La policía italiana está utilizando el 'drogómetro', pero su fiabilidad es un desastre total

La última en caer fue una mujer de 44 años que iba al volante bajo los efectos de la cocaína y sustancias cannabinoides. Detenida por la policía de tráfico, la conductora sufrió el retiro inmediato de su carnet de conducir. Esto sucedió en Terni, pero este tipo de incidentes se están produciendo cada vez con mayor frecuencia en las calles de muchas provincias italianas.

Es consecuencia de la introducción del llamado 'drogómetro', la nueva herramienta de prevención contra los que conducen bajo la influencia de drogas. Mediante una prueba de la saliva, este dispositivo da a conocer en unos momentos la presencia de cannabis, cocaína, opiáceos y anfetaminas.

El procedimiento es simple. Al conductor que es percibido en condiciones psicológicas y/o físicas alteradas se le pide que mantenga una pajita en la boca. La muestra de saliva recogida se inserta entonces en un lector capaz de señalar la presencia de drogas gracias a una reacción antígeno-anticuerpo. En pocas palabras, cuando las diferentes sustancias entran en contacto con compuestos químicos específicos dentro del drogómetro, activa enzimas que confieren al cartucho una coloración particular.

Si la muestra resulta positiva, se retira el carnet de conducir de inmediato como medida preventiva. Otras dos muestras de saliva son envíadas al laboratorio de toxicología forense en Roma para futuras investigaciones.

La necesidad de un análisis de drogas más fiable

La adopción del drogómetro por la Policía de Tráfico es el resultado de un experimento comenzado en mayo en 19 provincias, que se extendió posteriormente a 33 el mes pasado.

Según informó Il Sole 24 Ore, hasta mediados de octubre, 617 conductores realizaron la prueba y 155 resultaron positivas. El propósito de la iniciativa, financiada por la Fundación ANIA, es identificar un sistema más rápido y eficaz para desenmascarar a quienes están detrás del volante bajo los efectos de alguna droga.

Antiguamente, estos controles se realizaban a través del análisis de orina y, casi exclusivamente, como consecuencia de accidentes de tráfico. La novedad del drogómetro es, sobre todo, la de permitir un resultado en tiempo real de la presencia de sustancias.

"En la orina, la presencia de drogas se mantiene por mucho tiempo, y en ese caso es más difícil probar si se está conduciendo bajo la influencia de drogas o si el resultado positivo no es producto de un consumo del pasado", explica a VICE News Alessandro Rossi, Comandante de la Policía de Tráfico de Arezzo, una de las unidades que está probando el dispositivo.

"La prueba con saliva es comparable a la de sangre, y puede revelar un consumo reciente de máximo 18-20 horas de antigüedad", dice Rossi, "después de las cuales ya no detecta rastros de droga. Se trata de un marco de tiempo apropiado que indica, estando los estupefacientes circulando, que se está conduciendo bajo su efecto.

¿Cuánta droga debe haberse consumido para que la prueba de positivo?

Si bien en la superficie todo parece fácil y claro, en realidad aún quedan algunas dudas sobre la aplicación de esta prueba.

A diferencia de la conducción bajo la influencia de alcohol — que el Código de Circulación establece con precisión las cantidades permitidas — el uso de drogas ilegales aún carece de un protocolo consolidado.

El punto de corte, los valores umbrales que determinan la positividad o negatividad de las pruebas, no se especifica en la ley, sino que es preestablecido por el fabricante, Alere, quien proporciona drogómetros a fuerzas policiales de diez países.

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"Los datos salen del Congreso de Toxicología," explica a VICE News Gabriella di Marzio, Jefa de Ventas de Alere en Italia. "Hay montañas de estudios científicos mediante los cuales distintas academias de toxicología determinan los puntos de corte".

Para el cannabis, por ejemplo, el valor umbral se establece en 25 ng/ml. Un número científico válido, pero de poca utilidad para el consumidor medio, que razonablemente querría saber cuanto significa eso antes de ponerse al volante tras haber fumado un porro.

Esta estimación, sin embargo, se encuentra particularmente complicada por la multitud de factores que influyen en el resultado de la prueba, incluyendo la salud de la persona, su metabolismo, la cantidad de líquidos ingeridos y la variación genética aleatoria.

