En las pasadas elecciones, las nuevas formaciones políticas y la organización ciudadana le asestaron un buen derechazo (quizá deberíamos decir izquierdazo) al bipartidismo. Podemos entró en todos los parlamentos autonómicos e irrumpió con fuerza en las grandes ciudades. ¿Será esto el final de esa absurda división entre españoles “fachas” y “bolivarianos”?
Con esta patraña del voto secreto, uno observa de reojo, con la mosca detrás de la oreja, a la gente que camina por la calle. ¿Quiénes dejaron de votar al PP para apostar por Podemos? ¿Quiénes hicieron que algunas balanzas dejaran de inclinarse hacia las viejas propuestas? Entrevistamos a cuatro votantes que se atreven a dar la cara para contarnos cómo y por qué se recorre el -a veces largo, a veces corto, y en ocasiones doloroso- camino que va desde la derecha hasta las nuevas propuestas de izquierdas.
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Francisco Pérez Huertas, 44 años. Vive en Jumilla, Murcia. Editor literario y contable. Votaba al PP y en las últimas elecciones votó a Izquierda Unida y Podemos.
VICE: ¿Podrías contarme qué estudiaste y a qué te has dedicado y te dedicas?
Estudié marketing en una universidad americana, en España. Después hice un máster de Distribución. Vengo del mundo de las empresariales. Pronto me puse a trabajar en un negocio familiar de asesoría fiscal. Trabajé como contable. Después decidí montar mi propio negocio. Me aficioné mucho a la poesía, quizás por lo aburrido que era mi trabajo. Y entonces monté un sello editorial. Ahora sigo trabajando en la asesoría fiscal, pero también tengo la editorial.
¿Qué se votaba en tu familia?
Mi familia ha sido siempre de derechas, conservadora. Yo también votaba siempre al Partido Popular porque pensaba que hacía un mejor aprovechamiento de los recursos. Una cosa que tengo ahí enquistada es que no soy capaz de votar al Partido Socialista. No puedo. Les tengo mucha manía. Será porque me han educado así. Muchas veces esto es algo que te viene de familia. Si los padres son de una cosa, es muy difícil que te encuentres lo contrario en los hijos. Otra cosa es si a tus hijos les enseñas a ser capaces de cambiar, a escuchar. Yo aprendí por mi cuenta a escuchar otras opciones.
¿Qué periódicos lees?
No leo muchos periódicos, porque, por mi trabajo, tengo que leer muchos manuscritos de poesía. Lo que leo de prensa es sobre todo prensa local, como por ejemplo el Siete Días Jumilla. No solemos comprar El País, el ABC y periódicos del estilo. Seguimos las noticias por televisión cuando podemos.
¿Qué piensas de la monarquía?
Yo era monárquico. Y bueno, creo que ahora me sigo considerando monárquico, pero creo que la monarquía tiene que ser mucho más austera de lo que es. No se pueden gastar el dineral que se gastan. Y el tema de las pensiones es un tema que me está empezando a reventar. Entiendo que la Constitución ampara al Rey, que se hizo para protegerle a él y a los partidos políticos, pero la monarquía la ha utilizado para beneficiarse, para crear, precisamente, como dice Podemos, un sistema de castas. Y los políticos también entran ahí. ¿Cómo puede ser que Zapatero no sepa lo que cuesta un café? A los políticos el café les sale más barato, es una cosa increíble.
La gran pregunta: ¿Por qué votabas al PP y ahora votas a Podemos?
Fue poco a poco. Todo empezó con el 15-M. Estábamos en Madrid mi novia y yo y empezamos a ver ese movimiento con muchas nuevas ideas. Ahí empezamos a no ser tan reacios a ese cambio. Vimos un movimiento cultural e intelectual muy interesante. El 15-M lo comenzaron unos escritores. Eso nos atrajo mucho.
