Música

Esta es la historia detrás del himno electrónico de Colombia

*Ilustración: Le Curse.

Artículo publicado originalmente en Thump.

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Cuando en Colombia el reloj marca las 6:00, es imposible diferenciar una emisora de otra: las trompetas de la melodía compuesta por el italiano Oreste Sindici, por allá en 1887, comienzan a sonar. Desde 1995 y con el propósito abrirle cabida en la vida de los colombianos a uno de los símbolos patrios, el Himno Nacional de Colombia suena cada 12 horas en todas las estaciones radiales del país.

¿Pero si todas las emisoras transmiten lo mismo a la misma hora, cómo competir? A la gente de La X Electrónica en Medellín se les prendió el bombillo. “Hagamos un himno en versión electrónica”. Era el año 2003 cuando Darley Benítez y Checho Cano, en ese entonces los directores de la emisora, contactaron a Juan Diego Noizzer aka DJ Noizzer, uno de los artistas institución y más respetados del trance en Colombia, para realizar este trabajo.

“Junto con Robinson Valentti, aka Rave, fuimos de los primeros colombianos en hacer sonidos trance que valieran la pena”, me cuenta Noizzer. Desde 1995 surgió su interés por la música electrónica. Escuchaba programas de Radio Francia, Radio Nederland, DW-Radio, Europarade, Europodium… “Arranqué desbaratando dos tocadiscos Riviera portátiles que había en mi casa y juntándolos en un pedazo de triplex para así tener un tocadiscos dual, obvio sin pitch”, recuerda. “A pura mano empataba lo que encontraba en discos de vinilo”.

Comenzando el milenio, en el año 2001 Noizzer y Rave tenían tracks que llegaban al puesto número 1 en el ranking de La X Electrónica. “Debido a eso conocimos a la gente de la emisora, a Darley Benitez y Checho Cano. Me llamaron con la idea que tenían de hacer un edit del himno nacional en versión electrónica”.

¿Darley Benitez y Checho Cano te pidieron asesoría sobre cómo innovar en el tema del himno o simplemente te pidieron que lo hicieras?

La idea fue 100% de ellos, querían hacer el himno nacional en versión electrónica para La X 103.9, yo solo fui el medio para que ellos pudieran hacerlo con mis servicios de producción. En ese entonces también hacía promos de radio y locución, todo lo relacionado con audio y video. Es muy habitual cuando trabajas como productor que te lleguen trabajos hasta de colegios porque necesitan cambiarle el ritmo a ciertas canciones para presentaciones especiales y cosas así.

¿Qué pensaste cuando te llegó la propuesta, cuál fue tu reacción?

Como yo trabajo en estudios de grabación y mastering sé que cualquier proyecto de audio se puede realizar. Lo que uno piensa es en hacer bien el trabajo de audio para quien lo necesita. Pensé como negocio que bacano hacer el himno, pero como productor no se me hubiera ocurrido.

Por esa época, fue una muy buena idea innovadora por parte de La X. Como productor, nunca se me hubiera pasado por la mente explotarlo o promocionarlo bajo alguno de mis akas. Pero aplaudo la idea por parte de ellos de querer innovar y mostrar el himno de una forma distinta, así como hizo Juanes con su versión de rock.

¿Y cómo fue el proceso de transformar un símbolo patrio?

Bueno tengo entendido que mientras no se use en forma comercial, no hay problema en hacer una versión de algún artista o canción y regalarla o mostrarla al público, igual ellos como emisora creo que tienen más conocimiento sobre si se podía emitir sin problemas o no. El trabajo no es un remix del himno nacional. Lo que hicimos fue coger las mismas notas de base del himno y cambiarle la base a una electrónica.

¿Técnicamente cómo fue la vuelta?

Fue mas bien un edit donde no se aportan ideas de composición nuevas, se usaron todas las notas del himno solo que con diferentes sonidos, un remix es cuando aportas ideas nuevas en las armonías, acompañamientos, etc. Fue un trabajo sencillo, corto y un poco hecho con las uñas. En 2003 eso no era tan fácil como lo es hoy en día. En ese entonces para sincronizar un loop tenías que hacer cálculos matemáticos. Para ese himno utilicé un secuenciador Full Mix Tracker y edité en Adobe Audition, en ese entonces se llamaba Cool Edit.

Por esa época recuerdo tenía la primera versión del Cool Edit, y un secuenciador de 8 canales que era gratuito y muy limitado. En el Cool Edit tenías que hacer cálculos matemáticos para sincronizar solo un loop, yo sampleaba en un sampler análogo Numark de 40 segundos, no es como hoy en día que todo está prácticamente hecho: bajas una plantilla y ya eres “productor”.

¿Cómo fue la reacción de la gente cuando entregaste el producto?

A los de la emisora les gustó. Lo que querían era el himno con base electrónica y eso recibieron. Comenzaron a ponerlo a las 6 de la tarde y a la gente le gustó.

En esa época fue muy buena la respuesta, incluso supe de varios DJs que empezaron su set con el himno en festivales electrónicos como buen detalle patriótico. Hoy ya el himno suena a dance de la época clásica, para algunos puede ser un irrespeto, para otros algo innovador… pero como siempre, son los que nunca han aportado nada a la escena electrónica los que más critican sin conocer el proceso e historia de las cosas.

Creo que el hecho de que el himno nacional electrónico de Colombia lleve más de una década sonando en la radio habla mucho de la fuerza de esta escena en el país. ¿Cómo has visto la evolución de esta?

La escena electrónica en Colombia ha intentado crecer, pero no lo ha podido a hacer de a mucho. En vez de progresar en producción, muchos están haciendo cosas que sonaban mucho antes de lo que debería estar sonando ahora. No hay mucha amplitud de géneros. Aunque sí hay varios que se destacan a nivel internacional, el tema de la producción está un poco quedada.

Todos tiran a hacer lo más fácil y muchas veces resulta mal hecho, edits o bootlegs fuera de tono, no invierten en una persona para pulir su mezcla y mastering, cosas que son esenciales para tener un buen nivel en su producción.

Hay muchos proyectos que han intentado sacarla adelante, como MedellinStyle, Intelligent División, Landscape Festival, Radioberlin, Baum, Mansión Club y muchos otros, si hablamos de escena underground. Pero mientras no tengamos promotores con buen paladar musical y que no piensen solo en el dinero, seguiremos siempre en el mismo nivel (regular tirando a malo). Ellos se llenan de dinero trayendo a los artistas más comerciales, cosa que está bien, pero deberían aportar un poco a la cultura trayendo artistas y géneros nuevos, live acts, o que destinen un porcentaje de sus ganancias invirtiendo en cultura musical.

En fin… para mí, el himno es un aporte de todos los que llevamos décadas tratando de levantar la escena electrónica en Colombia. Puede ser bueno para unos y absurdo para otros, pero lo importante es que aportó algo.

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Siga a Vanessa aquí. Noizzer también tiene una academia para DJs en Medellín, la pueden seguir acá.