Elecciones 2019

Hablamos con chavales que no van a ir a votar estas elecciones

Ni en las municipales, ni en las autonómicas, ni en las generales ni en las europeas.
abstención elecciones españa
Ilustración por Teresa Cano

En las últimas elecciones que fueron convocadas en nuestro país, las Generales de 2016, 36,5 millones de españoles estaban llamados a las urnas. Votaron más de 24.000, el 69,84% según la Agencia Efe, lo que significa que más del 30% de los mayores de 18 años que tenían derecho a participar en los comicios declinaron la oferta.

La abstención, piensan algunos, es un problema en democracia. Y quizá lo piensan aquellos que no contemplan la abstención activa, los que la achacan a la desidia o a la falta de compromiso social o al conformismo o, en última instancia, a la ignorancia.

Publicidad

A las puertas de unas Generales, las del próximo domingo, en las que la sombra de la derecha es alargada, no son pocos los que, en las redes y fuera de ellas, están haciendo campaña por la participación. Incluso en las manifestaciones del 8M algunos carteles apuntaban en esa dirección para frenar a lo que la Ministra Delgado denominó "la derecha trifálica".

Pero, aunque suenen tambores de guerra, hay quien rehúsa de participar en un sistema en el que no cree, la democracia representativa, por distintas razones. Sí, también en estas elecciones.


MIRA:


Marta, 20 años

VICE: Hola, Marta. ¿Por qué no vas a votar estas elecciones?
Marta: Porque la verdad es que me siento inútil y decepcionada tanto yendo a votar como no haciéndolo, pero es que encima si voto me siento engañada y perpetúo un sistema en el que no creo; siento que estoy haciéndole un favor a la política, creyéndome y acatando lo que nos dicen. Y no me apetece. No votar, por muy inútil que le parezca a mucha gente, es mi forma de expresar inconformismo, aunque no tenga consecuencias prácticas. En cambio votar supondría para mí seguir colaborando con un sistema corrupto y muerto. Y no me da la gana y punto.

¿Has votado alguna vez?
De momento y por mi edad solo me ha correspondido votar en las elecciones generales del 2016 y metí la papeleta de la CUP en el sobre. Lo hice con la misma intención que cuando voté "Sí, Sí" el 1 de octubre: no por convicción política, sino por la esperanza de un cambio estructural, de una reacción real del pueblo. Pero al final, todo decepciones.

Publicidad

¿Qué te dice la gente cuando le dices que no vas a votar? ¿Suelen entenderlo?
Aunque tengo amigos y amigas que entienden mi punto de vista estén o no de acuerdo, mucha gente se indigna, sobre todo con estas elecciones. La gente que está muy implicada políticamente no entiende que alguien "de izquierdas" no vaya a votar cuando hay "tanto en juego". Yo, sinceramente, creo que el problema es más profundo que ese: el partido que gobierna es sólo la punta del iceberg de toda la mierda que hay dentro de esta democracia. Pero no hay más que entrar en Twitter para ver que estas elecciones hay mucha intención de animar al voto y con ello más presión por votar, ya que son consideradas muy relevantes por el reciente auge de la derecha, en especial del monstruo que supone PP+C's+VOX. Pero todo pasa por algo y está guay ver cómo actúa el efecto mariposa.

¿Has dudado en algún momento, te has planteado votar desde que se anunciaron las elecciones?
No. Creo que en España gozamos de un escenario óptimo de conciencia social que viene acumulándose desde la Transición. Desde entonces, nos hemos ido adaptando y aceptando gobiernos mediocres, simplemente conformándonos con "lo menos malo” y, sin saber cómo, hemos llegado hasta el auge de VOX en pleno 2019. Desde mi punto de vista, la gente tiende a ser más reaccionaria cuando hay cosas a su alrededor que de verdad le indignan y, en cierto modo, estoy esperando que este auge tenga una respuesta que vaya más allá de las elecciones. De todo esto tiene que salir algo. ¿"Lo realmente revolucionario es votar"? Pues no sé qué decirte. Al final, todos creemos estar en posesión de la verdad y, en base a eso, vamos de moralistas por la vida. Entiendo la relevancia que le da la gente a votar. De hecho, aplaudo a esa gente que va a votar sintiendo que esa acción sirve para cambiar algo; simplemente, también tenemos que entender que haya gente que no lo sienta así.

