Artículo publicado por VICE Colombia.
Este martes 8 de enero, el día del año en el que la gente por fin retoma la rutina y abandona la actitud vacacional de diciembre, la noticia de una valla en Miami nos llegó a varios como el símbolo de que la rutina también llega con las amarguras de este país de hacendados y sirvientes.
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Peor, que las amarguras nunca se fueron. Que la amargura ha estado ahí quién sabe cuánto tiempo, igual que la valla.
Según la foto publicada por el periodista Yohir Akerman, en el condado de Miami-Dale, en una ciudad llamada Doral, en Florida, existe una valla con la cara del senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez al lado de las palabras “Uribe es Colombia”.
Por allá, donde Colombia parece estar lejos y ser ajena, alguien se tomó el trabajo de poner una valla para decir que todo un país —la gente que vive en él, su geografía, todo lo que podría ser parte de la identidad entera del territorio— es representado por un solo sujeto: Álvaro Uribe.
¿Quién hace eso? ¿Quién se toma el trabajo de pagar una valla con un mensaje tan totalitarista y ramplón? ¿Por qué lo hace ahí, además, en Doral? ¿Y quién está dispuesto a financiarla en un momento en el que no parece ser útil? Es decir, no hay elecciones, aunque por otro lado Uribe está siempre en el centro de la coyuntura, un lugar desde donde agita a su siempre creciente fanaticada.
La primero es que Doral tiene una población predominantemente latina: el 79 por ciento de la población de la ciudad es latina, un número que supera el promedio de latinos en la Florida (29 por ciento) e incluso el promedio del condado de Miami-Dale (69 por ciento). Y aunque la mayoría de ellos son venezolanos —el 20 por ciento de la población total—, la ciudad también tiene una gran presencia de colombianos. Así que la existencia de la valla en esa ciudad no es azarosa.
En cuanto quién puede estar detrás de la valla, la publicidad da una pista: CAPAC, unas siglas que traducen Colombian American Political Action Committee, una organización de la que no se encuentra nada en internet pero de la que sí se encuentran algunos de sus miembros.
Uno de ellos es Fabio Andrade, cuyo perfil en Twitter —desde el que además retwittea los mensajes de navidad de Abelardo de la Espriella— indica que CAPAC es un grupo de incidencia política, además de identificarlo a él mismo como consultor de aviación y estratega de CAPAC. En su página de internet, Fabio Andrade afirma que vive en Weston, Florida, que es el fundador de Américas Community Center, una ONG que, dice la página, provee servicios humanitarios para la comunidad inmigrante y que es el Director Ejecutivo de FAAC, una consultora que “ayuda a compañías a entrar a mercados latinoamericanos”.
Por otro lado, Fabio Andrade se identifica, en la misma página, como un apasionado de la política y un integrante activo del Partido Republicano, eso queda claro también con las fotos en el sitio web de Andrade con Mike Pence —el vicepresidente de la administración Trump— y con el senador Marco Rubio, un político republicano que se ha caracterizado por estar a favor del uso de armas en Estados Unidos y que llega a la prensa por sus polémicas declaraciones. Dentro de los servicios que dice ofrecer con su consultora FAAC están los “servicios políticos”, que según la página incluye conectar a las organizaciones, los clientes, con quienes toman decisiones clave para ayudar a “dar forma a la política local, regional o nacional”.
Por otro lado, en varias publicaciones de su cuenta de Instagram queda clara la afiliación de Andrade con el Centro Democrático: además de fotos en las que usa parafernalia del partido del Senador Uribe, tiene fotos con varios de sus integrantes: Francisco Santos, Alejandro Ordóñez y el mismo Uribe. Y en una publicación del 11 de octubre de 2018, Andrade puso una foto de la infame valla, en la que no solo le agradece a CAPAC sino a varios otros “colombianos en el exterior”, incluyendo a un Milton Miranda y a un Fernando García.
La segunda persona que se encuentra asociada a CAPAC es Camilo Duarte, un hombre del que solo se encuentra su perfil de LinkedIn. En él, Duarte se identifica actualmente como fundador y socio Strategic Training Systems LLC, una consultora de seguridad gubernamental y privada que en su página de internet describe y promociona el uso de armas no letales y ofrece servicios a empresas y gobiernos en temas como ciber-seguridad y servicios de polígrafo.
Esa es una cara, la otra es la vinculación de Duarte a dos empresas dedicadas al entretenimiento: una productora que realiza un programa de televisión estadounidense llamado “Puerta Astral”, la otra es una compañía que representa a celebridades, políticos, astrólogos, artistas, entre otros.
En medio de ese pastiche profesional, Duarte afirma que ha apoyado en logística a las Fuerzas Armadas de Colombia en épocas de posconficto en el “diseño y la implementación de una estrategia no letal”. También afirma ser el presidente de CAPAC, cargo desde el que le presentó al gobierno colombiano un proyecto para congelar y repatriar los recursos de los “terroristas colombianos” en el exterior. Eso es todo.
Los perfiles de los dos hombres parecen condensar intereses políticos mezclados con empresas que van de la atención a migrantes, la consultoría en seguridad privada y gubernamental, hasta el mundo del espectáculo. Y si la publicación de Instagram de Andrade, octubre de 2018, corresponde a la fecha de aparición de la valla —que él pide hacer viral—, siguen quedando preguntas sobre el momento de su aparición. ¿Qué propósito cumple poner esta valla en octubre? ¿Es solo una muestra más de la pasión desaforada de la fanaticada de Uribe? ¿O podría ser por el contrario un indicio de movimientos subterráneos entre caudillos y seguidores?
Y no deja de inquietar que CAPAC, siendo una organización que parece ser apenas una agrupación de la sociedad civil, sea una entidad sobre la que se encuentra muy poco y que se siente casi de carácter privado. Quién sabe hasta dónde se extienden los alcances del Senador Uribe y su partido el Centro Democrático.