Más tiritas y menos wacoms: el arte urbano según Pau Sampera
Todas las imágenes cortesía de Pau Sampera

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Probando 2018

Más tiritas y menos wacoms: el arte urbano según Pau Sampera

'Yo sigo apostando por los que nos manchamos y nos cortamos las manos haciendo aquello que nos gusta. Me gustaría ver más tiritas y menos wacoms'.

¡Feliz 2018! De la mano de J&B queremos presentarte las propuestas más interesantes que llegarán este año en comida, bebida, música y arte urbano. Mantente al día de esta sección porque pronto daremos más detalles sobre la fiesta que se celebrará el 17 de enero para presentar en sociedad algunas de estas propuestas.

La primera vez que me topé con la obra de Pau Sampera en una galería fue allá por 2013 y en seguida me llamó la atención lo diferente de su trabajo, que mezclaba de forma brutal referencias de los libros de historia y del más puro street style grafitero. Cinco años más tarde, él sigue consolidando su discurso (y cada vez en países y plataformas más diversos) y apostando por la constante experimentación de técnicas, lo que le sitúa como uno de los artistas más relevantes de nuestra escena, con una voz muy válida y fundamentada para narrar lo que se ha vivido, y se va a seguir viviendo, en el panorama del arte urbano -por mucha grima que el concepto pueda dar a algunos y a falta de un denominador mejor-.

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Para saber qué es lo que más le ha llamado la atención a Pau de 2017 y hacia dónde nos lleva el 2018, sigue leyendo.

VICE: Pau, ¿cómo entiendes tú el denominado "arte urbano"? ¿Cuándo y cómo te empezaste a interesar por él?
Pau Sampera: Crecí en el extrarradio de Barcelona en los 90, justo donde el polígono termina y empieza el campo. Desde la ventana del cole (desde el parvulario) podía ver el muro de una riera en el que se pintaba graffiti a menudo. A los 8 intenté hacer un tag quemando una barrita de cera de las de sellar cartas. Ya de adolescente me interesé por el skate, el punk y en especial por el graffiti y derivados. Al final estudié Bellas Artes y actualmente expongo mi obra básicamente en galerías de arte, ferias, etc., usualmente lejos de casa.

Creo que el término "arte urbano" se usa en muchos casos para identificar todo aquello que deriva del graffiti, pero que no lo es (plantillas, murales, intervenciones urbanas, etc.). Pero en general, todos los intentos de dividir en categorías ciertas técnicas o procesos artísticos están quedando obsoletos, dada la interacción constante entre disciplinas que vivimos desde hace años.

Tu estilo ha sido entendido por algunos casi como "post-graffiti" y, como explicas, no se limita a los muros del espacio público, sino que entra en la galería de arte. ¿Es para ti un proceso lógico, o te sientes de alguna forma un pionero? ¿Cómo se mezclan los dos ethos , tanto intelectualmente como a nivel de técnica?
Creo que hay tantas formas de mezclar esos conceptos como gente interesada en lograrlo. En mi caso, trato de hablar sobre ciertos aspectos de la vida en la calle de un modo analítico o de observador que documenta. Intento ilustrar sutiles detalles o ciertas dinámicas sociales alrededor del mundo del graffiti, del skate, de la vida pasada en mi barrio, de un modo bastante autobiográfico.

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Entiendo que a veces tratar de meter algo salvaje en un espacio controlado, como puede ser una galería privada o un museo, pueda comprometer la esencia más pura de esa pieza. Es por eso que buscamos otros caminos de hablar de todo esto a través de una mirada externa, alejada del sujeto, proponiendo registros o escenarios en los que la acción se intuye por el rastro o ocurre de forma deshumanizada. También a través del humor o la idea de gag o meme, aunque la ironía es un arma complicada.

Para nada me puedo considerar pionero de esto, es un lenguaje que el mundo del arte lleva usando desde siempre.

En 2017, más que nunca, hemos visto cómo esas ideas preconcebidas de las que hablábamos se empiezan a difuminar. ¿Compartes esta percepción? ¿Por qué crees que este año se ha consolidado esta tendencia?
Es cierto que en general hay una puerta nueva para disciplinas de fusión de lenguajes o técnicas, cada vez con más apoyo y alcance (sobre todo fuera de nuestro extraño país).

Como causas entiendo la ultra inmediatez de la comunicación, las nuevas tribus urbanas (que son fusión en estado puro), el cambio generacional respecto al sentimiento de grupo o de pertenencia, que hasta ahora se identificaba más con lugares (sea mi ciudad, mis vecinos, mi país…) y ahora se empieza a basar en círculos de intereses en común, deslocalizados, mediante internet. Son ramas culturales y subgéneros, foros y medios especializados. Esos son mis nuevos vecinos, con los que hablo a diario, con quienes colaboro a veces, mi público y mi ocio. Creo que todo esto afecta directamente a la naturaleza aperturista de las nuevas tendencias o estilos en cualquier ámbito cultural.

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¿Qué otras tendencias has sentido, vivido o experimentado en el campo del arte urbano? ¿Qué otros artistas o piezas te han llamado especialmente la atención?
Hablando de graffiti, galerías y 2017, me siento obligado a mencionar a SAEIO PAL, gran maestro y para mí máximo exponente de toda esta movida, fallecido este año en París. No me cabe duda de que su obra será leyenda incluso en terrenos actualmente muy alejados del graffiti. No dejemos que toda esta magia muera con él. Peace And Love.

Y de ahí, al año que nos ocupa, 2018. Dado tu insider knowledge , ¿qué tendencias presientes que vamos a presenciar? ¿Y dónde, además, podremos encontrar ideas estimulantes, en la calle o en la galería?
No sé si tengo un conocimiento (ni insider ni outsider) sobre lo que va a proponer la gente, lo que está claro es que el arte no debería funcionar como la moda, casi con el sistema de colecciones verano/invierno de una marca de ropa. Creo que ese enfoque juega en contra de lo que se supone un proyecto artístico constante pero en continua evolución, buscando un crecimiento personal como artista y no un hit en el mercado de invierno.

Dicho esto, yo creo que todo seguirá en el mismo camino que hasta ahora, en la virtualización de la vida y todo lo que contiene. Tengo mucha curiosidad por ver qué pueden aportar la realidad virtual y toda esa tecnología basada en crear interacciones humanas en espacios físicos programados. Creo que muchos dejarán de saltar vallas para aprender programación, que será requisito básico para saltar las vallas futuras en los escenarios en los que nos vamos a empezar a encontrar. De todos modos, llamadme pureta, yo sigo apostando por los que nos manchamos y nos cortamos las manos haciendo aquello que nos gusta. Me gustaría ver más tiritas y menos wacoms.

¿De qué forma nos va a sorprender la mezcla de técnicas y cómo van a ser revisitadas? ¿Hay algún artista o colectivo en el que debamos poner especial atención?
Tenemos a músicos haciendo tatuajes, tenemos fotógrafos de moda cociendo cerámica, tenemos a gente del mundo audiovisual creando nuevas publicaciones. Resultados inesperados los habrá en todos los campos.

No puedo decir a nadie a quien seguir, pues mis gustos son muy específicos y esa chispa que le veo a ciertos proyectos otra gente la encuentra en otros. Mi consejo es dejar de seguir a cualquiera que se mueva básicamente por el dinero (venga de dónde venga) y empezar a fijarnos en propuestas mucho más íntimas y honestas, en esa gente incansable que busca expresarse aun sin los recursos profesionales para ello.