La carretera que une la ciudad de Gao, en el noreste de Mali, con Niamey, capital de Níger, fue escenario el lunes por la mañana, del ataque a un camión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). El Movimiento por la Unidad de la Yihad en África Occidental, Mujao, ha reivindicado a la AFP el ataque que causó la muerte del conductor del camión, un maliense, de 38 años, e hirió a otro trabajador de Cruz Roja, de 37 años, también de Malí, según Claire Kaplan, un funcionario del CICR contactado por VICE News el martes por la mañana.
El camión, que habría sido incendiado, estaba “claramente identificado con el emblema del CICR” dijo también a VICE News Valery Mbaoh Nana, una responsable del CICR en Mali. El vehículo fue atacado unas pocas docenas de kilómetros al sur de Gao, mientras que se dirigía a buscar material hospitalario a Niamey, en Níger, para llevarlo al hospital de Gao, el caul “funciona desde 2012 gracias al apoyo logístico y humano del CICR”, dice Nana Mbaoh.
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La reacción del presidente del CICR
“Conseguimos lo que queríamos con el ataque”, dice Mujao
“Es difícil imaginar que este ataque no tendrá consecuencias para la población que recibe atención gratuita en el hospital de Gao”, dice el Sr. Mbaoh Nana, quien añade que “el CICR decidió suspender todos los viajes en la zona hasta nuevo aviso”.
Mujao, a través de uno de su portavoces, Abu Walid Sahraoui, reivindicó la autoría del ataque. Le dijo a la AFP que “Conseguimos lo que queríamos con el ataque” y añadió: “Con la ayuda de la mano de Dios, hemos matado cerca de Gao, en tierra musulmana, un conductor que trabajaba para el enemigo”. La investigación hasta ahora no ha confirmado la participación de Mujao en el ataque.
Fundada en 2011, esta organización yihadista ocupó el norte de Malí en 2012 (incluyendo la ciudad de Gao). Mujao y otros grupos yihadistas de la región amenazaron con extenderse hacia el sur del país, lo que provocó la respuesta militar francesa, conocida como la operación Serval. En agosto de 2014, la operación Serval fue reemplazada por la operación Barkhane, cuyo objetivo no solo es expulsar a los grupos yihadistas del norte de Malí, sino también luchar contra estos grupos en toda la región del Sahel con el objetivo de imponerles un bloqueo defensivo. La seguridad en el norte de Malí también es responsabilidad de la Minusma, la operación de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas.
Los grupos yihadistas “recobran fuerzas”
Alain Antil, es investigador en el Instituto Francés de Relaciones Internacionales y un experto en la región. Explica a VICE News que en esta zona: “Mujao, al igual que otros grupos yihadistas, como Ansar Dine y AQMI, fueron derrotados militarmente en 2013 por la operación Serval y fueron expulsados de las ciudades”.
Pero la situación no ha variado desde 2012. “Estos grupos no han sido completamente neutralizados. La información que actualmente viene de la zona, indica incluso que están recobrando fuerzas. Estos grupos no son capaces de controlar territorios o ciudades, como en 2012, pero pueden llevar a cabo atentados.”
“La operación Barkhane y la Minusma, representan 10.000 hombres por un territorio más grande que Francia”, dijo. “Incluso en un importante eje como Gao-Niamey, se puede ver la fragilidad del dispositivo.”
Valery Mbaoh Nana explica que el CIRC es “consciente de que la amenaza está ahí”, aunque precisa que el CICR no había recibido amenazas antes del ataque. “No nos comunicamos con este grupo”, dice. “Incluso si se lo notificamos actores influyentes en la región sobre nuestras acciones para que todas las fuerzas sepan que la Cruz Roja está en la zona.”
Nana Mbaoh expresó su “incomprensión” sobre las razones del ataque.
“Hemos estado aquí durante mucho tiempo y con regularidad. Incluso en 2012. Éramos una de las pocas organizaciones humanitarias que seguían presentes en la región.”
Guerra por el territorio y el tráfico de drogas en el norte de Malí
El norte de Malí es una zona de conflicto con múltiples orígenes. El gobierno de Malí no tiene fuerzas suficientes, apoya las milicias progubernamentales, hace frente a los movimientos secesionistas tuareg y árabes que reclaman la independencia del norte del país. Alain Antil explica que, a falta de acuerdo entre estos dos grupos, “la seguridad no se puede lograr fácilmente, hecho que deja el campo libre al yihadismo y el bandolerismo. »
El tráfico de drogas es otro componente del conflicto explica el investigador
“Antes de la intervención militar francesa, Mujao era el grupo yihadista más involucrado en el tráfico de cocaína y hachís. Cuando consigiuó controlar la ciudad de Gao, un distrito de la ciudad fue renombrado como ‘Cocaína Bougou’, que significa ‘el distrito cocaína’.” Hoy en día, vemos que las milicias pro-gubernamentales y las milicias separatistas se enfrentan para obtener el control de los puntos clave de la ruta de la droga”.
Sigue a Matthieu Jublin en Twitter: @MatthieuJublin
Imagen via CICR