"No es posible establecer la dosis consumida en tan sólo una prueba si no se conoce la cantidad de tiempo transcurrido", dice el Dr. Roberto Baronti, jefe del Laboratorio de Toxicología de Florencia, a VICE News. "Una pequeña cantidad consumida en poco tiempo antes de la prueba puede arrojar el mismo resultado que una gran cantidad consumida hace más tiempo".

"El resultado de este tipo de prueba es una presunción, ya que está cargado de un cierto porcentaje de falsos positivos", continúa Baronti.

"Ante un resultado positivo deben realizarse exámenes de confirmación, incluyendo espectrometría de masas, en otra muestra recogida y transportada a un laboratorio adecuado y bajo una custodia validada".

El drogómetro — asegura Alere — tiene una precisión del 95 por ciento. Algunos casos de resultados falsos positivos, sin embargo, pueden ser causados por las drogas que interactúan con la prueba de detección de anticuerpos. "Puede suceder que la Policía de Tráfico detenga a una persona que declarare haber tomado medicamentos como, por ejemplo, codeína, incluida en los jarabes para la tos, y esto dará un resultado positivo en opiáceos", dice Gabriella Di Marzio. "Puede provocar la retención de la licencia de conducir a quienes tomaron un medicamento para la tos".

El procedimiento está siendo ajustado en esta fase de experimentación, dicen los expertos que conversaron con VICE News, con la perspectiva de extender la práctica a todo el país en el futuro.

La incertidumbre de la pena

Quienes aun se mantienen en una zona oscura, sin embargo, son los usuarios. Es probable que se ecuentren con sanciones ejemplares.

Aquellos que conducen bajo la influencia de drogas violan el artículo 187 del Código de Circulación, el cual, además de implicar la revocación de la licencia y la confiscación del vehículo, da lugar a sanciones de hasta 6.000 euros y una pena de prisión de entre seis meses a un año.

Es ley regla que dio muchos dolores de cabeza en los tribunales dado el margen de interpretación. De hecho, una persona es punible solamente si se puede demostrar más allá de toda duda que estaba conduciendo bajo la influencia de la sustancia y que, por el contrario, no puede ser posible que sean rastros de consumos pasados.

El análisis de orina — que detecta la presencia de drogas hasta cuatro días después de haberlas consumido — no es considera capaz de demostrar la pertinencia del consumo.

La policía afirma que las nuevas pruebas de saliva para detectar consumo de drogas serán consideradas tan fiables como las de sangre en los procesos. El abogado Paolo Ghiselli, defensor en varios casos de acusación de conducción bajo la influencia de drogas, tiene dudas al respecto.

"Si mi cliente fue detenido tras una prueba de saliva", dice un VICE Ghiselli, "esto se presta a protestas porque en la actualidad sólo el examen de sangre realizado sobre la base de protocolos médicos puede proporcionar el nivel de confianza que la justicia penal requiere ".

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Ya en 2012 el Ministerio del Interior había emitido una circular que especifica que la prueba de saliva para comprobar el delito de conducir bajo la influencia de drogas era "ilegítimo e insuficiente".

La policía, sin embargo, está presionando para un endurecimiento del artículo 187 para dar mayor validez a la prueba forense de saliva para detectar drogas ilegales.

Del mismo modo se expresó Giuseppe Necesita, Director de la Policía de Tráfico, durante una audiencia en la Comisión de Obras Públicas del Senado.

"Tal modificación [del articulo 187] podría ser funcional a la exigencia representada de aumentar el numero de controles en cuanto podría consentir la utilización de dispositivos que puedan prescindir del la prueba actual para el consumo de sustancias y que, por tanto, implica fundamentos biológicos, como la saliva, que es más fácil de analizar que la sangre.

Una oportunidad de enmendar el artículo fue proporcionada mediante el proyecto de ley para la introducción del delito de asesinato en carretera. Se habían propuesto una serie de enmiendas destinadas, precisamente, para cambiar la formulación de la normativa durante su segundo paso por la Cámara. El texto, aprobado el 29 de octubre, pasa ahora al Senado. La votación final se espera para finales de este año.

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