El mundo occidental está aprendiendo lentamente a que no le de asco comer insectos. Mientras la mayoría de la población ha estado masticando insectos sin inmutarse por décadas, el resto de nosotros está tentativamente moliendo grillos para hacer magdalenas, agregando gusanos al popcorn de caramelo o simplemente yendo al extremo y fritando tarántulas en masa de tempura. Hasta a los vegetarianos le está gustando la idea de obtener su proteína de los chapulines.
Como mucha de las cosas de las que deberíamos estar comiendo más, hay evidencia de cómo los insectos podrían beneficiar tanto el medio ambiente como las economías locales, así como abasteciendo con valor nutricional sin igual (los insectos proveen más nutrientes que la carne o el pescado, gramo a gramo).
Videos by VICE
Mientras que la lista de razones para comer bichos asquerosos es larga, es una que generalmente se detiene en “sabores.”
Esto es hasta que una destilería británica presento su último lote de gin, una nueva mezcla con un ingrediente secreto: hormigas de madera roja.
“Es sutil. Casi cítrico. Funciona muy bien con notas de hierbas y el sabor de un enebro requerido”, explica Jonas Astrup Pedersen del Laboratorio de Comida Nórdica, quien trabajó con la Destilería de Cambridge para desarrollar Anty Gin (Gin de hormigas). “Es increíble como una criatura tan pequeña contiene tanto sabor”.
Las hormigas de madera roja viven en grandes colonias, usualmente en bosques en el Hemisferio Norte. Para proteger a estas comunidades, los abdómenes de los insectos producen acido fórmico que rocían en dirección a los invasores.
Además de ser un mecanismo de defensa, este ácido es un componente reactivo en alcohol. Sirve como “un agente para producir varios ésteres aromáticos” lo que significa que crea una gran variedad de olores y sabores.
Cada botella de a litro de Anty Gin contiene en esencia 62 hormigas de madera rojas cosechadas por especialistas en plantas salvajes de los bosques Kent. Luego de ser transportados a la Destilería de Cambridge, las hormigas fueron inmersas en etanol antes de ser destiladas en un concentrado. Esto es luego mezclado con ingredientes de gin más tradicionales, incluyendo semillas de enebro, ortiga y apio.
El laboratorio de Comida Nórdica, una organización de investigación culinaria basado en Dinamarca, se acercó a la Destilería de Cambridge para explorar las maneras de conseguir los sabores especiales del gin sin usar limón o lima. Manejada por el destilador Will Lowe, la compañía se especializa en la “acondicionamiento del gin”, produciendo mezclas especiales para los restaurantes.
“La destiladora Cambridge es un destiladora de pequeños lotes y de gin acondicionado a medida”, dice Pedersen. “Su enfoque es enteramente la calidad y son lo suficientemente locos como para destilar hormigas con nosotros. Parecemos ser una buena pareja”.
Anty Gin muestra un crecimiento en la moda culinaria de utilizar los sabores específicos de los insectos, en vez de apretarnos las narices y tragarlos porque sabemos que son buenos para nosotros. (Y a £200 por botella, esperarías que por lo menos tengan un sabor más agradable que la versión de diez libras de Aidi mezclada con limonada común).
“Estamos por producir una segunda tanda de Anty Gin”, dice Pedersen. “En lo referente a los platos nuestro proyecto de insectos está todavía en proceso y por supuesto eso incluye el experimentar con insectos en la cocina”.
Mientras que algunos científicos han cuestionado exactamente cómo funciona la crianza de insectos eco-amigable, el Laboratorio de Comida Nórdico no son los únicos que están experimentando con los perfiles del sabor de los insectos. La semana pasada, un estudiante de la Universidad de Edinburgh invento un “kit de principiante” para cocinar insectos, incluyendo un moledor para crear harina y contenedores especialmente diseñados para el almacenado, mientras que el plato fuerte de la cena para invitados de Elena Reygadas en Lyle’s de Londres fueron las cucarachas. Posicionadas en flores comestibles, lucían muy apetitosas.
Mientras que probablemente pasará mucho tiempo antes de que veamos nidos de hormigas como algo para disfrutar con hielo, por lo menos sabemos que los insectos pueden ir muy bien con una rebanada de limón y un poco de tónica, luego de darles una buena inmersión en etanol, por supuesto.