Música

Maldición: el soundtrack de ‘Black Panther’ pudo haber sido mucho mejor

El soundtrack para Black Panther de Marvel es una de las colecciones de música preparadas para un éxito taquillero más fluidas y cohesivas de los últimos tiempos. Hay una verdadera química en sus 49 minutos de duración, gracias a que Kendrick Lamar y su sello TDE ejecutaron y curaron toda la música del álbum. Y antes de que la película fuera lanzada en todos los cines, la banda sonora ya te permitía imaginar las escenas que narra con cada canción. El sencillo principal “All the Stars” con K Dot y SZA parece haber sido hecho específicamente para una escena del clímax de la adolescencia. “Paramedic!” de SOB x RBE es una canción poderosa, perfecta para musicalizar cuando un villano se prepara para hacer un poco de daño. “Redención” de Zacari y Babes Wodumo trae la visión de un momento de celebración después de una batalla victoriosa.

Es apropiado que para este momento ya no haya más trabas. Cuando el primer trailer oficial de Black Panther fue lanzado en junio de 2017, atrajo 89 millones de visitas en 24 horas. Fue evidente de inmediato que la película sería recibida como mucho más que una simple película estéticamente atractiva protagonizada por un superhéroe negro. No pudo haber un mejor momento para su llegada. La representación de los afroamericanos en televisión y en la pantalla grande está atravesando por un resurgimiento de amplio alcance en los últimos tiempos, un resurgimiento que no se relega sólo a historias cliché de dolor y trauma. Tanto Insecure como Atlanta nos brindan una mirada a la incertidumbre y angustia que sienten los veinteañeros negros con respecto al romance, el ascenso social y el bienestar mental. Greenleaf nos permite ver las luchas de poder y las experiencias complicadas que las familias negras tienen con el cristianismo bautista. Moonlight reveló lo que le puede suceder a un joven negro cuando no puede explorar su identidad queer.

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Ahora, una representación fantástica de una nación utópica y completamente negra del este de África, tiene a una gran cantidad de gente de color desbordante de emoción, y algunos incluso la llaman prematuramente la película más negra de todos los tiempos. Pero incluso en medio de todo el entusiasmo, es crucial analizar si el lanzamiento de Black Panther satisface y representa a las personas de raza negra fuera de Estados Unidos.

Para una película ambientada en una nación ficticia de África oriental, la banda sonora de Black Panther hace un trabajo bastante pobre al describir lo que la diáspora africana tiene para ofrecernos. Hay 11 artistas afroamericanos de un total de 23 en el álbum, los cuales en su mayoría son nativos de la costa oeste. Y sólo incluye a cuatro sudafricanos: Saudi, Sjava, Babes Wodumo y Yugen Blakrok. The Weeknd es un etíope que creció en Toronto, y Jorja Smith es un británico negro. Al comparar el soundtrack con More Life, mixtape de 2017de Drake que contó con cuatro artistas negros británicos (Giggs, Skepta, Jorja Smith, Sampha) y además con Black Coffee de Sudáfrica y Partynextdoor, quien nació en el área de Toronto y es hijo de padres jamaicanos y trinitarios, vemos que la diferencia es que el proyecto de Drake no está vinculado a un fenómeno que intente afirmar la identidad negra sin fronteras. En circunstancias normales con respecto a la creación de álbumes, este proyecto ayudaría a establecer el tono para tener un sonido de rap más globalizado, sin embargo lo que se supone que Black Panther simboliza garantiza aún más variedad.

La comprensión y confianza entre el director de Black Panther, Ryan Coogler, y Kendrick Lamar permitió que esta banda sonora estuviera a cargo de TDE. Sería difícil argumentar en contra de esa línea de pensamiento. Más que cualquier otro rapero de esta década, Lamar ha dedicado mucho tiempo a profundizar en las complejidades de lo que significa ser joven y negro en los E.U. Entonces, que él sea el curador del soundtrack de una importante película negra es lo ideal. Y con la participación de artistas como Travis Scott, SZA, Future y The Weeknd, esa banda sonora obviamente tendría un mejor desempeño comercial en Estados Unidos que una colección completamente inclusiva de música proveniente de la diáspora africana. La parte desafortunada de esta situación es que nunca sabremos si algo así habría funcionado bien.

“La película no está ambientada en 1910, o en la década de 1960 cuando Black Panther apareció por primera vez; está ambientada en el presente”, le dijo el productor de TDE Sounwave a NPR sobre la dirección musical del álbum. “En la película vemos momentos ’del presente’, así que queremos que toda la banda sonora también suena así”. Ese mismo razonamiento también podría haber justificado la inclusión de más artistas provenientes de la diáspora.

En términos de la conexión de unos con otros, las personas en toda la diáspora africana hoy se encuentran en la posición más ventajosa de toda su historia. Aplicaciones como Instagram pueden mostrarnos cómo es la vida en los lugares donde viven otras personas de raza negra, incluso si no hay fondos suficientes para ir ahí físicamente. Es un método sencillo de autoaprendizaje, en especial cuando la educación formal no muestra a la mayoría de las naciones negras de manera favorable y Donald Trump se refiere a ellas como “países de mierda”. Además, independientemente de las barreras idiomáticas que existan, lo que suele unir a las personas negras de todo el mundo en las redes sociales es la música y los bailes que la acompañan y que han surgido a lo largo de la diáspora. La belleza de ese tipo de conexiones, cuando han sucedido, es algo de lo más emocionante dentro la banda sonora de Black Panther. Las letras de Saudi fundiéndose con la mejor parte de “X” de Kendrick son refrescantes. “Redemption” es una canción de amor optimista que atiende a las raíces gqom de Babes Wodumo. Escuchar la transición del verso de Sjava cargado de zulú hacia la música de Mozzy es una combinación que no encontraríamos en ningún otro lado. En tiempos recientes, este tipo de intercambios han estado sucediendo con frecuencia dentro de la música.

Rihanna llegó a los titulares internacionales en los Grammy de este año porque mientras interpretaba “Wild Thoughts” empezó hacer el baile gwara gwara sudafricano. Los afrobeats de Nigeria y Ghana y las ondas de fusión afro nos han brindado en los últimos dos años una mirada, tal vez insuficiente, a la cultura del oeste de África. La reciente popularidad de la artista dominicana Amara La Negra dentro de la industria estadounidense ha obligado a las personas a procesar las luchas de la gente afrolatinoamericana en la cultura popular. Estas son señales de los tiempos en que vivimos. La música negra siempre ha sido mucho más de lo que se hace en los E.U. y en el presente, gran parte de la música popular estadounidense se apropia de elementos de los artistas negros fuera de sus fronteras. Por lo que, para que haya una representación más precisa de los tiempos que estamos viviendo, la banda sonora de Black Panther debería haber reflejado esa realidad.

Obviamente, hay un lado comercial en este argumento. Las películas con grandes presupuestos tienen que ganar mucho dinero para garantizar que las personas que las hacen puedan obtener mejores oportunidades en el futuro. Sin embargo, siempre podemos preguntarnos cuál habría sido el resultado si Kendrick y el resto de TDE hubieran cambiado a James Blake y algunos raperos estadounidenses por artistas como Spice de Jamaica, Karol Conká de Brasil, Burna Boy de Nigeria, Jovi de Camerún o Zeal & Ardor de Suiza, por nombrar sólo algunos. Podría haber sido un soundtrack igualmente notable para Black Panther. Pero si nadie nunca toma esas oportunidades, especialmente con plataformas tan grandes como Marvel respaldándolos, es posible que nunca logremos ver lo que una cooperación artística realmente podría hacer por las relaciones diaspóricas.

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