Comida

Este rincón culinario refleja la nueva movida de la Ciudad de México

Si Nueva York tuviera un romance con San Francisco o Los Ángeles y decidieran portarse mal en la Ciudad de México, el resultado sería Cicatriz Café.

Llámenme romántico, pero hay algo irresistible al sentarse en un café (solo o acompañado) y ver a la gente pasar, así como lo hacían los grandes artistas y bohemios de París a principios de siglo XX, quemando las horas entre pláticas mundanas, cafeína, filosofías, vino y mucha, mucha absenta.

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Es difícil definir por qué a solo 4 meses de su apertura, Cicatriz se ha vuelto uno de los puntos de reunión favoritos en su barrio. Quizás sea su ubicación atinada en el Parque Washington o el espacio, abierto pero a la vez íntimo; techo altos que permiten escurrirse a la luz natural sobre el tapanco y su encantadora barra. La atmósfera de Cicatriz seduce al peatón y lo invita a echarse un bocado, una copa de vino natural, un buen café o uno de sus cocteles (y si el tiempo permite muchas otras cosas de la carta).

Los hermanos Scarlett y Jake Lindeman de Nueva York y el capitán Julz Guerrero. Todas las fotos son del autor.

Detrás de Cicatriz Café hay una unión multicultural: una mexicana, un francés y dos hermanos migrantes estadounidenses, Scarlett y Jake Lindeman de Nueva York. El nombre del local traducido al inglés, es la abreviación del nombre de Scarlett, “Scar”. Dos artistas con su propio mérito. Scarlett radica en la Ciudad de México desde hace 3 años; a ella siempre le ha gustado intercalar la profesión de la cocina mientras escribe con certeza sobre gastronomía; en especial la mexicana, colaborando con varias publicaciones importantes como Eater y el ya difunto Lucky Peach.

“Siempre he tenido un romance con México” confiesa, “el lenguaje en las cocinas neoyorquinas es el español, así que tenía un gran interés por conocer más. Todos los mexicanos con los que compartí cocina fueron de lo más genuinos y trabajadores. Visité la Ciudad de México un verano y no voltee hacia atrás”.

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Después del enamoramiento de Scarlett con la capital mexicana, su hermano Jake empezó a hacer algunas visitas y quedó cautivado. “Para mi, México es una ciudad inmensamente cosmopolita, accesible, pero a la vez retadora, ya que nuestras culturas son muy distantes”.

Las galletas y el pan son de las especialidades de la casa (la de peanut butter es espectacular).

Al poco tiempo, ambos discutieron la posibilidad de abrir un restaurante aquí, ya que los costos para vivir y emprender en Nueva York eran imposibles, razón que ha hecho a muchos extranjeros, como ellos, voltear hacia nuestro país.

Jake opera actualmente —con maestría— la barra de Cicatriz; es fotógrafo de profesión (todo el contenido visual de Cicatriz es de su autoría) y asistió en muchas producciones comerciales en La Gran Manzana mientras a la par trabajaba como mesero, así que ambos hermanos siempre han estado expuestos al ambiente restaurantero.

Zanahorias rostizadas, con tahini yogurt y salsa macha.

Scarlett define la cocina de Cicatriz como Nueva Cocina Americana, platillos simples con ingredientes mexicanos. “Son platos que nosotros buscamos y nos gusta comer, como una buena ensalada o un sándwich. Es un privilegio poder jugar y experimentar con todos los ingredientes que hay en los mercados mexicanos. ¡La fruta! En Nueva York un mango cuesta 5 dólares, y usualmente es una mierda.

Y agrega: “Lo interesante para mi es venir con una visión foránea y experimentar con ingredientes mexicanos. Por ejemplo, en la carta tenemos las zanahorias rostizadas, con tahini yogurt y salsa macha”.

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Tal vez el éxito de Cicatriz radique en la honestidad. “Somos un equipo apasionado que disfruta de las cosas simples, pero bien cuidadas”, dice Jake. Y esto se ve reflejado en la carta minimalista. Desayuno, comida y “cena”, nada más.

Ensalada de Kale (Big Salad Kale).

Aquí no encontrarás frappes o descafeinados, solo café como se debe tomar. En el desayuno de 9 AM a 12 PM tendrás opciones como el pudín de chía, yogurt con granola y torta de huevo con papa, quelites y alioli. Aquí tampoco encontrarás interminables cartas de cerveza o vino. Cada selección es pensada detenidamente.

De 12 PM a 5 PM la carta ofrece un delicioso toast de aguacate, una rica ensalada de atún, aunque los platillos más interesantes son las albóndigas entomatadas con puerros fritos, la ensalada de kale, las zanahorias rostizadas y el abundante y grasoso T.L.J., un sándwich de tocino, lechuga, rodajas de jitomate y mayonesa, que en realidad es un excelente alioli.

Coctel Yoko: mezcal, toronja, Aperol y vino espumoso.

Y si un bebedor levantó su copa y dijo: “En algún lugar del mundo ya son las 5 de la tarde”, creo que se refería a Cicatriz, donde el mood de cafeína y laptops se torna en una sed severa, por así decirlo. Old Fashions dignos de Mad Men, margaritas, daiquiris peligrosos y creaciones cocteleras como el Yoko inundan la barra.

De 6 PM a 11 PM la carta cambia de nuevo y puedes encontrar vegetales encurtidos y uno de los imperdibles del lugar, el sándwich de pollo frito con col. Perfectos para absorber todo tipo de alcohol.

Sándwich de pollo frito con col (sólo disponible en la cena).

Quizás es innecesario comparar nuestros cafés y puntos de reunión con los de otros países; no somos el “nuevo Berlín” o el “Nueva York de los 80”, como muchas publicaciones repiten hasta el cansancio. La Ciudad de México siempre ha sido una excitante caldera de movimientos políticos, artísticos y, ahora con el enfoque mundial hacia nuestra cocina, gastronómicos. Y aunque la gentrificación en la ciudad está a la alza —como en La Juárez, uno de los barrios “afectados” por este fenómeno— hay algo en Cicatriz que hace sentir que siempre estuvo ahí. Es un verdadero “restaurante de barrio”, donde inevitablemente te haces amigo del bartender (Jake o Karina), de la chef Scarlett , de Julz Guerrero (el mejor capitán) o de las personas que frecuentan el café.

Interior de Cicatriz Café.

Una casa fuera de casa, donde puedes tomar un espresso y probar sus increíbles galletas e ir corriendo al trabajo; comer tranquilamente bajo los rayos del sol; o contarle tu miserable vida al paciente bartender, mientras te prepara cocteles letales acompañados de crujientes sandwiches de pollo frito.

En Cicatriz puedes empezar el día, continuar el día o acabar el día. El espacio te invita a no moverte, y simplemente disfrutar de los placeres cotidianos, pero necesarios de la vida.


Cicatriz Café: Dinamarca 44, Colonia Juárez, Ciudad de México.
Horarios: Lunes a domingo 9 AM a 11 PM (martes cerrado).