Y el cambio se terminó de producir cuando empezamos a ver la corrupción y cómo la crisis está afectando a todo el mundo: autónomos, trabajadores… A todos salvo a los políticos, al Rey… que no se ven afectados por la crisis. Aunque también se les congeló el sueldo han sido los menos afectados por la crisis. Pero al ciudadano de a pie, que está inflado a impuestos, lo han dejado de lado. Además, han recortado presupuesto en cosas en las que no se puede recortar.
¿Cómo te definirías políticamente?
No me definiría de ninguna manera. Sólo te diría que quien no es capaz de cambiar el voto no es capaz de decidir el futuro de su país. Es decir, los que votan siempre al Partido Popular o al Partido Socialista, esos no definen absolutamente nada. Votar al PP o al PSOE es lo mismo. Ellos no son los que se están apretando el cinturón. Afortunadamente, ahora hay otras opciones.
¿Qué aspectos políticos crees que deben ser modificados?
Uno de los temas que me parece fundamental es el tema de los bancos. No es normal que a una persona que no puede pagar no le den algún tipo de facilidad. La flexibilización de los créditos es una cosa que se puede cambiar. Los bancos siempre han tenido beneficios, hombre. El problema es esa picaresca española. Yo creo que el que tiene que cambiar es el hombre, no tanto cosas concretas. El hombre tiene que ser capaz de mantener su palabra. Ahora se ha perdido la capacidad de la gente de mantener su palabra, y esto va desde los políticos a los ciudadanos de a pie. Tenemos que pensar que nosotros somos un ejemplo para los demás. Si no, la sociedad no avanza.
¿Crees que la izquierda ofrece soluciones a esos problemas?
La verdad es que, pese a todo, tengo una pequeña desilusión con Podemos. En Podemos Jumilla ha habido bastantes problemas con casos de gente que se otorgaba un poder desmedido, y seguro que esto no ha ocurrido en Jumilla solamente, sino en muchos más sitios. De alguna manera, Podemos está siendo también un poco secuestrado por Pablo Iglesias. Hay como dos tendencias: Monedero e Iglesias. Monedero estaba más a favor de los círculos sociales. En ese sentido, a Podemos yo lo veo cada vez más parecido al resto de partidos. Por eso en el ayuntamiento al final no voté a Podemos, sino a Izquierda Unida. He votado a Podemos en las autonómicas.
¿Has comentado este cambio de voto con gente de tu entorno?
Sí, lo he dicho hasta por la radio. He dicho que yo era un votante de derechas que ahora estoy con Podemos, porque creo que son los que ofrecen las mejores soluciones a los problemas de hoy.
¿Has sido activo políticamente en algún momento?
No me considero de Podemos, pero he estado en el círculo de Podemos de Jumilla viendo un poco lo que se hacía. Y en algún momento he tenido que salir en defensa del círculo porque me lo han pedido. Pero la verdad es que nunca he sido una persona que tome partido en política. De hecho, en mi editorial se publica a la gente independientemente de si son de derechas o de izquierdas.
¿Sabes qué votarás en las elecciones generales?
Estoy dudando entre Podemos y Ciudadanos. Lo que tengo claro es que será una opción nueva. Nada de PP o PSOE.
¿Crees que volverás a votar al PP en algún momento?
Si desaparece toda la corrupción, si se ve un cambio en ellos, quizás. Pero no sé si eso es posible. No lo sé. Lo que sí sé es que ser acérrimo de una tendencia no sirve para nada. Cuando cambiamos es cuando realmente estamos ejerciendo nuestro derecho a decidir.
Juan Antonio Herreruela, 60 años. Vive en Madrid. Es ex empresario del sector del automóvil. Actualmente es músico en hoteles. Votó a UCD, PSOE, PP. Ahora vota a Podemos.
VICE: ¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional?
Empecé a dedicarme a la música a los 21 años. Después me vinieron muchas responsabilidades, así que dejé aparcada la música, oposité para el automóvil, y ahí empezó mi carrera en ese campo. Estuve en varias empresas, pasando por Citroen, por Seat… Estuve como vendedor, como jefe de ventas, como gerente… hasta llegar al 92, que en ese año empecé a dirigir empresas del grupo Wolkswagen-Audi. En el 94 di el salto y dije “bueno, ya sé un poquito de esto”, y empecé a dirigir mi propia empresa de coches en La Vaguada.