Publicidad

¿Crees en la democracia?
Platón ya afirmaba en La República que la democracia era el sistema más "bonito", pero era consciente de que esta "belleza" era la fase final de una flor madura a punto de pudrirse. Lo malo de las democracias es que funcionan bien si hay un capital infinito, pero la tiranía, el ansia de poder y el caos aparecen para quedarse, sin duda. Solamente hace falta echar un vistazo al circo político y mediático nacional. El sistema, formado por partidos políticos con grandes capacidades comunicativas y oratorias, se aprovecha de la ignorancia de mucha gente para conseguir sus fines particulares. Y al final todo acaba derivando en una especie de dictadura de la mayoría pero con mucha más burocracia de por medio, ¿no?

Javier, 26 años

VICE: Javier, ¿por qué no vas a participar en la fiesta de la democracia?
Javier: Porque considero que no hay mayor ejercicio de desempoderamiento que delegar nuestra voz. Los modelos de democracia representativa nos inhabilitan para tomar decisiones relacionas con nuestra vida, nuestros pueblos y ciudades, nuestro entorno. La abstención activa es un reafirmación simbólica de lo que haces durante el resto de días que no hay elecciones. Se señala, por tanto, la existencia de una vía alternativa para la gestión de nuestras vidas basada en el apoyo mutuo y la autogestión. También deja algo claro: que no legitimas el proceso ni las estructuras que se te proponen. Si lo que busco en mi vida es una alternativa real al modelo económico-social que nos domina actualmente, no voy a recurrir a los mecanismos creados por la dupla Capital-Estado para tratar de darle la vuelta a la tortilla. El modelo está preparado para que, más allá de cuatro medidas cortoplacistas, nada cambie.

Pero, ¿alguna vez has sido partícipe?
Sí. Voté a IU en un par de ocasiones.

Publicidad

¿Qué cambió?
En aquel momento no había tomado contacto con las ideas libertarias ni había realizado ningún proyecto basado en la autogestión o la acción directa. Ahora esos elementos forman una parte importante de mi vida.

¿La gente de tu alrededor entiende la abstención activa?
En general, no. Mi circulo más cercano ve con buenos ojos casi todo lo que sale de las bocas de los líderes de Podemos. Después, cuando se acerca la época electoral, resuena en sus cabezas ese derecho al voto con imperativo moral. Y lo entiendo, de verdad, porque el bombardeo mediático desde los partidos con respecto a las elecciones, ese "lo que perderemos si ganan", es una tonadilla que lleva encendida desde hace meses. Entonces aquí tendríamos que plantearnos ¿qué hemos hecho como individuos por "el cambio" durante estos cuatro años? Si ante esta respuesta nos ruborizamos, entonces tenemos un problema. En cualquier caso, yo no hago apología de la abstención. Para mí lo fundamental es lo que construimos de forma paralela a las instituciones en ese impasse virtual que nos dan las elecciones (vamos, en el resto de nuestra vida). En realidad, no hay más que mirar los cambios sociales: ¿surgieron de los gobiernos o de minorías organizadas con objetivos concretos? Otra cuestión interesante es preguntarnos si ha habido cambios en los problemas fundamentales que aquejan a nuestra sociedad en lo que llevamos de democracia.

