Este artículo fue publicado originalmente en Creators, nuestra plataforma de arte, diseño y tecnología.
En 1987, a la mitad de la noche y sin permiso, el artista italo-americano Arturo Di Modica colocó justo frente a Wall Street la escultura “Charging Bull”, la cual muestra un toro enfurecido que le llevó dos años hacer. Esta, según explicó el artista, se puso como un símbolo de la resistencia, fortaleza y capacidad de supervivencia que la gente de Nueva York tuvo frente a la crisis financiera de 1986. Las autoridades neoyorquinas no estaban contentas con ella, pero gracias a la presión y motivación de los ciudadanos, se terminó quedando en su lugar original, convirtiéndose en un punto de referencia de la ciudad. Desde entonces, “Charging Bull” se mantuvo con su significado e intención original… hasta hace un par de meses.
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El 7 de marzo del 2017, en la víspera del día mundial de la mujer, una de las firmas más grandes de publicidad del mundo, McCann NY, para el cliente State Street Global Advisors (SSGA), colocó, sin consentimiento de Di Modica, una escultura comisionada a la artista Kristen Visbal titulada “Fearless Girl”. Una niña joven, podría decirse de unos 10 o 12 años, con las manos en la cintura, se “enfrenta” al toro con un rostro y postura desafiantes. Debajo de ella, se puede leer en una placa: “Conoce el poder de las mujeres liderando. Ella hace la diferencia. State Street Global Advisors”.
La escultura es el resultado del primer aniversario de la campaña “Gender Diversity Index Fund” de SSGA, la cual “invierte en la gran-capitalización de empresas estadounidenses que quedan dentro de las mejores clasificadas de su sector en conseguir diversidad de género en sus posiciones más altas”. Es decir, una iniciativa para que sus inversionistas puedan apoyar compañías “amigables con las mujeres”. El movimiento publicitario orientado a la temática del feminismo y el género, terminó por ser altamente remunerable para la empresa oriunda de Boston, consiguiendo según Bloomberg, un estimado de $7.4 millones de dólares en publicidad gratuita: $393.047 en redes sociales; $3.115.751 en televisión; $3.729.926 en noticias en línea o impresas; y $201.075 en radio.
Las opiniones fueron variadas, por un lado se tomó como un símbolo como la nueva ola de mujeres lista para asumir posiciones de poder en Wall Street, pero por otro como una apropiación del movimiento feminista para fines económicos y publicitarios. De cualquier manera, la escultura, que dependía de un permiso de solamente una semana, terminó por extenderse hasta abril del 2018, a costa del enojo y una demanda pendiente de Arturo Di Modica por infringir los derechos de su obra.
Di Modica argumenta que se ataca la dignidad de su obra pues cambia completamente su significado. En vez de señalar la fortaleza de una ciudad, ahora se convierte en un símbolo de lo que tendrá que afrontar una niña para poder entrar al mundo de las finanzas. En marzo, incluso Modica afirmó que “eso no es un símbolo, sino un truco publicitario. Mi toro es un símbolo para Estados Unidos. Mi toro es un símbolo de prosperidad y fuerza”.
Ahora, el 30 de mayo, el artista Alex Gardega en apoyo a Di Modica, mostró una nueva escultura titulada “Pissing Pug”. Tal y como su título lo describe, ésta no es más que un pug hecho sin mucho cuidado orinando sobre la pierna izquierda de la escultura “Fearless Girl” de Visbal. “Decidí hacer este perro y hacerlo sin cuidado para degradar a la estatura, exactamente como la niña degrada al toro”, comentó Gardega. “Esto es basura corporativa. Podría respetar esto si hubiera sido hecho por un artista aleatorio atacando a Wall Street”.
La escultura terminó por ser removida por el propio artista poco después de su instalación, e incluso recibió una crítica poco alentadora, con gente intentando patearla o moverla. Sin embargo, añadió que esto no va en contra del feminismo ni en contra de Visbal, sino en contra de los corporativos y su apropiación de un movimiento tan válido como lo es el feminismo. Después, el artista planea hacer de esto una serie que mostrará a cachorros dorados orinando por todo Manhattan.
Lo que queda son preguntas: ¿Se violó la intención artística de Di Modica? ¿La apropiación de movimientos culturales por empresas multinacionales es negativa? ¿Lo que hizo Gardega va en contra del feminismo? ¿Qué aprendimos sobre esto? Parece ser que es imposible detener una ola cuando se trata de la aprobación pública. La intención original de Di Modica efectivamente se ve dañada por “Fearless Girl”, de forma positiva o no, la distorsiona y la convierte en una sutil marioneta de las finalidades publicitarias de SSGA y McCann. ¿Es válido dejar que el arte se deforme por las campañas y metas de una empresa?
La intención en el arte importa. No es lo mismo que un artista se cubra en la noche y pose su escultura como un símbolo, a que alguien directamente lucre económicamente con esos mismos símbolos. Tristemente, pareciera que el infinitamente positivo mensaje que intenta dar la escultura de Visbal se termina por opacar por el mensaje que SSGA subliminalmente nos da: con cualquier idea o movimiento contracultural la persona se puede lucrar.
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