¿En qué medida te afectó la crisis?
Llevé adelante mi propio negocio del automóvil y llegué a tener quince personas trabajando a mi servicio. Así fue hasta 2011, que es cuando tuve que cerrar las puertas. Yo en aquel momento manejaba unas cifras de negocio importantes, tenía una casa grande… y eso, para los bancos, era muy goloso. Hasta eso momento, yo tenía créditos, pero eran cosas discretitas, nada fuera de lo normal. De pronto vi que los bancos me ofrecían de todo. Era muy común, sobre todo entre los pequeños empresarios, que picáramos, por así decirlo, en ese ofrecimiento de dinero fácil. Esos créditos te los daban cuando no te hacían falta.
Después hubo un momento en el que realmente me hizo falta pedir un crédito. Fui a Banesto y les dije: “Oye, yo necesito reflotar mi empresa”. Y ahí me dijeron: “No, mira, es que ya estamos en un índice de riesgo”. Y te lo denegaban. Ellos ya sabían bien lo que iba a pasar en el país. Nosotros aún no teníamos ni idea. Parecía que venía una tormenta económica, pero nunca imaginamos que fuese de tal magnitud.
Me embargaron la casa, me denegaron todos los créditos… Yo fui de banco en banco intentando solucionar esto, pero todos me daban la espalda. Y ahí fue cuando tuve que cerrar el negocio. Me vi con 57 años sin posibilidades laborales. El negocio de la automoción estaba acabado, y si buscaban personal, era a gente joven a la que le iban a pagar cuatro duros. Es lamentable que los bancos nos hayan dejado a muchísima gente de esta país sin casa, y que después los hayamos tenido que rescatar.
Por suerte, yo nunca había dejado del todo la música, y ahí estoy ahora. Estoy de mala manera, claro, porque lo de una carrera musical ya es impensable. Toco en restaurantes grandes, en hoteles, para amenizar cenas, eventos, etc. Como mi vivienda me la embargaron, ahora vivimos mi mujer y yo en casa de mis suegros. Los bancos me piden una cantidad inmensa de dinero por los intereses. Tenemos un problema. Yo con esto no sé qué va a pasar.
Con todo esto que has vivido, ¿crees que un cambio político puede traer la solución?
Yo creo que ahora mismo tenemos el país que nos merecemos. Llevamos 35 años de democracia, de los cuales 33 con bipartidismo. Esto no es bueno. Creo que ahora la nueva generación es muy sabia y está muy preparada. Creo que actualmente, más que políticos, se necesitan gestores que gestionen este país. Hasta ahora no hemos sabido elegir los políticos. Nos daban una charla y nos la tragábamos. No veíamos ni izquierda, ni derecha, no veíamos nada. Ahora parece que el pueblo ha madurado a base de golpes. El que ha podido se ha salvado, y los que no, nos hemos ido a la mierda.
¿Cómo te definirías políticamente?
Si me preguntas de qué lado voy ahora, después de todos estos años, pues evidentemente voy muy a la izquierda. Voy muy a la izquierda porque me apetece lo que me están diciendo, porque veo que es más creíble. Creo que están más preparados, cosa que antes no miraba. Yo antes no miraba qué preparación tenía un candidato. Rita Barberá, miras su currículum, y no tiene nada. Rosa Díez tiene el secretariado nada más. Y el ministro Blanco lo mismo. Ahora veo a Podemos y veo que a ellos no les vale cualquier cosa.
¿Qué cambios crees necesarios?
