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¿Será éste el verano de los terroristas de extrema izquierda en Europa?

La izquierda del viejo continente parece una gran familia encabronada

Cuando piensas en grupos terroristas, por lo general piensas en al-Qaeda y sus aviones kamikaze, o en las sectas japonesas y gas sarín en las estaciones del metro, ¿cierto? ¿Acaso piensas en un montón de güeyes de izquierda llegando a casa de un ejecutivo de ingeniería nuclear para volarle las rodillas sin piedad? Porque yo no. O al menos no solía hacerlo.

El ataque ocurrió el 7 de mayo en Genoa, Italia, y un grupo llamado Olga Nucleus de la Federación Anarquista Informal, o FAI, asumió la responsabilidad con una carta enviada a un periódico. La víctima, Roberto Adinolfi, era el director ejecutivo de una compañía de energía nuclear, propiedad del grupo de Defensa del Estado Italiano, Finmeccanica.

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En su carta, el FAI decía que Adinolfi fue atacado porque: "antes de que se creara la mala reputación de la energía nuclear, él [Adinolfi] fue uno de los jugadores clave… responsables de la reintroducción de la energía nuclear en Italia…" Según ellos, la ciencia está vendida, "nos lleva hacia la autodestrucción y el cautiverio". La FAI cree que es sólo cuestión de tiempo antes de que Europa, con sus 187 plantas nucleares, viva su propio Fukushima, y ven este ataque como un precursor del eventual abandono de la energía nuclear.

Adinolfi podrá haber sido un objetivo fácil, pero en la carta advierten que este ataque es sólo el comienzo, y que Finmeccanica será atacado otras siete veces, una por cada anarquista griego de la Conspiración de Núcleos de Fuego que se encuentra en prisión.

Este ataque podría ser el más fuerte que esta generación haya visto, pero Europa tiene una rica historia de grupos de izquierda que se levantan en armas contra el Estado. En los setenta y ochenta, en Alemania e Italia respectivamente, la pandilla Baader-Meinhof y las Brigadas Rojas llevaron a cabo una serie de ataques bomba y asesinatos contra sus gobiernos y contra la presencia de la OTAN. Básicamente tenían todo el poder que necesitaban, hasta que la Unión Soviética (quien proporcionaba el apoyo ideológico y financiero) se colapsó, lo que llevó al abandono generalizado del terrorismo de izquiera en Europa, y abrió las puertas al terrorismo religioso. Ahora bien, Grecia es un país en el que el terrorismo de izquierda nunca desapareció por completo.

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Durante los últimos 40 años, desde que la Junta masacró brutalmente a los estudiantes que se atrevieron a protestar contra ellos en 1973, los grupos revolucionarios de izquierda como el 17 de Noviembre, han llevado a cabo ataque contra el Estado, además de algunos objetivos de la OTAN y la CIA. La violencia se redujo a mediados de la década pasada, mientras Grecia y el resto de Europa disfrutaban del crecimiento económico, pero obviamente eso duró poco, y desde el asesinato de Alexandros Grigoropoulos, de 15 años, a manos de la policía en 2008, los grupos de izquierda se han comenzado a radicalizar nuevamente. Uno de estos grupos es la antes mencioanda Conspiración de Núcleos de Fuego, famosa por intentar asesinar a los presidentes de Francia e Italia con un paquete bomba en 2010.

Las cosas no han mejorado mucho en Grecia, con la crisis económico dominando todavia los noticieros y la agenda social del país. El gobierno ha recibido dos rescates económicos del FMI y los griegos disfrutan de una vida con 18 por ciento de desempleo, mayores impuestos, recortes salariales y más crimen. Suena bien, ¿no crees? Supongo que todos estos amotinamientos y ataques bomba son sólo su forma de celebrar la vida.

