Música

Estéreo Picnic día tres: Colombia tu papá

Fotos por César Cesilio y Julián Gallo.

Durante tres días fuimos uno con la música, ella nuestro éxtasis y nosotros cuerpos llenos de gloria por el simple hecho de ser uno más entre los espectadores y poder presenciar momentos sublimes e incluso aún indescriptibles al ver encima de esos escenarios actos como Justice, The xx o Rancid el primer día, o The Strokes y Caribou el segundo. Podemos decir que todos cumplieron, que nos dejaron satisfechos.

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Y aunque el gran atractivo del festival haya sido lograr un line up con artistas de tanto peso, y a pesar  de que esta sea la razón por la cual gran parte del público asiste, tenemos que decir algo: en el día tres del Estéreo Picnic la casa representó.

Desde muy temprano fuimos testigos de una jornada en la cual pisar cada escenario era, de alguna manera, emprender un viaje a una geografía distinta del país, para abstraernos de la lloviznita y el insoportable frío bogotano y de momento aterrizar y contemplar una playa en Providencia narrada poéticamente por un lugareño como Elkin Robinson en quien reside una capacidad increíble para lograr pintar fielmente ese paisaje caribeño, o atravesar manglares en el Pacífico colombiano con Canalón de Timbiquí acompañados por la impresionante y poderosa voz de Nidia Góngora. Era pasar del bacile picotero y champetuo de Cartagena con Bazurto All Stars, a la experimentación desenfrenada de la psicodelia tropical capitalina con un Romperayo desatado en sabrosura o un Cero 39 en quien residía la capacidad de mezclar un Pacífico con un Caribe, un sonido sin frontera y sin etiqueta, pero qué cosa tan rica para moverse en la pista y cómo fueron capaces de calentarnos aún cuando el clima parecía no ceder. Dentro de ese mismo viaje sonoro que fue gran parte de la jornada, también fuimos testigos de un Quantic con un ensamble del que hacían parte personajes como Esteban Copete, Nidia Góngora, el León Pardo, entre otros, quienes podían tranquilamente pasar del folclor pacífico al free jazz, al vallenato, a una celebración que contagiaba uno a uno personajes con gorras de Martin Garrix que no tenían ni idea de lo que estaban presenciando y terminaban hipnotizados por su sonido.

En el tercer día Colombia fue tu papá Estéreo Picnic, y nos lo confirmó Totó La Momposina, quien desde su lugar en la tarima, a sus 76 años, con una sonrisa enorme y una voz increíblemente poderosa, nos fue soltando una a una canciones que hacen parte de su repertorio desde hace unas cuatro décadas y que muchos de nosotros entonamos orgullosos en su presencia, bailamos en el barro como si fuera arena, movimos sombreros vueltiaos y faldas imaginarias para demostrar que seguimos fieles a la raíz, que no la olvidamos, que seguiremos entonando “El Pescador”, “Aguacero de Mayo”, “Prende la vela” o “La candela viva” cada vez que sea necesario, que es algo que tenemos en la sangre, que nos hace latir el corazón más fuerte. A ella le debemos este espíritu gozador y estas ganas de bailar nuestro folclor en un festival donde los headliners son internacionales, donde se paga por ver lo de afuera, pero que en su último día demostró, no solo con Totó, sino con todos los locales, que el sonido de esta tierra también puede hacer temblar el piso, también puede convocar gente, también puede poner a corear al unísono a una masa.

En tu día de cierre Estéreo Picnic, Colombia fue tu papá.