No estoy de acuerdo, por ejemplo, en que las legislaturas duren cuatro años. Así todo queda fuera de control. No se puede dar tanta cuerda. Creo que deberían ser legislaturas de dos años, y al cabo de cada año deberían hacerse auditorías dirigidas por el pueblo. El PP no permite estas auditorías. Por eso ahora están acojonados de que les levanten el culo, ya que tienen mucho escondido. El pueblo tiene que madurar mucho para hacer frente a estas cosas. Ahora, la nueva generación de políticos, que son los mismos que han hecho el botellón, saben mucho de política y están muy preparados.
¿Cómo ves las cosas dentro de unos años?
El pueblo ya está muy cansado, están muy quemados. Incluso los votantes del PP. Yo fui votante de UCD, del PSOE, del PP. En aquel momento iba todo como iba y nos valía cualquier cosa. En este momento hemos aprendido la lección y somos más exigentes. Ahora ya no nos la cuelan. Hasta ahora no había gran cosa donde elegir.
En cuanto a mi situación, no sé qué va a pasar. Yo, como siempre fui autónomo, no tengo derecho a paro, no tengo ninguna ayuda. 30 años cotizando y no me dan nada. Me dicen que para recibir ayudas me tengo que dar de alta 6 meses mínimo. Que me digan dónde voy, que yo voy a trabajar. Hace poco estuve trabajando en una sauna gay, limpiando. Mi hijo se tiraba por los suelos de la risa.
Rocío Peñalba, 38 años. Vive en Madrid y es ingeniera aeronáutica. Votaba al PP. En las últimas elecciones votó a Podemos.
VICE: ¿Cómo te definirías políticamente en este momento?
Me definiría de desilusionada a un poco ilusionada. No tengo clara una tendencia política. Sí que tengo claras las cosas que no quiero. A nivel económico, el liberalismo ahora mismo a la sociedad no le va bien. Dejar que en el sector financiero se haga lo que viene en gana deja a los pobres más pobres y a los ricos más ricos. Ahora mismo no se puede privatizar todo lo público. Cuando no hay clase media, sino sólo clase alta y clase baja, hay que proteger un poco a las personas más desfavorecidas. Yo tengo suerte, siento que soy una privilegiada en ciertos aspectos: tengo trabajo, gano un buen sueldo, tengo vivienda de alquiler. Pero esos dos puntos me han hecho no votar al PP en las últimas elecciones.
¿Qué opiniones políticas hay en tu familia?
Yo pertenezco a una familia de derechas. En mi familia siempre se ha votado al PP. Nadie es mejor ni peor por lo que vota. Ellos siempre se han sentido seguros con esa opción. Yo voté dos veces a Gallardón.
¿Cuándo se produjo ese cambio en tus ideas políticas?
Fue cuando me di cuenta de que, económicamente, las cosas no iban a arreglarse si seguíamos así. Creo que hay que proteger a los más débiles: a los autónomos que quieran crear una empresa, a gente que tenga que pagar su piso… Toda la política económica, desde la reforma laboral hasta las privatizaciones, me ha hecho cambiar de modo de ver las cosas. Y luego también por el tema de la corrupción. Eso fue la guinda del pastel. También fue porque aquí en Madrid, te metías en la página del PP y su programa era una hoja en blanco. No se puede confiar en alguien que no presenta programa, no es serio.
La verdad es que me produce un poco de pena, porque cuando ves que en un partido en el que siempre has confiado, ahora todo vale y todo el mundo se ha metido en el bolsillo todo lo que ha podido, pues te da un poco de tristeza. Creo que hay que dar una oportunidad a la gente nueva que viene con ilusión y que pueden hacerlo bien.
¿Qué te llamó la atención de Podemos?
La verdad es que su programa me parece un poco utópico. Al fin y al cabo, como los programas no se cumplen, por lo menos que tengan buenas intenciones.
¿Qué reacciones produjo en tu entorno tu cambio de ideas?
Mis padres son más de derechas, pero siempre han respetado lo que votamos. No me gusta discutir de política, la verdad. A mí me parece bien lo que la gente piense, lo respeto.
¿Cómo ves el futuro del país?