El 1 de abril, una bomba hecha con tanques de gas y dos litros de gasolina fue encontrada en el metro de Atenas. Un grupo hasta entonces desconocido, Movimiento 12 de Febrero (toman su nombre por el día en que varios edificios fueron incendiados durante las protestas contra la medidas de austeridad a principios de este año) tuvo la decencia de enviar una advertencia a las autoridades y no activar el mecanismo. Nueve días más tarde, el Ministerio de la Reforma Administrativa, responsable por el despido de 150 mil trabajadores del sector público, fue devastado por una bomba.

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El 8 de abril, en solidaridad con los griegos, el grupo alemán, Commando Lambros Foundas, incendió varios autos en las afueras de un edificio de Deutsche Telekom en Berlín. Su declaración decía: "Hace algunos días un adulto mayor se disparó en la cabeza, en medio de la Plaza Syntagma en Atenas. La razón fue que ya no podía pagar sus deudas y la única salida que encontró fue el suicidio. Desde el comienzo de la crisis más de 1500 personas se han suicidado en Grecia. Compañías como Deutsche Telekom son de las principales responsables". El hecho de que el Commando Lambros Foundas decidiera enfatizar la lucha de sus camaradas griegos fue mayor evidencia del renacimiento de un frente terrorista de izquierda (organizado, activista y unido) en Europa.

A principios de mayo, hubo elecciones en Grecia, y el poder resultó dividido entre los grupos de extrema izquierda y extrema derecha, cosa que supuestamente llevaría a la formación de una coalición. Pero las partes involucrados no pudieron alcanzar un acuerdo, por lo que se anunciaron nuevas elecciones para el 17 de junio. No cabe duda que esta falta de liderazgo está hundiendo aún más al país en la crisis, y la victoria del partido neo fascista, Amanecer Dorado, habla de un enorme vacío de poder en ese país.

También en el viejo continente: El 22 de mayo, la rama británica del FAI atacó el cableado del metro en Bristol y asumió responsabilidad a través de la página de Indymedia: "Elegimos esos lugares específicos para que los empleados del Ministerio de Defensa, así como las compañías de la industria militar, Raytheon/ Thales/ HP/ QuinetiQ etc, en el parque industrial cerca de la estación Filton Abbey Wood, estuvieran entre los afectados".

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Al igual que sus contrapartes italianas, el grupo planea atacar de nuevo, utilizando este ataque como un primer paso hacia lo que ellos llaman una "guerra urbana de baja intensidad". Al parecer, "los objetivos seguirán siendo la infraestructura financiera, judicial, de comunicaciones, militar, y de transporte". Suena un poco más grave que atacar el cableado del metro en Bristol.

También en la mira están los Juegos Olímpicos. "Somos esos 'antipatriotas' que sienten que las Olimpiadas 2012, con su derroche de riqueza (tantos aquí luchan por alimentarse a ellos y a sus familias) y la escalada en la presencia policiaca, nos parecen realmente ofensivas. No tenemos miedo de usar tácticas guerrileras para manchar la imagen nacional y paralizar la economía, porque francamente, no queremos turistas ricos; queremos una guerra civil".

No está claro y se refieran a una "guerra civil" como la que tiene en Siria en este momento, ¿pero acaso estaremos viendo el resurgimiento de grupos revolucionarios de izquierda en Europa? Definitivamente existen las circunstancias para ello: una crisis financiera continental, indiferencia política, guerras impopulares, desastres ambientales, grupos fascistas en el gobierno. Si aseguran el apoyo del público y tiene cuidado de alejarse de facciones impopulares como el BMG y las Brigadas Rojas durante sus campañas, estos raros quizá tengan posibilidades de ganar.

En cuanto a la solidaridad interna, parece que ya la tienen; cada que ocurre un ataque o un anarquista es arrestado en algún país de Europa, un grupo en otro país comienza a planear su forma de enviar sus felicitaciones o el pésame. Quizá la idea de que Europa es una gran familia feliz que se quiere y se apoya no sea tan descabellada después de todo.

Sigue a Henry en Twitter:

@Henry_Langston