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Este artículo se publicó originalmente en THUMP EUA.
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DeAndre Way, el rapero y productor de 26 años de edad mejor conocido en el mundo como Soulja Boy, tuvo su primer demo de FruityLoops a la edad de 12 años, de parte de su tío Justin. “Realmente somos de la misma edad—él es más como mi primo pero le digo tío”, bromea en una reciente llamada telefónica. Cuatro años después, el sencillo debut del 2007 de Way, “Crank That (Soulja Boy)”, alcanzó la cima por varias semanas del Hot 100 de Billboard. El esqueleto de la canción, con instrumentos basados en loops tropicales, fue construido en su totalidad con los sonidos de fabrica del programa.
“Estaba inspirado cuando hice eso”, comenta Soulja Boy sobre la sencilla construcción de la canción, en la conversación por teléfono. “Estaba haciendo como 10 a 20 beats cada semana. Cada día cuando llegaba a casa de la escuela, hacía un beat”.
“Crank That” fue uno de los primeros intentos de Soulja Boy de hacer una canción, ni siquiera había desempacado por completo el programa cuando lo hizo. “Ni siquiera estaba completo, no estaba registrado el programa”, comenta. “Así que sólo tuve unos días para usarlo. Hice primero el beat, después lo escribí, después hicimos lo bailable. Te daba acceso a la creación… Podía hacer cualquier tipo de beat que quisiera, muy rápido”.
El programa para hacer ritmos alguna vez conocido como FruityLoops ha pasado varios de los últimos años ganando una carrera a paso tortuga como ningún otro. En 1998, su lanzamiento inaugural fue un golpe para la compañía con sede en los alrededores de Massachusetts, Avid, y su imperio de Pro Tools, el estándar de la industria de esa época para las estaciones de audio digital (DAW), que en aquellos días consistía principalmente en software para crear loops que podías grabar. Otros DAW como Sonar y Cubase—hechos por Cakewalk y Steinberg, respectivamente—eran los fuertes competidores de Pro Tools, y Acid de Sony era el software de lujo para crear loops, así que un programa con nombre bobo creado por los belgas de Image-Line no era competidor.
Por alguna razón, FruityLoops sólo estaba disponible en Microsoft Windows, que en la siguiente década sería exitosamente opacado por Apple como sistema operativo en los caminos del arte y la tecnología. Peor que eso, las descargas ilegales del programa se esparcieron mucho antes de que la compañía comenzará a generar ganancias, amenazando con abandonar el proyecto en su infancia.
“Si en aquellos días hubiera sido nuestro único producto, nos habría matado la piratería”, comenta a través de Skype Jean-Marie Cannie, el fundador de 49 años de la compañía padre de Image-Line. “Miles de personas lo usaban, pero ni una sola alma pagaba por él. También habíamos desarrollado un software de finanzas, software de desarrollo web… teníamos que hacerlo para mantener vivo a FruityLoops, porque virtualmente no había ingresos”.
Tomó casi cinco años para que el programa comenzará a generar dinero de los usuarios que compraban licencias legitimas. Pero en ese tiempo, FruityLoops desarrolló una reputación de ser remarcablemente fácil de usar, algo que resultaría ser la mayor ventaja del programa sobre los estándares de la industria. Alguien nuevo en la producción de música—incluso un niño—podía juguetear con él y su colorida interface y avanzar en algo que realmente pareciera una canción. Hoy, el demo tiene 30,000 descargas al día (aunque muchos usuarios siguen usando versiones pirata del software) y FL Studio es la única oferta de Image-Line. “Sería casi letal poner esfuerzos en otros productos”, menciona Cannie.
Cuando “Crank That” salió en el 2007, ejemplificaba no sólo la funcionalidad de FL, sino la calidad de sus presets que atrapaban el oído. “Ese fue definitivamente el uso más famoso de los sampleos de fábrica de FL Studio”, comenta a THUMP el experimentador de post-EDM de 24 años, Porter Robinson, por teléfono. “La percusión metálica, el snap; cada sonido en esa canción está por default en FL”.
