Para activar los subtítulos en español, da click en el ícono CC del reproductor de Youtube.El perfil de este hombre es impactante. Murió hace dos años, víctima de un atropellamiento. Me dicen que lo dejaron morir desangrado en un camino polvoso de esta ciudad fronteriza de 1.5 millones de habitantes. El accidente le hizo un hoyo en la frente. De donde estoy, frente a una mesa forense donde el cuerpo está acostado, puedo ver su cerebro.
Si no me hubieran dicho nada, podría decir que aún hay algo de vida en este hombre.Han pasado 120 horas desde que el doctor Alejandro Hernández Cárdenas se puso a trabajar. Fue hace 120 horas que Hernández Cárdenas, un dentista local que pasa su tiempo practicando, dando clases de odontología forense en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, e identificando a las víctimas no identificadas del Laboratorio Forense de Juárez, sumergió el cuerpo retorcido y seco en lo que llama el “Jacuzzi”.La tina transparente contiene 60 galones de una fórmula química desconocida –qué Hernández llama la salsa secreta—que rehidrata los cuerpos para ser identificados. Rastreamos a esta víctima, un hombre mayor cuyo cuerpo escogió Hernández personalmente de los refrigeradores municipales.En el camino, el doctor y su equipo catalogaron todos los rasgos característicos de la víctima, como sus cicatrices, lunares, heridas, que reaparecieron con el método de Hernández Cárdenas. Y ahora preparan las manos revividas de la víctima para identificar sus huellas dactilares.Con esas huellas, junto con la evidencia de sus rasgos característicos, esperamos descubrir quién fue este hombre. O al menos esa es la idea.

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