Publicidad

¿Qué te dice ese círculo cercano que "ve con buenos ojos casi todo lo que sale por las bocas de los líderes de Podemos"?
Las frases que más escucho son "en la Guerra murió gente para tú puedas votar" y "si no votas, no te quejes". La primera es una falacia como la copa de un pino. La Guerra Civil ni fue aquel conflicto entre hermanos del que se nos habla desde la visión transicionista más ligera y equidistante ni una guerra a favor de la democracia parlamentaria. Por lo que se luchaba era por poner los pies al fascismo. Con respecto a quejarse o no quejarse, la misma lógica puede aplicarse en sentido contrario: tú que votas, aceptas y legitimas que las decisiones salidas del hemiciclo son resultado de la soberanía del pueblo, depositada en manos de la formación del gobierno de turno; como buen depositante de tu confianza en la democracia que tenemos, no debe haber por tanto lugar a las quejas y sí al orgullo de aceptar las reglas de juego y el resultado de La Mayoría.

Ana, 25 años

VICE: ¿Qué hay, Ana? ¿Has votado alguna vez?
Ana: Sí, una única vez, en las últimas elecciones generales. Voté a Ciudadanos porque entonces me parecía un partido joven, que daba una posible salida al bipartidismo y más o menos me sentía representada.

Y estas elecciones, ¿qué?
No sé aun si votaré o no, pero me cuesta bastante hacerlo por dos cosas: porque voto en Ibiza y no vivo allí y porque no me siento representada por nadie. El auge de VOX hace que me plantee votar a algún partido de izquierdas, pero la realidad es que ninguno me gusta nada. En general suelo opinar por oposición, así que como no me representa ningún partido quizá me posiciono lejos del que menos me gusta.

Publicidad

Cuando hablas de que es muy probable que no votes en estas elecciones, ¿qué?
No es algo de lo que suela hablar, pero el otro día se lo dije a una amiga y se me echó a la yugular. Generalmente, cuando dices que no vas a votar la gente piensa que eres una persona irresponsable, inconsecuente, incoherente y varias cosas feas más. Como respuesta, a mí me sale ser aún más punki y decir que votaré a VOX o a Podemos, dependiendo de si el que me acusa es de izquierdas o de derechas. La gente de izquierdas te anima más a votar a la izquierda por la amenaza de VOX y la de derechas no ejerce tanta presión porque algunos de ellos no saben bien qué hacer. Pero, en general, mucha gente se cree en posesión de la moralidad absoluta y la coherencia ideológica, aunque la altura moral implica necesariamente juzgar menos.

¿Qué significa para ti votar en un sistema como el que vives, en una democracia liberal?
Nada. Hay gente que piensa que los que votan son responsables y se comprometen socialmente y los que no votan es porque no lo son. Yo no opino eso. Cada persona tiene sus razones para ejercer su derecho a voto o para no hacerlo, y las razones de todos son igual de válidas. Mucha gente cree que el voto es un derecho y también una obligación, ya sabes, la típica frase de "todo derecho conlleva una gran responsabilidad". Pues bien, ahí es donde entra en juego la libertad de cada uno. Si bien la responsabilidad social es importante, yo creo que no debe pasar por encima de la libertad de cada uno de hacer con su vida y con su voto lo que quiera. Los límites entre responsabilidad y libertad son una línea en el agua, y la sociedad tiende a infravalorar la libertad cada vez más.

¿Te interesa la política?
Sí. Diría que me apasiona, incluso. De hecho mi trabajo final de carrera de arquitectura fue una reforma del Congreso de los Diputados. Consistía en en dinamitar casi todo el hemiciclo y cubrirlo con una cúpula a modo de jaula de oro. Me tiré un año entero escuchando semanalmente los plenos del Congreso para hacerlo y me interesa mucho la política en su intersección con otros campos: la arquitectura, la psicología, el marketing… Lo que no me gustan tanto son los políticos.

Sigue a Ana Iris Simón en @anairissimon.

Suscríbete a nuestra newsletter para recibir nuestro contenido más destacado.