La Santa Muerte, patrona de los delincuentes y los marginados de México

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La Santa Muerte, patrona de los delincuentes y los marginados de México

Encarnada en la propia muerte, su figura representa la protección, la justicia y la seguridad e la transición de la vida a la muerte. Se la conoce como la patrona de todos los delincuentes, de los marginados y de aquellos que se sienten rechazados por...

Son muchos los problemas que tiene México en la actualidad: trabajos mal pagados, corrupción, violencia, acceso limitado al agua potable, contaminación y narcotráfico. Con este panorama, no es de extrañar que el pueblo de México no tenga la menor confianza en sus líderes e instituciones.

Una de esas instituciones es la Iglesia Católica. La religión predominante del país está perdiendo cada vez más fieles, que buscan aliviar su espíritu en nuevos cultos modernos.

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El mejor ejemplo de ello es la Santa Muerte, una santa venerada por millones de devotos en todo México. Se la conoce como la patrona de todos los delincuentes, de los marginados y de aquellos que se sienten rechazados por la sociedad. Encarnada en la propia muerte, su figura representa la protección, la justicia y la seguridad e la transición de la vida a la muerte.

El culto moderno a la Santa Muerte apareció por primera vez en el estado de Hidalgo hacia 1965. Desde entonces, esta figura ha estado estrechamente ligada con la violencia, el crimen, la prostitución y el narcotráfico.

Sus devotos no son especialmente religiosos, pero tampoco son ateos. Han creado sus propios códigos e iconos religiosos con los que alimentan su existencia, su identidad y sus actos. Muchos se refugian en el carácter práctico de la santa, con el convencimiento de que cualquier acto violento que cometan será perdonado. La Iglesia Católica condena este culto por considerar que combina las creencias propias de la fe cristiana con el cultismo.

Durante los últimos diez años ha crecido el número de devotos de la Santa Muerte, llegando a alcanzar los seis millones aproximados en México. Suelen ser personas de menos de 30 años procedentes de los estratos socioeconómicos más bajos. A menudo se les ha tachado de blasfemos por llevar a cabo rituales satánicos, y muchos detractores aseguran que se usa la figura de la santa para llevar a la gente desesperada por el mal camino.

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Erin es una fotógrafa nacida en Nueva Zelanda y que reside en México.

Foto por Erin Lee

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