Creo que económicamente, como todo son ciclos, la cosa puede ir mejorando. El problema es que la pequeña mejoría que está habiendo no se está reflejando en la sociedad. Los trabajos siempre son trabajos de mala calidad, sigue habiendo mucha gente sin casa. Ahora mismo el crecimiento se está viendo en las empresas y en los mercados, pero no en la gente. Aún queda para eso.
¿Qué votarás en las elecciones generales?
Creo que votaría a Podemos, aunque todo depende de su programa y su campaña. Creo que la campaña es muy importante. Esperanza Aguirre, en mi opinión, ha hecho una campaña ridícula. Aparte de que no tiene programa, que eso ya me parece como que se lo están tomando a risa. Solo se ha focalizado en el miedo, en lo mala que era Manuela Carmena. Lo que ha conseguido es que todo el mundo haya puesto el ojo en Carmena y se hayan dado cuenta de que es una buena profesional, con talento, trabajadora. Lo que ha hecho Carmena, es decir, hablar de sus propuestas en lugar de arremeter contra la oposición, es algo que debería ser lo normal, pero estamos tan poco acostumbrados que nos resulta insólito. A mí me ilusiona. Independientemente de quién esté en el poder, hace falta un cambio.
Valentín Estruch, 34 años. Es valenciano, pero vive en Grecia. Es licenciado en Humanidades. Siempre ha votado al PP. En las penúltimas y últimas elecciones, ha votado a IU y a Compromís.
VICE: ¿Cómo ha sido tu carrera profesional?
Estudié Humanidades. Ahora vivo en Grecia y trabajo en un call center y doy clases de español.
¿Te ha afectado la crisis?
Pues ahora mismo estás hablando conmigo y me estás llamando a Grecia, así que sí. Haces una carrera, te preparas, tienes idiomas, y te toca vivir exiliado. En un par de meses vuelvo a España a ver si tengo suerte. Mi pareja, que es venezolana, también quiere irse a España. Soy optimista, aunque sé que las condiciones laborales no van a ser muy halagüeñas.
¿Cómo pasaste de votar al PP a votar a Compromís?
Empezar a estudiar la carrera de Humanidades me abrió un poquito la mente. También me cambió el viajar fuera. Viví en Rumanía, en Canadá, y ahora en Grecia. Desde fuera se ve todo con otra perspectiva. Ahí me di cuenta de cómo se ve desde fuera la Comunidad Valenciana. Poco a poco me fui informando más y me fui dando cuenta de la burbuja en la que vivimos los valencianos.
¿Vienes de un entorno que votaba al PP?
Absolutamente. Herencia familiar. Mi abuela siempre ha votado al PP, a mi madre creo que en las últimas la he convencido de que no vote al PP, pero también ha votado al PP toda la vida. Mi familia es muy católica también, y eso también ha marcado mis opiniones durante parte de mi vida. Con la familia de mi padre no puedo ni hablar del tema. Viven con ese temor de que salga Podemos. Con la otra parte de la familia, me respetan, pero siguen votando al PP. Y seguirán.
¿Cómo te definirías ahora mismo políticamente hablando?
En un punto entre comunista y anarquista. Comparto ideas de los dos. Tampoco me quiero definir de una manera específica, pero tengo ideas que irían por esos dos caminos.
¿Qué piensas de la monarquía?
Soy republicano. Me parece inaudito que siga existiendo la monarquía.
¿Qué aspectos crees que podría solucionar un gobierno de izquierdas?
El tema de los desahucios, por ejemplo. Y luego sobre todo siento que hay una necesidad urgente de políticas sociales para ayudar a sectores más desfavorecidos. También veo necesario que haya un reparto más justo de la riqueza.
¿Crees que podrías volver a votar al PP algún día?
No. Es lo que te comentaba de la burbuja de la Comunidad Valenciana. Estando dentro te parece todo bonito, votas sin tener mucho conocimiento de causa… Pero evidentemente, ya es imposible que pueda volver a votar al PP:
¿Sabes qué votarás en las elecciones generales?
Sí. A Podemos.