La encuesta de sexualidad del Dane: ¿escándalo (in)justificado?

Hace menos de 24 horas publicamos un artículo en el que discutíamos los problemas a la hora de hablar de educación sexual en menores de edad y las incomodidades y ambigüedades que generaba enfrentarse a la vida sexual de un menor de edad: una menor de edad de un colegio bogotano publicó en un blog buena parte de su vida sexual para ganar popularidad.

Durante esas 24 horas en las que el artículo duró publicado ––y la gente comentaba sobre el caso–– se desató una polémica en torno a unas encuestas que el Dane estaba realizando en varios colegios del país sobre prácticas sexuales y consumo de sustancias. El debate público estalló cuando el lunes por la mañana, en RCN Radio, una vicerrectora de un colegio, que prefirió conservar el anonimato —aunque reveló ser monja—, denunció que el contenido de la encuesta era inadecuado para niños de 10 y 11 años, edades en las que, ella aseguraba, se encontraban los estudiantes de sexto grado que también tenían que responder la encuesta.

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Las reacciones no se hicieron esperar. Varios representantes de colegios y de padres de familia manifestaron su inconformidad con las preguntas de la encuesta que incluían preguntas, por ejemplo, sobre contacto “pene-ano” o sobre la inserción de otro tipo de objetos en prácticas sexuales. El concejal de la Familia, Marco Fidel Ramírez, fue uno de los que se manifestó en contra de la encuesta. En un tweet de hoy, 20 de septiembre, escribió: “Preguntas a estudiantes amparadas en estadística oficial parecen elaboradas por pederastas corruptores de menores”. A su vez, el Senador del Centro Democrático, Daniel Cabrales, escribió en otro tweet: “vuelve y juegan con querer meterse con la sexualidad de nuestros hijos”.

Mientras unos se escandalizaban, el Director del Dane, Mauricio Perfetti, declaró en varios medios —como RCN Radio y La W— que entre los varios propósitos de la encuesta se encontraba el de identificar la magnitud de problemas como el abuso sexual y la pornografía infantil. Por tanto, aseguró Perfetti, el contenido de las preguntas no era desatinado y, por el contrario, apuntaba a medirle la temperatura a problemas reales que sería difícil identificar de otra manera. Y se armó de datos: el 7.5% de los menores de 13 años en Colombia ha tenido relaciones sexuales.

Si es o no desatinado, se lo dejamos a ustedes. El documento puede ser consultado al final de este artículo. Pero justamente eso (lo desatinado del lenguaje) es lo que levantó más ampolla en la opinión pública. Otros temas ––acaso más relevantes––fueron enunciados por distintos líderes de instituciones educativas. Fernando Vita, presidente de la Unión de Colegios Internacionales, Uncoli, dijo que en este debate deberían ser incluidos los padres de familia. Asimismo, se han levantado quejas acerca de la autonomía de los colegios y la línea que decidió cruzar el Dane al realizar estas encuestas: muchos hablan de multas que tendrían que pagar de no aplicarlas.


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Finalmente, y como para abrir la discusión, ¿no son necesarios esos datos a la hora de implementar una política pública en los colegios? ¿No se hacen necesarios si tenemos, por millón, casos como el de la joven del colegio bogotano, que se expuso, dicho por ella misma, a abusos sexuales? O, al contrario: ¿es ilegal preguntarle eso a un joven y dejarlo como muestra estadística? ¿El lenguaje está subido de tono para un menor de edad en bachillerato?

Si usted quiere ver la encuesta aquí la tiene. Juzgue por usted mismo.

http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/bolet…