Desde discriminación y prejuicios a un pago desigual y oportunidades limitadas, las dificultades que las mujeres enfrentan como chefs, restauranteras, granjeras y fabricantes de alimentos son interminables.
Women Chefs & Restaurateurs (WCR) quiere cambiar eso. Desde su fundación en 1993, WCR se ha hecho un nombre como una fuente invaluable de chefs y restauranteras jóvenes que quieren crear redes, aprender y ganar mentores de otras mujeres en la industria. La organización impulsa cosas como el pago igualitario, balance en la vida laboral y el establecimiento de un sistema de apoyo para mujeres dentro del lugar de trabajo.
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Como preparación para su conferencia anual –que incluye entrenamiento con tutorías, paneles con chefs desde Mei Lin a Nyesha Arrington y Mary Sue Milliken, y presentaciones de temas como avances en la tecnología de la cocina, contratos y estrategias de renuncia –contactamos a la chef y miembro del consejo de WCR Elizabeth Falkner para hablar acerca de algunos problemas que aún enfrentan las mujeres en la industria.
MUNCHIES: Hola, Elizabeth. ¿Cómo te involucraste con WCR? Elizabeth Falkner: Una de las chefs para las que trabajaba en San Francisco fue una de las fundadoras hace 26 años, y tuvimos una de las primeras conferencias en el hotel donde trabajaba, cuando Traci Des Jardins era la chef. He estado involucrada desde aquellos días, y me uní por completo hace cinco años.
Era una joven aprendiz en mi primera conferencia, y todas las chefs, increíbles súper estrellas, estaban ahí cocinando. Como muchos niños de hoy, estaba muy emocionada por ellas, tener esa clase de talento cerca. Después, obtuve un premio de WCR, y luego me invitaron a un par de conferencias, y luego me invitaron a estar en el consejo, y después de pocos años me convertí en la presidenta. Así que sólo he tenido una especie de interacción constante con los miembros y amigos y colegas, que han estado dentro y fuera –ya sea miembros o WCR o gente que ha ganado premios o se han convertido en miembros–.
Estamos impulsando la concientización sobre cuántas chefs sorprendentes hay en nuestra industria. Porque a veces los medios sólo dicen, “Oye, ¿dónde están las mujeres?” Y yo pienso, “De hecho, están a tu alrededor. Solo presta atención.”
¿Qué es importante entender para las chefs y restauranteras jóvenes acerca de la relación con tu mentor? Siento que nos centramos demasiado en la palabra “mentor.” Todos dicen que necesitas encontrar un mentor, pero no es una tarea fácil. Creo que las personas encuentran a sus mentores a través de diferentes caminos. Y a veces tengo gente que viene y me dice, “Quisiera que fueras mi mentor,” y pienso, “Realmente no funciona así.”
Es una calle de dos sentidos, y conoces mucha gente en este negocio. Es una corriente masiva de personas todos los días cruzando restaurantes y encuentras conexiones como harías con amigos, en cualquier momento por cualquier razón, y haces decisiones para trabajar en esas relaciones o no. Lo bueno de la industria restaurantera es que, si realmente estás comprometida, se trata más de una buena comunicación que de algo constante. Siento que he cuidado y ayudado a muchos aprendices en el camino, pero tiene que haber una conexión entre los dos. Así que mantente abierto a ser mentor de maneras distintas.
¿Cuál es tu consejo para mentores y aprendices mujeres? Siento que las mujeres son mentores naturales, porque somos muy maternales. Y como que siento que las personas en el área de hospitalidad están genéticamente programadas para ser personas hospitalarias. El negocio es duro, así que no siempre debes estar pensando cómo enseñar a alguien. Pero creo que simplemente tiene que ver con el negocio: a veces son circunstancias concretas o impulsar a la gente a dar lo mejor.
