Cuando pequeños soñamos con tener una máquina para capturar sueños, recuerdos y emociones. En Manabí, cerca de la ciudad de Quito, encontré una máquina de estas. Carlos, conocido como Costavision, es un joven productor ecuatoriano que se dedica a capturar aquellos empolvados recuerdos almacenados en la memoria colectiva. Desde su laboratorio me cuenta sobre la importancia de conectarnos con nuestro pasado para procesar el sonido y lo que significa el vaporwave, uno de los géneros más subversivos y contraculturales que han salido de esta red.
¿Cuánto llevas haciendo música?
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Desde pequeño he estado ligado a la música. Empecé a producir desde el 2003, aproximadamente, pero en aquel entonces estaba más ligado al hip hop y haciendo producciones bien caseras. Hace poco cumplí 28 años.
El hip hop es un género muy rico, da para explorar, experimentar…
El hip hop influyó bastante en mi forma de trabajar. Debo confesar que hasta el 2010 comencé a indagar en diferentes géneros y a crear mis primeros temas como Costavision.
¿A qué sonaba en sus inicios Costavision?
Comencé influenciado por el chillwave, los sonidos ambientales y la estética de los ochentas.
¿Influenciado por lo que produjeron Neon Indian, Washed Out en su momento?
Claro. Recuerdo que en un top de música indie encontré a Washed Out y así fue como di con el chillwave en internet. Influyeron bastante esos primeros trabajos.
¿Dónde queda lo latino?
Mi primer acercamiento con lo latino fue con un tema que hice para un compilado de Michita Records de Chile, que tenía samples de un arpa andina, Últimamente sí he trabajado sobre todo con la música hispana de los ochenta y noventa.
¿Qué es lo que más recuerdas de tu infancia?
Tengo un montón de recuerdos, algunos más claros que otros. Xuxa, programas de videocplips en la tarde, los comerciales donde de repente todo se volvía un musical. Recuerdo también los efectos de edición que ahora utilizamos en las portadas de vaporwave. Incluso hay recuerdos que me han estado llegando últimamente mientras edito algunos temas.
Con Costavision mezclo el ambient y el chillwave con pop latino, como en la colaboración que tuve con Lido Pimienta y Dadalu.
El Vaporwave es un género que pertenece casi en su totalidad a la web. Cuéntame un poco sobre el sello Latin Vaporwave
El Vaporwave es de esos géneros que difícilmente tendría difusión por televisión, por lo que creo que de no haberme encontrado un post mientras buscaba un sample de “Return to innocence” de Enigma, no sabría de su existencia. Luego me fui encontrando con samples lentos, como de música de ascensor y poco a poco fueron apareciendo esos proyectos con caracteres en japonés.
A pesar de que en su momento busqué trabajos de hispanos y no encontré prácticamente nada, fue por medio de los grupos de Facebook que di con los primeros contactos. Luego me demoré meses buscando otros productores hasta contar ya con algo más de material. En ese momento se me ocurrió hacer un compilado, LATINWAVE COLLECTION VOL. 1, que sirvió como pauta para comenzar a unir a la comunidad latina de vaporwave, que está en proceso.
¿El Vaporwave es un eterno rewind de la cultura pop?
De la cultura consumista. Homenajes a los comerciales de bebidas, Windows 95, a un montón de cosas y sobre todo ahora que se está expandiendo a otros géneros. En mi caso, he trabajado con lo que va desde el new age hasta el italo dance, que fue lo que básicamente conformó todo el último album de Costavision. A pesar de que en velocidad y tonalidad están algunos puntos más bajo de lo normal, quedaron bailables y siniestros.
Algo que me agrado fue que al estar tratando de recrear digitalmente y por medio de flangers el efecto de un cassette, obtuve algo hipnótico. Era algo nuevo pero sonaba familiar. Me encantó y lo dejé en la edición siguiente de los tracks. Me agrada mucho y he intentado hacerlo algo característico de Costavision de ahora en adelante.
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