Donde FruityLoops se diferencio de sus similares fue en que el demo era una versión completamente funcional del software—con el problema de que no podías salvar el proyecto—lo que lo hacía especialmente atractivo para los productores que no tenían un subsidio. “Si recuerdo correctamente”, comenta Robinson, “[Soulja Boy] dijo a un entrevistador que él hizo la canción en la versión demo, así que ni siquiera tiene el archivo del proyecto actualmente. [En el demo] podías exportar el WAV pero no podías salvar [el proyecto]. Tienes pastel, pero no te dan la receta para que lo vuelva a preparar”.
Como Soulja Boy, Robinson—quien está de gira con la creciente estrella Madeon mientras habla—jura que FL Studio es lo único que utiliza para escribir y nada más. De hecho, puedes escuchar la extensa paleta aural del programa en las canciones del 2014 de Robinson como “Fresh Static Snow”, que viaja por un arco iris de sintetizadores antes de que entre la vocal.
Y como muchos de los artistas que hacen su música en FL Studio y terminaron usándolo de por vida, Robinson comenzó con él de joven. “Básicamente, FL Studio puso la producción musical a disposición de cualquier gamer adolescente”, comenta el productor de forma franca. “Sé que esa no es la reputación que Image-Line quiere escuchar. Pero los chicos nerd que estaban más interesados en jugar juegos de PC, ellos decidieron bajar algunos programas de producción de música porque estaban aburridos y querían probar un nuevo hobby. Eso me describe a mi y a mucha gente que conozco”.
FruityLoops fue desarrollado primero en 1997 por Didier “Gol” Dambrin, un programador de 19 años ganador de un concurso en Bélgica que comenzó haciendo video juegos para Image-Line. Eventualmente, presentaría a Image-Line su propio trabajo mejorando un programa básico secuenciador de percusiones a finales de los 90s, como el Hammerhead Rhythm Station y el Rebirth RB-338 de Propellerhead. Nombró el programa FruityLoops, aunque Cannie explica que ni la connotación de la palabra “frutal” ni el implicar que un músico usaba “loops pre fabricados” le hizo al producto ningún favor en los años antes de que generara ganancias.
A lo largo de la siguiente media década, el DAW se convirtió en un éxito de culto, inspirando de 500 a 1000 publicaciones al día en los foros de Image-Line de convertidos que estaban o sorprendidos por las posibilidades sin limite del demo o que habían procurado bajar una versión pirata del programa completo de forma ilegal. Después de que Image-Line llegará a un acuerdo por una disputa de marca con la compañía de cereales Kellogs, era momento de simplificar el nombre a “FL Studio”, aunque muchos usuarios lo llaman con afecto FruityLoops hasta este día. Aunque la compañía intento distanciarse así misma del sobrenombre, su tontes se sienta adecuada de algún modo, especialmente dada la reputación del programa como una experiencia totalmente nueva para los productores jóvenes.
“Le hicimos creer a la gente que tenían habilidades musicales”, explica astutamente Cannie, sobre el éxito inicial de FL por el hecho de que cualquiera podía probarlo y crear beats sin invertir mucho dinero y esfuerzo.
Esa simplicidad se volvió la tarjeta de presentación del programa, con lo que FruityLooops gano rápidamente una reputación de programa de nivel básico que se todas formas se ganó a los profesionales. “Me metí a esta aventura musical sin ningún conocimiento y comencé a descargar su competidor: Cubase, entre otros”, comenta el CTO de Image-Line, quien ha visto crecer a su personal de 1 a más de 15 personas a lo largo de los años. “Parecían una hoja de cálculo. Claro, ahora entiendo cómo funciona todo, como alguien acostumbrado a un ambiente clásico de estudio de inmediato lo reconoce. ‘Esta es una línea MIDI, este un audio track’. Pero alguien completamente nuevo [en la producción musical] vería Cubase y se preguntaría qué tiene que hacer. Con nuestro programa, uno está trabajando en segundo”.
