Nisreen Shawa, trabajadora de la fundación Palestinian Medical Relief en la escuela Hamza Bin Abd-el Muttalib, donde realizan terapia artística y ejercicios con las niñas después de los bombardeos
Una chica presume de sus uñas pintadas con la bandera de Palestina después de unos bombardeos recientes
Horas después de finalizar un enfrentamiento entre Hamás e Israel, los habitantes de Gaza retoman sus vidas. Las tiendas abren y las familias salen a ver el destrozo provocado por los bombardeos
Un centro de estética en Gaza, donde las mujeres van a arreglarse el pelo, las uñas y maquillarse para las bodas. En muchas familias, a una mujer no se le permite que un hombre ajeno a la familia la vea sin velo, así que los centros de estética son solo para mujeres
Estudiantes de medicina de la Universidad Islámica se toman un descanso en el ala de maternidad, en el hospital Al-Shifa (Gaza)
Yara y su hermano esperan a que su padre vuelva con un kebab como regalo justo después de que haya acabado un conflicto
Hadeel Fawzy Abushar, 25 años, graba una canción en un estudio en Gaza. Pocas cantantes forman su propia familia, y el gobierno no valora su profesión. Hadeel se inició en el canto a los doce años, siguiendo los pasos de sus hermanas, todas cantantes
Madleen Koolab lleva a los gazatís a dar paseos en su barco, el cual utiliza durante la semana para pescar, los jueves por la noche. Es típico dedicar esa noche a la familia
Para muchos gazatís, el mar es el único lugar donde no se acuerdan de que viven aislados. Sabah Abu Gahnem, de 14 años, y su hermana hacen surf a primera hora de la mañana a las afueras de Gaza. Las hermanas suelen quedar primeras en muchas competiciones celebradas en la Franja pero no han salido nunca de la región para competir
Maniquís exhibiendo la ropa que hay en una tienda cerca de la calle principal de Gaza
Dos chicas miran la puesta de sol en el puerto de Gaza. Vivir en Gaza es duro, pero siendo mujer lo es mucho más
Yara y sus amigas preparan un baile durante un apagón. El carbón es escaso en Gaza, y muchas familias solo reciben entre seis y ocho horas de electricidad al día
Un teléfono en forma de labios y una alfombrilla para rezar en la esquina durante un apagón
Una mujer camina al lado de un mural que se opone a la violencia doméstica fuera del hospital Al-Shifa. Según un estudio del 2012, un 37 por ciento de mujeres sufre violencia machista por parte de sus maridos
Niñas jugando a fútbol en un pueblo del norte de Gaza, Beit Lahiyah. Las mujeres en Gaza suelen practicar todo tipo de deportes hasta los 16. En ese momento, la familia las obliga a dejar el deporte para empezar a buscar marido.