Esto le pasa a tu pobre cuerpo cuando te excedes en la comida chatarra

Comer todo esto es como dejar caer una bomba dentro de tu cuerpo. Foto vía Wikimedia Commons.

Los seres humanos supuestamente comen de forma razonable. Esto es resultado tanto de la biología como de la ecología. Antes, la falta de recursos en el hogar neolítico promedio significaba que no importaba si devorabas la comida de un día en una sentada, a menos que quisieras añadir presión sistemática al resto de tu comunidad. Nuestra anatomía está diseñada para racionar la comida porque es lo más responsable. Y también porque las hambrunas a lo largo de la historia nos han enseñado que el desastre siempre está a la vuelta de la esquina y que es mejor que te acostumbres a tomar sólo lo que necesitas.

Pero claro, ahora, en el siglo 21, puedes ordenar un festín enorme de prácticamente cualquier restaurante a un radio de 20 km con unos cuantos clics en tu Smartphone. Un combo en McDonald’s incluye una hamburguesa, papas fritas, refresco y cuesta no más de 100 pesos. Eso es alrededor de 1,600 calorías sin incluir la bebida y se promociona como un tentempié nocturno.

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En épocas de menor abundancia, nadie sabía qué pasaba cuando comías tres veces tu porción calórica en una sentada porque no era muy probable que pasara. Simplemente no había suficiente comida. Estamos viviendo un privilegio histórico y a veces lo usamos para destruirnos a nosotros mismos.

Si comes chatarra llena de carbohidratos y azúcar, estás metiendo un montón de calorías a tu cuerpo de una sentada. Seguro ya sabes cómo funciona: el exceso de energía se convierte en grasa almacenada, lo cual provoca que subas de peso. Sin embargo, las repercusiones de un ataque de carbohidratos pueden ser mucho más graves.


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“Tu cuerpo responde con un aumento en los niveles de glucosa en la sangre y un aumento de insulina”, dijo Leah Caruso, dietista registrada y profesora en la Universidad de Buffalo que lleva 20 años estudiando dietética. “Esto es más común con azúcares simples. El azúcar en tu sangre se dispara y tu cuerpo libera insulina para tomar ese azúcar y llevarlo a las células”.

Cada cuerpo es único en la forma en que administra el azúcar en su sangre y Caruso dice que a algunas personas se les puede subir el azúcar comiendo alimentos ricos en carbohidratos, como el pan, y a otros les pasa si comen helado o refresco. Pero al final, los resultados son los mismos; una ola de glucosa entra a tu torrente sanguíneo, tu hígado produce mucha insulina y hay repercusiones en tu salud. Y todo empeora si agregas grasa al azúcar.

“Si ingieres mucho azúcar y mucha grasa en una comida, tu cuerpo produce triglicéridos”, explicó. “Los triglicéridos hacen que su sangre se vea opaca, blanca y grasa. Entonces, tienes todas esas cosas viajando en tu sangre por un período más largo de tiempo. Esto puede causar mucha inflamación en las arterias y, a su vez, causar enfermedades crónicas”.

Wahida Karmally es la directora de nutrición del Centro Irving de Investigación Clínica de la Universidad de Columbia y dice que comer alimentos altos en grasa y azúcar puede causar una enfermedad llamada “lipemia posprandial”, que es básicamente una cantidad anormal de lípidos grasos en la sangre. La hiperlipidemia, el término general para la enfermedad, puede desarrollarse naturalmente por la genética. Sin embargo, la variante “posprandial” se debe a un aumento específicamente vinculado a la sobrealimentación y, según Karmally, es un” factor de riesgo independiente importante para la aterosclerosis”.

Excederse en la comida chatarra no sólo tiene repercusiones físicas negativas. Caruso dice que llenar tu cuerpo con comida chatarra también puede acarrear patrones emocionales negativos. ¿Alguna vez te has sentido cansado o deprimido después de comer mucho? No es sólo porque te sientes culpable. Es porque se te sube el azúcar y por la bomba de insulina en el torrente sanguíneo.


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Eso, aunado al hecho de que los alimentos altos en grasa y azúcar pueden ser altamente adictivos, explica por qué algunos tienen problemas para romper el ciclo de comer en exceso una vez que se vuelve un hábito. La ingesta compulsiva puede causar un trastorno por atracón (o BED, por sus siglas en inglés), que es “una ingesta excesiva de comida que está fuera de control y ocurre regularmente”. El trastorno por atracón se ha convertido en el “trastorno alimentario más prevalente”, de acuerdo con este análisis de bibliografía que Karnally me recomendó, y es más común entre las personas que usan la comida como consuelo por la ansiedad o el estrés que padecen. El tratamiento para el trastorno generalmente consiste en identificar la raíz de esos problemas sicológicos. Desafortunadamente, según el análisis que citó Karmally, las personas que padecen el trastorno con frecuencia no son diagnosticadas.

“Los médicos de cabecera enfrentan dificultades para diagnosticar y tratar el trastorno por atracón por la falta de información sobre los nuevos criterios para el diagnóstico y por la falta de opciones de tratamiento”, dice en el análisis. “Además, las personas con trastorno de atracón pueden negarse buscar tratamiento por vergüenza y falta de información acerca del trastorno”.

Las cadenas de comida rápida a menudo se aprovechan de la adicción a los alimentos. Por ejemplo, el pollo frito de McDonald’s contiene 22 gramos de azúcar, lo cual lo hace mucho más nocivo y adictivo de lo que debería ser. Pero repito, estos son problemas bastante modernos. Por siglos, la mayoría de la gente estaba desnutrida y dependía de biosferas pequeñas y poco estables. Tenemos la suerte de vivir en una época donde la comida es abundante y es importante recordar lo fácil que es excederse.


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Pero, por lo visto, tendemos a olvidarlo. En el libro Thinner This Year, la coautora Jen Sacheck escribe que la famosa comida chatarra — las carnes rojas grasosas, los alimentos fritos, los granos procesados como el pan blanco y la pasta, la comida rápida, el helado y los dulces— representan “alrededor del 50 por ciento de la dieta estadounidense promedio” y que “un 35 por ciento de la ingesta calórica diaria promedio total proviene de azúcares añadidos y grasas sólidas”. Sacheck es profesora asociada de nutrición en el Centro de Investigación John Hancock sobre Actividad Física, y en Thinner This Year, explica exactamente lo que le pasa a tu cuerpo cuando lo llenas de basura.

Como dice Sacheck, ingerir mucha azúcar y grasa a la vez es “terrible para tu salud”. Tu cuerpo se vuelve loco, la grasa y el azúcar buscan desesperadamente un lugar dónde almacenarse” y en el camino “hacen mucho daño”. Si lo haces con frecuencia, esto hace que la grasa se acumule en tu vientre, “un área justo al lado de los órganos vitales, que es donde más daño puede causar”.

Probablemente conoces algunas de las repercusiones físicas y mentales de un atracón, que son desde una diarrea hasta una carnicería gastrointestinal, o una un bloqueo mental general. Algunas personas afirman que les da una resaca extraña no relacionada al alcohol, causada por la cantidad masiva de azúcar en las venas.

Estamos poniendo nuestros cuerpos en territorio inexplorado. La cantidad de comida a nuestra disposición es un regalo que implica responsabilidad. No necesariamente tienes que pensar en cómo tu alimentación puede afectar a tu comunidad pero sería bueno que pensaras en cómo afecta a tu propio cuerpo.

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