Este artículo se publicó originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.
Las historias de la mítica vagina dentata (del latín vagina con dientes) existen prácticamente en todas las culturas. Mientras que muchos de estos cuentos son una advertencia para que los hombres tengan cuidado de donde ponen sus pitos para que no los pierdan, otras versiones mucho más preocupantes implican la penetración no consensual de las mujeres para quitarles dichos dientes.
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El miedo que tienen los hombres a ser castrados, está compuesto por una creencia cultural heredada del derecho sexual, funcionan como pilares fundamentales de la masculinidad, y los patriarcados responden intentando controlar las sexualidades y cuerpos “peligrosos” de las mujeres. Las guerras respectivas de las mujeres de todo el mundo están profundamente arraigadas al mito persistente de la vagina dentada y lo que representa. Aquí 10 ejemplos notables de todo el mundo:
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1. Austria
El término “vagina dentata” se acuñó por primera vez aproximadamente en 1900 por el psicoanalista misógino Sigmund Freud para describir la idea de “devorar o ser devorado” al manifestarse como la ecuación de la boca y la vagina. Pero esa idea se puede encontrar en los anales de la historia antes de Freud. Años después, las feministas freudianas revisionistas retomaron el término para indicar la ansiedad aguda causada por la castración y el miedo generalizado de las mujeres que se ha convertido en la piedra angular de la cultura humana falocéntrica.
2. Grecia
Aunque no es una vagina dentada real, la figura griega de la Gorgona es representativa del concepto. En las representaciones de los medios de comunicación, Medusa convierte a los hombres en piedra con la mirada, tiene una boca con muchos colmillos, serpientes como cabello, y una mitad serpentina en la parte inferior. Barbara Creed escribe en The Monstrous Feminine: “El miedo de Medusa es, pues, un miedo a la castración que está vinculado a la visión de algo”. Porque no solo nuestros órganos sexuales son aterradores. Las mujeres en general son aterradoras.
India
Hay tantas historias de hombres que vencen a la vagina dentata en la India que The Washington Post teorizó estos cuentos como una de las raíces de la epidemia de violaciones del país. En el estado indio Madhya Pradesh, uno de los cuentos más populares involucra a un brahmán que está convencido de que su amada tiene una vagina dentada. Contrata a cuatro hombres de castas inferiores para secuestrar y quitarle los dientes inferiores a la mujer. Después de traumar a la mujer por todo el daño hecho, el brahmán se casa con ella. Y viven felices para siempre. (Probablemente no, espero que sus dientes hayan crecido de nuevo).
Sudáfrica
Al igual que en la India, hay muchas historias de vaginas dentadas en todo el continente africano. Algunos sostienen que estas historias son la columna vertebral de la práctica de suprimir la sexualidad de las mujeres a través de la mutilación genital femenina. En respuesta a las tasas alarmantes de violación de Sudáfrica (una de las más altas del mundo), Sonette Ehlers inventó elRapex, el “condón anti-violación” repleto de filas de dientes.
Japón (Ainu)
Un cuento sintoísta relata cómo un demonio ocultaba dientes en la vagina de una damisela. Ella, sin saber, castra a dos novios en la noche de bodas antes de tomar el asunto en sus propias manos y crear un dispositivo para quitarse los colmillos. Esta es una de las pocas historias de todo el mundo donde una mujer toma el control de su propio cuerpo en lugar de ser violada por los hombres que buscan eliminar los dientes ofensivos. El falo de hierro que creó está consagrado en Kawasaki, y muchas trabajadoras sexuales dejan ofrendas y oraciones allí para que las proteja durante el trabajo.
6. Nueva Zelanda (Maori)
En la historia de los maoríes, el dios del engaño Māui decide que va a hacer inmortales a los seres humanos a través de la vagina de la diosa del submundo Hine-nui-te-pō: se convierte en una oruga y se arrastra por su vagina mientras ella duerme, pensando que al salir por su boca se invertiría el proceso del nacimiento y la muerte. Pero los testigos Pīwakawaka (pájaro) comienzan a reírse de esta noción tonta y Hine-nui-te-pō despierta, mata a Māui con su vagina dentata obsidiana y maldice a los humanos con la mortalidad.
7. Chile (Mapuche)
Los mapuches indígenas de Chile tienen un dicho escalofriante: “Una mujer atractiva tiene una vagina mordaz”. En otras palabras, una nueva forma de experimentar Instagram y las redes sociales.
8. Rusia
Waldemar Bogoras escribe sobre haber escuchado la historia de una joven y bella mujer que está casada con un anciano asqueroso. Con el fin de evitar tener relaciones sexuales con el tipo, la joven se pone una cabeza de pescado en la vagina para que sus dientes lo corten cada vez que lo intente. El esposo está traumatizado, ella “le dice que es un tonto por no saber que las vaginas de las chicas jóvenes suelen tener dientes”, y vive el resto de su vida sin tener relaciones sexuales con él. Ese es un tipo diferente de final feliz.
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9. Estados Unidos (Ponca)
En The Handbook of Native American Mythology, la historia de Ponca: “Dientes en los lugares equivocados” cuenta la historia de uno de los muchos encuentros sexuales del tramposo Coyote.
Coyote se encuentra con una mujer y sus dos hermosas y peligrosas hijas de las que se rumorea que se comen a los hombres en todo el campo con sus vaginas dentadas. Después de pasar el día con la familia, invitan a Coyote a pasar la noche entre las dos hijas de la mujer. Después de que la hija más joven revela que la mujer es una bruja que le dio a ambas mujeres una vagina dentata, Coyote mata a la hija mayor cuando intenta morderlo con su vagina. Después mata a la bruja, y “le saca” la vagina dentata a la hija menor”, dejando sólo un diente que al hacer el amor es muy excitante”.
10. Inglaterra
Antes de dejar de pensar que todas las vaginas dentadas son ficción, permítanme presentarles el caso del quiste dermoide, o teratoma quístico, el cual causó que a una mujer británica le crecieran dientes reales en el útero. El espécimen ahora se encuentra en exhibición en la Colección de Patología de la University College de Londres y es exactamente tan aterrador como te lo imaginas.