Ya sea que seas un músico entrenado o no, FL Studio es mucha diversión. Sin muchas fanfarreas, puedes abrir el programa, poner un tempo; hacer click derecho para insertar un kick drum o un piano en el patrón de la pantalla, o click derecho para quitarlo. El banco de “parches”—tus sampleos e instrumentos de elección—consisten de un menú infinito junto al borde izquierdo de la pantalla, y puedes arrastrar y colocar y luego tocarlo. Para componer, te as a la lista del piano y puedes ajustar las notas a tu gusto, cuantizarlas, (ajustarlas con los beats), o usar un arpegiar de una selección de todo tipo de escalas y modos posibles.
Y eso sin contar la variedad de juguetes y plugins entre los que puedes escoger: sintetizadores diseñados para imitar tanto sonidos analógicos del pasado y digitales del futuro, simuladores de guitarras eléctricas y órganos Rhode. Si tu imaginación va más allá de las formas musicales imaginables, tienes generadores para crear tus propios sonidos como el DX10, el cual te permite dar forma a las ondas desde cero como si estuvieras en el torno de un alfarero.
La estación de trabajo se anuncia como “la forma más rápida de ir de tu cerebro a tus bocinas”, un hecho que los entusiastas de FL Studio lo replican fervientemente. “Es casi imposible poner algo que no suene musical”, comenta Cannie. Sus propios hijos—de 18, 12 y 6 años—juegan con él del diario, comenta.
Pero como lo ve Robinson, el programa ha evolucionado a lo largo del tiempo de ser el kit perfecto para principiantes a ser el DAW perfecto, punto. “Creo que comenzó algunos pasos detrás de los otros, pero de muchas formas a superado a muchos de sus competidores”, comenta. “Estoy muy seguro de que es el secuenciador más popular del mundo”. Aunque muchos plugins externos populares sólo eran compatibles con Reason, Logic y Pro Tools, Robinson comenta que eso está cambiando. “El apoyo a FL Studio es más o menos el esperado”.
El productor niega fervientemente que la actual encarnación del programa sea una clase de retroceso hacía los clásicos orientados a la industria como Pro Tools: “FL Studio se siente joven, pulcro y nuevo”, comenta. “La única cosa que creo que posiblemente es más popular en la pista de baile, para los artistas, es Ableton”.
Los productores de hip hop fueron de los primeros en adoptar FL Studio, pero no recibieron mucha publicidad a inicios de la década pasada, más allá de algún elogio ocasional de algún productor conocido como 9th Wonder del norte de Carolina, quien sobresalió en esa era por producir para Jay Z (“Threat”) y Destiny’s Child (“Girl”). “Crank That” fue sólo uno de los ritmos infecciosos que Soulja Boy creó en cuestión de minutos, marcando el comienzo, sin saberlo, del “ringtone rap”, que fue ampliamente ridiculizado en su momento pero ahora es correctamente considerado la fundación para artistas actuales como el usuario de FL Studio, Metro Boomin. “Marco el inicio de los productores de trap caseros”, comenta Robinson.
“[‘Donk’] se volvió viral dos veces”, recuerda Soulja Boy, refiriéndose al candente sencillo del 2008 que le dio a su carrera un segundo aire. “Al principio era yo hablando sobre chicas moviendo el culo. Entonces [dos años después], Nicki Minaj hizo un rap sobre ella y se convirtió en “Itty Bitty Piggy”, una de sus más grandes canciones antes de su masivo éxito. Desde lo underground, ella estaba destruyendo todo con esa canción: a donde fuera a presentarse, cantaba la canción y todos sabían las letras. La gente preguntaba,’¿Quién hizo el beat? ¿Soulja Boy?’”.
Para el 2010 ya podías escuchar la influencia del programa por todo el panorama del rap. “Cada que escucho un disco de [DJ] Mustard en la radio, veo todos los patrones en mi cabeza en cada canción”, corrobora Soulja Boy. Mustard esparce ritmos sin complicaciones que se visualizan en sets de dos o cuatro cuando los programas en un secuenciador, especialmente uno legible como FruityLoops.
La atracción de FL Studio es universal, pero su notoriedad ha probado ser un problema generacional, incluso cuando el software ha seguido a toda marcha los últimos 20 años. Way dice que incluso Kanye West, 13 años más grande que él, ha alabado el programa sin saberlo.
