Dependiendo de dónde vivas, el verano puede ser algo difícil de enfrentar. (Se me ocurre Londres, particularmente, y después algunos grises días de julio en la Ciudad de México).
Despiertas con el sol brillando a través de tus cortinas, te pones tus mejores bermudas y esas sandalias nuevas, todo, para que llueva por la tarde.
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Quizás deberíamos empezar a poner atención en las ciudades que de hecho tienen un verano real (al contrario de las seis semanas de sol esporádico) en busca de consejos que ayuden a mantenernos frescos durante los meses más calientes.
Como por ejemplo, Oaxaca en México. Cuando la temperatura aumenta, los habitantes empiezan a beber agua fresca. Estas bebidas suaves están hechas de una mezcla de agua helada y frutas de temporada, se venden en puestos callejeros a lo largo y ancho del país.
Emma Woodward estaba tan inspirada por este dulce brebaje durante un viaje a la Ciudad de México hace ocho años, que anotó tantas recetas como pudo de los vendedores locales. Una de sus favoritas es esta versión extra frutal, hecha con una piña entera, jarabe de agave y un toque picante de jalapeño.
Sírvela en una bolsita de plástico para tener la experiencia mexicana completa o bébela directo del vaso de la licuadora para refrescarte inmediatamente.