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Todos somos Abascal quedándose en la puerta de la Guardia Civil de Barcelona

A Abascal le ha pasado eso de que no le dejan entrar en la discoteca porque está demasiado borracho.
abascal guardia civil 1-O
Foto de portada vía El Nacional

¿Sabes cuando un sábado por la noche toca tu colega en un sala de conciertos y antes de ir a la sala te tomas una copas de más porque estás muy emocionado con la noche que se avecina y al llegar a la puerta el segurata te ve un poco excitado y raro y te dice eso de que “mejor que te quedes fuera” y te pierdes el concierto y la noche se convierte en una gran bola de mierda? Pues a Abasacal le ha pasado algo similar.

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1 de octubre, el ambiente, como es de suponer, está un poco caldeado en la ciudad de Barcelona. Ya sabéis por qué, por Dios, no me hagáis escribirlo. Ante las amenazas del Parlament de expulsar a la Guardia Civil de Cataluña tras el encarcelamiento de siete miembros de un CDR que supuestamente planeaban acciones violentas, tanto Ciudadanos como VOX se han volcado en defender y apoyar a la Guardia Civil de forma incondicional.

Albert Rivera anunció en una visita al cuartel de Vic que daría un plus salarial a los agentes destinados en Cataluña. Con todo esto Abascal quiso medirse el rabo con Rivera haciendo una acción similar pero el día más complicado del año, el 1 de octubre.

Pero como nosotros en la puerta de la discoteca, a Abascal la cosa tampoco le salió muy bien. El muy jefe se presentó a las dependencias de Gràcia de la Guardia Civil sin haber avisado de una mierda a nadie, y convocando a la prensa con solo dos horas de antelación.

Con toda la borrachera simbólica de estar a punto de hacer algo espectacular, el tipo se encontró con que los agentes no le dejaban entrar a charlar con sus allegados de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado porque, básicamente, sin una autorización de la delegada del Gobierno era totalmente imposible.

Abascal y sus colegas se tuvieron que quedar por ahí haciendo pitis (licencia dramática ficcionada) y maldiciendo su suerte mientras esperaban a que llegaran los medios para hacer su espectáculo, esta vez, un tanto amputado. Sin duda la noche de fiesta se le acababa de joder a lo grande. Al final se hicieron unas fotos en la puerta del cuartel con la quincena de fans que se habían traído banderas y parafernalia a favor de la Guardia Civil, quedando un espectáculo realmente famélico.

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Al cabo de una hora pudieron hablar un rato con alguno de los medios que se presentó a la convocatoria y al poco rato se largaron.

No sé, Abascal, todos la liamos y todos hemos dado penica alguna vez en la vida. Ya sea intentando entrar en una discoteca, esperando una cita que “pensaba que habíamos quedado otro día” o cambiando de cola en el súper en el momento exacto en el que aparece otro cajero y se dirige a la cola donde estabas diciendo eso de “pasad por aquí en el mismo orden”. No sé, asume la derrota, no pasa nada.

@rodellaroficial

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