“Kanye me llamó cuando estaba trabajando en nuestro remix de “Robocop” que nunca se publicó”, comenta Soulja Boy. “Y el dijo, ‘Yo, ¿cómo haces que tus 808 suenen así?’ Le dije, ‘FruityLoops’ y él pregunto ‘¿Qué?’”
De alguna forma, el éxito de FL Studio corre de forma paralela con el sorpresivo surgimiento del EDM en esta década. Durante nuestra conversación, Robinson pasa el teléfono a su compañero de gira de 22 años, Madeon, de nombre real Hugo Leclercq. Madeon considera el DAW como algo “muy emocional que definió su vida”—una firma generacional a la que miraremos en 20 años con la reverencia que los baby boomers tienen hacia las guitarras Fender.
“He pasado más tiempo mirando la interfaz de FL Studio que cualquier otra cosa del mundo”, me comenta. “Estoy muy seguro que los profesionales del diseño se sienten igual de Photoshop, pero hay algo más menos preciado y encantador sobre FL Studio.
La primera vez que Madeon abrió FruityLoops a la edad de 11 años, incluía un demo introductorio llamado “Cool Stuff”, el cual contenía los stems para una canción llamada “Hanging On” de Blake Reary. “Recuerdo haber pensado, ‘esto suena a música que yo estaría orgulloso de hacer’” comenta. “Y tenía todas las partes frente a mi, así que estudié la canción y cómo estaba hecha; podía ver lo que cada instrumento estaba haciendo. Era abrumador ver todas estas cosas en una pantalla, pero me dio una meta. Cuando lo abrí, en lugar de una página en blanco, tenía un destino”.
El cariño del productor francés por el software creció después de ganar un concurso de remixes en Image-Line años después y pudo conocer al equipo de desarrollo como uno de los premios. Hoy, cuando abres por primera vez FL Studio, la música default que suena es una canción que la compañía le comisionó a Madeon.
“Pienso que aún tiene una clase de estigma de sus primeros días” comenta Madeon. “Esta nueva generación de productores que están llegando, no tienen este estigma, porque ellos comenzaron a usarlo cuando otros artistas ya lo estaban usando, así que ya está legitimado. Pero cuando yo comencé, no era visto como algo profesional o algo con lo que pudieras hacer una carrera. Y ahora muchos, muchos éxitos y muchas carreras han sido hechas usándolos”.
Él tiene un punto: Daft Punk parece haber escuchado su reconocible efecto de extensión de ritmo “Gross Beat” en la banda sonora de Tron. Otro usuario en los inicios del programa fue deadmau5 y grandes artistas como Avicii y Martin Garrix han hecho tutoriales en YouTube mostrando cómo hicieron sus éxitos en este DAW.
Claro, el estigma en cuestión es en parte por el hecho de que FL Studio es un programa de Windows—la versión de Apple que lleva mucho haciéndose no se lanzará hasta la Navidad del 2017. De hecho, Soulja Boy, Porter Robinson y Madeon me cuentan que sólo tienen una PC con Windows para usarla con FL Studio.
“Fue muy duro para nosotros ser reseñados y aceptados porque la mayoria de las publicaciones no tienen una PC [en su oficina]”, comenta Cannie sobre sitios de reseñas de tecnología musical. “Incluso ahora, algunas publicaciones no escriben sobre FL—no por mala fe, sino porque no pueden ni probarlo”.
Por su larga adherencia a Windows, “se le ve más con el público gamer que con la gente que se dedica al arte visual y al diseño gráfico”, comenta Madeon, quien ha estado probando una versión alpha para Mac por un par de años. Pero Windows fue de hecho la razón por la que se hizo viral: “Era la primera elección de la gente porque era lo que podían conseguir”.
Madeon sostiene que el reconocimiento que obtuvo de boca en boca generado a partir de piratear el sotfware puede haber sido lo que le devolvió la rentabilidad financiera una ocasión, haciéndolo más económico que el inaccesible Pro Tools. Con FL Studio, las cosas “se volvieron de pronto sobre creatividad e ideas en lugar de accesos financieros a las herramientas”, comenta. “Todos podían contribuir. Combinado con la habilidad de compartir música en línea fácilmente, la única forma de pasar a través del ruido es tener nuevas ideas”.