Ella crea espacios e instalaciones para FB, marcas de ropa y clubes nocturnos

Living the dream (viviendo el sueño) es una frase que usa a menudo la artista y diseñadora Camille Walala y es la frase que bien podría resumir los últimos años de su vida. Hoy sube un video a Instagram y lo ven más de 7 mil personas en unas horas; a donde viaje encuentra fans y nuevos amigos ansiosos por conocerla o pedir que colabore con ellos. Su historia comenzó como la de una adolescente viviendo en un pequeño pueblo de Francia que no tenía idea de qué hacer con su vida.

Su vida profesional fue tomando forma, según lo platicó a manera de viñetas en una presentación durante TAG CDMX, luego de estudiar diseño textil en la universidad de Brighton, y cuando empezó a crear textiles muy influenciados por el grupo Memphis (colectivo de diseñadores en Italia en los años ochenta), el arte óptico y por arte tribal de Sudáfrica.

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Antes de ser la famosa diseñadora que es hoy, vendió queso artesanal y luego cojines con sus diseños en un bazar mientras salía a las calles por la noche a pegar carteles o paste-ups. “Me encantaba la emoción, era una joven traviesa buscando problemas. Siempre me ponía un labial rojo en caso de que me detuviera la policía. ‘Ups, perdón’, les hubiera dicho”, Camille cuenta en entrevista mientras junta los labios y exagera una cara de inocencia, pero la artimaña nunca fue necesaria.

El gran talento rara vez pasa desapercibido y un cliente del bazar le ofreció una oportunidad que cambiaría su vida. Aquel cliente le dio un presupuesto de 20 mil libras y carta blanca para remodelar los interiores de un club nocturno en Londres. “Por fin supe qué es lo que quería hacer con mi vida”, dijo Camille sobre ese momento. “Encontré algo que realmente me emocionaba: crear espacios y hacer instalaciones que hicieran sentir mejor a la gente”, nos comentó en entrevista.

Camille también compartió cómo empezó a pintar en exteriores: acompañaba a un novio en aquel momento que hacía arte urbano, y una señora le preguntó a él si querría pintar la fachada de su casa. Él no podía porque iba a salir de viaje pero Camille se ofreció. Al final, la señora quedó feliz y Camille descubrió su pasión por llevar su estética también a las calles.

“A veces la gente va a trabajar y de pronto encuentra algo que le hace voltear y sonreír. Esa es la meta, es algo que quiero lograr con mi trabajo. Creo que el arte urbano hace eso, trae una sorpresa, es gratis, accesible a todos, eso me encanta”, dice.

Como una bola de nieve —y compartiendo su trabajo en Instagram— empezó a surgir y a crecer la demanda por tener un diseño de Walala en todo tipo de soportes. Desde pintar la fachada de un café en Australia o todo un edificio londinense hasta pintar el interior de las oficinas de Facebook y Urban Outfitters, así como realizar colaboraciones en textiles y diseño con casas de moda y festivales, hasta la creación de una ambiciosa instalación para la galería Now en Londres, un laberinto con sus colores y patrones geométricos.

En México, Camille saluda y se toma fotos con sus fans después de dar su conferencia en TAG, de fondo un set pintado por ella para la ocasión. Puedes seguir a Camille en Instagram.

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