'F*ck, That's Delicious' es uno de los shows más representativos de VICELAND. En él, de la mano del rapero Action Bronson y sus inseparables compañeros Meyhem y Body, descubriremos programa a programa lo mejor de la comida: platos tradicionales e innovadores, de grandes chefs y de restaurantes de barrio y, sobre todo, de todos los rincones del planeta. Todo eso y mucho más en 'F*ck, That's Delicious'.
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Ayer se estrenó el show en España a través del canal Odisea. Por ello, nos hemos hecho con una copia del nuevo manifiesto de Action Bronson, 'F*ck, That's Delicious: An Annotated Guide to Eating Well' el libro en el que recoge algunas de sus reflexiones sobre la comida que ha ido descubriendo a lo largo de su vida y del programa, y que, como cabía esperar, es excelente. Aquí te dejamos un fragmento del libro, para ir abriendo el apetito. Recuerda que puedes comprarlo en IndieBound, Barnes & Noble o Amazon.
NOTAS IMPORTANTES
I. UN HELADO DE WWF WRESTLING EN EL PARQUE.
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II. AREPAS Y ZUMO DE MORA.
III. COMIDA PARA LLEVAR SOBRE EL CAPÓ DEL COCHE.
IV. CRISPIX Y LECHE DESNATADA
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V. EL SÁNDWICH PICANTE DE POLLO DE WENDY Y UN FROSTY.
VI. COMIDA ASIÁTICA EN AUSTRALIA.
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Llevaba hojas de lima, pimiento picante y cosas fritas, crujientes, saladas y dulces… Te metías una cucharada en la boca y no podías parar. La verdad es que uno de los mejores platos que he comido en Los Ángeles —en un sitio llamado E.P. & L.P.— fue más bien una mezcla entre australiano y asiático, porque lo hizo el chef Louis Tikaram, que es de origen chino-indio-fiyiano y vino a Los Ángeles desde Australia, donde creció. Uno de mis platos favoritos de allí fue el cuello de cordero ahumado, aderezado con hierbas como menta y albahaca, envuelto en hojas de lechuga y mojado en una salsa… Joder, estaba de locura, y comerlo fue como volver a Perth.Cuando estaba en los campamentos para perder peso, me dedicaba al tráfico de Big Macs y dulces… No estoy de coña, y como se lo digas a alguien, tú y yo vamos a tener un problema. Era en Camp Shane, en Nueva York, y era igual que en la película Pesos pesados. Una de las monitoras me traía siempre todo lo que le pedía, a veces en plena noche, y luego yo lo vendía: Snickers, pollo frito y, sobre todo, Big Macs. Obviamente, hubo niños que no perdieron nada de peso porque no hacían otra cosa que comer hamburguesas. Yo seguí el programa y conseguí perder casi 20 kilos. Aquella monitora se saltaba todas las normas éticas de la vida. Tenía 19 años y yo, 14, pero le dije que tenía 17. EL último día de campamento, perdí la virginidad con ella, en una habitación llena de chavales dormidos en literas. Fue increíble.Cuando era joven, los de Baskin-Robbins empezaron a vender helados de dos bolas servidos en minicascos de la Major League de béisbol. La gracia era coleccionarlos todos. Era como los Happy Meals, que te los pedías no por la comida, sino por el regalo que traían. De pequeño, mi sabor favorito era el de trocitos de vainilla, pero luego me aficioné al de trocitos de chocolate con menta, y desde entonces no he encontrado otro sabor que lo supere.Sunnydale Farms era una empresa de Brooklyn que, hasta 2005, vendía leche, zumos y té en envases con un diseño superchulo en todas las tiendas de Nueva York. Tenían té de limón y ponche de frutas, que era más adictivo que el crack. Solía tomarlos los días que había partido de balonmano: al acabar el juego, me iba a la tienda de la esquina y me compraba uno por 25 centavos, o gratis si lo cogías y salías corriendo.La última vez que estuve en Australia, comimos pollo frito y bebimos vino natural todas las noches. Era lo único que quería, me volví un adicto a esa combinación. Lo comprábamos todo en Belles Hot Chicken, un sitio especializado en vino natural y pollo frito al estilo de Nashville, que consiste en rebozarlo en especias secas una vez frito. Varios días después, encontramos un Belles Hot Chicken en Melbourne y nos alimentamos a base de pollo y vino natural también allí. Recuerdo que quedamos con el chef y sumiller coreano Kimchi Pete Jo en una azotea para que nos enseñara algunos de los mejores vinos naturales de Australia. Pillé una buena turca —pero de las que te ponen contento— y ese día el pollo frito nunca me supo mejor, porque el vino natural realzaba el sabor.
VII. BIG MACS Y CAMPAMENTOS PARA PEDER PESO.
VIII. BASKIN-ROBBINS Y MINICASCOS DE BÉISBOL.
IX. TÉ HELADO CON LIMÓN SUNNYDALE Y UN PARTIDO DE BALONMANO.
X. POLLO FRITO Y VINO NATURAL.
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XI. COMIDA CHINA DE BARRIO Y CIGARRILLOS DE VAINILLA
XII. SALCHICHA CON CANELA TOSTADA Y SIDRA NATURAL.
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XIII. Ting y empanadas de carne jamaicanas.
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