La chef Mónica Patiño fue cliente y testigo del esplendor de la cantina La Auténtica, en la colonia Roma. Por eso, cuando vio que el cierre del negocio (ubicado en la esquina de Avenida Álvaro Obregón y Cuauhtémoc) era inminente, decidió ir directo a la barra a hablar con sus dueños. Luego compró el lugar (con todo y mesas), y empezó a hacer planes dignos de un lugar con 20 años de grandes historias en la Ciudad de México.
Así nació Delirio Pushkin, como un híbrido frente al remodelado parque homónimo. Durante el día ofrece opciones gourmet con los toques mediterráneos que identifican a la marca y por la noche cambia de rostro y saca su naturaleza cantinera que ha caracterizado a esas coordenadas de la capital desde 1997.
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Por la mañana encontrarás desayunos, con las opciones que hicieran tan singular la otra sucursal de Delirio (ubicada sobre la misma calle, pero en el extremo que intersecta con la calle Monterrey).
Te recomendamos que pidas el pan francés o sus chilaquiles, el quiche lorraine (un tipo de tarta salada, de origen francés), sus infusiones artesanales y las famosas conchas de chocolate. Ahora bien, igual puedes esperar a que den las 12:30pm, para probar con más hambre y ganas uno de sus platos estelares: la torta de falafel, con tzatziki (una salsa característica de la cocina griega), jitomate, aceitunas y pepino.
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El arroz basmati con garbanzos al curry también es una gran elección, al igual que su pollo al horno con dip de harissa (una salsa picante, típica de Magreb). Para los vegetarianos, la ensalada griega clásica es nuestra recomendación mejor estudiada: la porción no es abundante, pero el sabor a ultramar no tiene comparación.
A partir de las 7 pm, el lugar parece otro. Vinos de etiqueta, así como cervezas, o cocteles con mezcal o ginebra, empiezan a poblar sus viejas mesas rescatadas.
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Todo está dispuesto para que te sientas como en cualquier otra cantina tradicional, pero con el sello sofisticado de Patiño y su hija, Micaela Miguel. Las botanas (cuadritos de queso para picar y aceitunas Kalamata) van por cuenta de la casa y, lo mejor: ¡puedes pedir cubilete y dominó para jugar mientras te echas un trago con tus amigos!
Ojo: hay rumores de que la chef rescatará algunas recetas que se servían en La Auténtica, así que date tiempo para visitar este nuevo punto obligado en la Roma, y para comprobar por qué, a pesar del paso del tiempo, esta esquina parece estar predeterminada a hacer feliz al que llega hasta ella.