En general, siempre le digo a cocineros más jóvenes, hombres y mujeres, que necesitamos empezar a pensar acerca de permanecer físicamente activos. En mi generación, tantas personas decían, “Debes permanecer físicamente activo y pensar como un atleta más que como una estrella de rock,” y ése es mi mensaje hoy en día. Quiero que los jóvenes cocineros entiendan que estar de pie frente al fuego, correr escaleras arriba y abajo, y la presión que genera y las horas que requiere significan que debes hacer algo físicamente para contrarrestar los años y años de abuso en tu cuerpo.
Como alguien que ha enseñado a muchas personas diferentes a través de distintas cosas, creo que mi mensaje más fuerte es que si puedes cuidar de tu cuerpo –y eso quiere decir estar activo físicamente y [ser consciente de] lo que comes— entonces probablemente cocinarás mejor para otras personas.
Siento que muchos niños en la escuela que están aprendiendo cocina tradicional y básica piensan, “Amo la comida, así que cocinaré y comeré lo que quiera.” Puedo decirte que después de años de ser una cocinera de comida regular y repostera, la gente siempre me pregunta, “¿No eres grande? ¿Cómo es que eres tan pequeña?” Y yo me quedo como, “Bueno, no me siento a comer pastel todo el día.” Hago mucho ejercicio, así que cuando es momento de actuar, voy a estar lista.
¿Qué te ha influenciado para tener éxito como una chef mujer? Mi relación con las personas de WCR a través de los años. Tengo fuertes conexiones con muchas mujeres que han estado haciendo esto por más tiempo que yo, y personas que tienen mi edad y definitivamente algunas más jóvenes también. Pienso que cuando juntamos nuestras cabezas y cocinamos y nos hacemos preguntas y tratamos de poner nuestros planes de igualdad en el lugar de trabajo, las conexiones se hacen súper fuertes.
Por supuesto, hay mujeres a las que admiro. Susan Feniger, la conozco desde hace mucho tiempo. La conocí en esa primera conferencia de WCR y hemos sido amigas desde entonces. Solía trabajar para Traci Des Jardins —he trabajado con ella y hemos sido amigas desde siempre–. Dominique Crenn es una muy buena amiga mía. Jenn Louis, Anita Lo, Nancy Silverton —estas son personas a las que puedo llamar y decir, “Oye, necesito una respuesta para esto,” y ellas harían lo mismo. Así que realmente no es una sola persona; son múltiples personas, influencias, amistades y conexiones que he hecho a lo largo de los años. Y no he tenido que trabajar tan duro –como que se da en el terreno, porque los chefs entienden los problemas y asuntos de los otros chefs–.
¿Cuáles crees que sean los problemas más sobresalientes que enfrentan las mujeres chefs? El problema más común es que las mujeres tienen que ser capaces de sentirse lo suficientemente seguras como para pedir apoyo económico cuando tienen buenas ideas y planes, y son capaces de realizarlos. Y yo diría que eso es cierto en todos los negocios, no sólo en los restaurantes. Pero siento que eso está casi en camino de ser una cosa del pasado. La discusión lleva tiempo, así que finalmente empezamos a ver algunos resultados de ese diálogo.
¿Qué esperas que WCR traiga a las jóvenes chefs y restauranteras? Durante los últimos dos años en WCR, hemos puesto en marcha a nuestra organización –estando más presentes y siendo más una voz para las mujeres en esta industria–. Estamos trabajando para obtener la atención de aprendices y chefs jóvenes, e informándoles que existe esta organización que está para ellas. Estamos organizando estos eventos y conferencias, e incluso más eventos de un día. Estamos analizando cómo nuestra organización está establecida y la estamos convirtiendo en una organización sin fines de lucro, para que podamos beneficiar por completo a las mujeres y tengamos más impacto en las mujeres de esta industria.
Es sombroso, porque la gente realmente se reúne. Es muy estimulante estar cerca de un montón de mujeres diferentes, teniendo esta discusión y hablando acerca de sus carreras y sus vidas. Espero que podamos hacer tantos eventos como sea posible, y que podamos tenerlos a mayor y mayor escala. Entre más accesibles y frecuentes, mejor.
Gracias por hablar conmigo.
Esta entrevista fue editada y resumida para una mayor claridad.