Fotos del pasado sucio y glorioso de Melbourne

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Música

Fotos del pasado sucio y glorioso de Melbourne

Peter Milne lleva 40 años fotografiando a los héroes de la cultura australiana.

Primera sesión fotográfica de Boys Next Door tras la incorporación de Rowland. Dormitorio de Nick Cave, Caulfield, 1978. Todas las imágenes cortesía del artista y de M.33.

El fotógrafo Peter Milne creció tomando fotos de sus amigos durante la década de 1970. Claro que, cuando eres amigo de gente como Rowland S. Howard, Nick Cave y Gina Riley, cualquiera con una cámara se convierte en un documentalista oficioso. Decidimos llamarlo antes del estreno de su exposición Juvenilia, en la galería Strange Neighbour de Melbourne, para charlar sobre la década de 1970 y sobre la historia musical de la ciudad.

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VICE: Muchas de las personas que fotografiaste, como Rowland S. Howard y Nick Cave son ahora figuras emblemáticas. ¿Te imaginabas que acabarían siendo tan famosos cuando tomabas aquellas fotos?

Peter Milne: En resumen, sí, pero es algo más complicado. Fui al colegio con Rowland, a una de esas escuelas experimentales hippies tan típicas de los setenta, de las que salías con una estupenda formación social pero sin saber leer o escribir. Lo bueno es que todavía hoy sigo siendo amigo de la gente que conocí allí. El resto ya te lo imaginas. Allí conocí a Rowland y a Gina Riley. ¿La conoces?

Es una de mis heroínas.

Estuve allí con ellos y con otras personas muy creativas, interesantes y fabulosas a su manera. Había un sentimiento de comunidad y Melbourne estaba en pleno proceso de generación de energía creativa, como ocurría periódicamente. El mundo a menudo se olvida de Melbourne, una ciudad tranquila y apartada de todo que, sin embargo, tiene una capacidad inmensamente desproporcionada de generar talento.

Rowland S. Howard, Gina Riley, Simon McLean. Concierto de TATROC, Greville Street, 1976

En mi opinión, tu generación se ha convertido en un referente para la gente de mi edad, un ejemplo difícil de emular.

Bueno, de tu generación también están surgiendo grandes talentos. La historia ha demostrado que, por alguna razón, a veces se produce un choque de influencias muy propicio. Y volviendo a tu pregunta, sí, a finales de los setenta y principios de los ochenta había un sentimiento generalizado de que sucedían cosas muy interesantes.

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Aunque yo ni siquiera había nacido todavía, mi concepto del Melbourne de los setenta es el de un lugar muy interesante, pero tú has dicho que la ciudad estaba un poco marginada. ¿Crees que la explicación a una producción musical tan prolífica está en que no llegaban cosas de fuera?

Creo que sí, y es un aspecto a la vez positivo y negativo. Alguien podría decir que, en aquella época, Nueva York y Londres eran ciudades mucho mayores y más interesantes que estaban experimentando un boom musical y cultural, pero la década de 1970 estuvo marcada por la libertad y también por la violencia. La gente dice que hay mucha violencia en nuestra sociedad actual, pero eso son chorradas. Antes yo cogía el tren para ir de Hawthorn al centro y a lo mejor me daban seis palizas por el camino.

Pero habrá habido algún cambio positivo, ¿no?

Un tema sobre el que nunca me preguntan es el sexismo que seguía vigente durante esas dos décadas. Había muchas mujeres jóvenes y con gran talento que jugaron un papel fundamental en la dinámica creativa de la época y, sin embargo, resulta sorprendente mirar atrás y darse cuenta de qué poco reconocimiento se les concedió y, en consecuencia, qué poca constancia queda de su paso.

Has estado muy metido en la industria musical. ¿Cómo es tu relación con el sector actualmente?

Hay algo que va mal en el sector de la música. Ha habido corrupción durante al menos 100 años. No es una industria generosa. Te van a engañar a la primera de cambio. No veo que eso pase en la comedia. Relacionarse con cómicos es una experiencia verdaderamente enriquecedora. A mí me gustan los cómicos que dicen la verdad y son divertidos pese a hacer reflexiones serias o cuestionar la propia vida humana.

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Anita Lane en una fiesta a mediados de la década de 1980

Entonces, ¿en qué consiste la música?

Si la comedia consiste en decir la verdad, muchas veces en la música se trata de ponerse una máscara y actuar de forma misteriosa. Eso, para mí, hace que pierda interés.

¿Te gustaría volver a tener veinte años?

Siempre ha habido más de una respuesta. Cada edad tiene sus desafíos y alegrías. No quiero volver, porque cuando eres joven no tienes poder, no tienes perspectiva y no te das cuenta de que no hay que preocuparse por chorradas. No te das cuenta de que todo el mundo finge.

Cuando eres joven, sensible y creativo, te preocupas demasiado por lo que la gente pueda pensar y por que todo el mundo menos tú sabe qué está pasando. A mi edad, estás gordo, calvo y lleno de arrugas, pero al menos tienes el poder de distinguir las chorradas de lo que no lo son y de hacer lo que te de la gana sin que nadie pueda detenerte.

Texto por Wendy Syfret. Síguela en Twitter.

Traducción por Mario Abad.

Rowland S. Howard, 1977

Polly Borland en su casa, principios de los 80

Rowland S. Howard y Genevieve McGuckin, 1977