Rooney tiene 31 años, le restan dos de contrato con el United, pero su participación ha disminuido de tal forma que en este partido definitivo jugó menos de cinco minutos. Las especulaciones sobre su próximo destino se han sumado al ánimo de despedida de los últimos dos encuentros. El domingo, Manchester United jugó el último partido de la temporada en Old Trafford, fue parte del once inicial repleto de jóvenes que dejó huella como el más joven en la historia del club. Wayne Rooney abandonó la cancha para permitir la entrada del debutante de 16 años Angel Gomes, una imagen muy representativa: el presente y el futuro. La ovación que recibió en ese triunfo sobre Crystal Palace pareció la del adiós frente a su público.
En enero, Wayne rompió la marca del legendario Bobby Charlton y se convirtió en el mayor goleador en la historia del Manchester United. Casi nada. Entonces los rumores que desde el verano pasado lo rondaron, se intensificaron, señalan hacia el Everton que ha mostrado interés en reintegrarlo a sus filas y el lucrativo futbol chino. Su excompañero, Phil Neville opina que este es su momento:
Videos by VICE
“Si quiere seguir jugando al más alto nivel semana a semana y ser el primer nombre en la lista de jugadores, entonces probablemente tiene que irse y jugar en cualquier otro lugar”.
En 2004, Rooney se quitó la camiseta del Everton que lo vio nacer como futbolista desde que era un niño de 9 años, se fue porque quería ganar títulos. Trece años después, si lo decide así, volverá tras haber conquistado todos los campeonatos posibles con el Manchester United: Champions League, Europa League, Mundial de Clubes, Premier League, League Cup y FA Cup. En la noche del título europeo, Antonio Valencia fue líder en el campo, pero cuando anunciaron el ingreso de Wayne Rooney, el ecuatoriano le cedió la banda. Un gesto de respeto que apunta al fin de una época.