ayudar a que disminuya el número de europeos (y de otros continentes) que viajan a Siria para unirse a los terroristas.

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