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Cultură

Cuando de repente te das cuenta de que tú eres el típico amigo borracho

Crees que es algo que solo les pasa a los demás, pero no, la maldición está más cerca de lo que piensas.

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¿Recuerdas cuando contabas esas historias de ese tipo que un día muy borracho se puso de pie encima de una mesa en esa bar que acostumbrabais a ir los viernes y sábados por la noche y gritó eso de «ei tíos, miradme» y entonces sus pantalones empezaron a quedarse mojados como por dentro? Sí, el tío se meó allí encima de la mesa, delante de las cien personas que había ahí presentes. Nadie sabe dónde coño estará ahora ese tío pero lo que tiene que empezar a preocuparte a partir de ahora es no terminar siendo como ese tío.

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En España cada vez se bebe más. Eso es lo que dice la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y las otras Toxicomanías en su último informe del 2014 para el Plan Nacional sobre Drogas del Gobierno. Según el informe el alcohol sigue siendo la sustancia psicoactiva más consumida, con un 78,3% de los encuestados asegurando que han consumido alcohol en los últimos doce meses —el tabaco supone un 40,7%— y un 64,4% durante los últimos 30 días.

Que la gente esté bebiendo mucho no nos sorprende demasiado, digamos que es parte de las peculiaridades de España.

Lo que sí que viene siendo un cambio durante estos últimos años es la forma de consumirlo, estilándose más eso de beber a muerte durante el fin de semana. El mismo informe asegura que un "15,5% de los encuestados ha consumido alcohol en forma de atracón en los últimos 30 días".

¿Terminan a menudo tus zapatillas estampadas con vómito? ¿Te despiertas a veces en el metro con los bolsillos cortados con un cúter y sin el móvil?

Según Cristina Cuenca García, profesora de psicología social de la Universidad Complutense y técnica de investigación del colegio de sociólogos de Madrid, "en España la práctica que había de alcohol era la del bebedor social; en los países mediterráneos tenemos una cultura en la que el alcohol está mucho más integrado en el día a día pero ahora mismo estamos copiando a los otros países europeos, sobre todo los del norte, consumiendo cantidades brutales durante los fines de semana".

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Y lo siento mucho amigo mío pero tú no eres la excepción. No eres el ejemplar con suerte de tu especie que se subirá al Arca de Noé, tú te quedarás en tierra, comiendo cocos y esperando a que el gran diluvio te arranque las entrañas. Ahora se te está acumulando el trabajo; a todos tus problemas tienes que sumarle lo de poner todo el esfuerzo posible en no terminar siendo como ese tío del que hablábamos más arriba, el que se sube a unos andamios y pretende robar herramientas o cagarse en un cubo. Tienes que hacer todo lo que esté en tus manos para no convertirte en el borracho del grupo.

Un día un colega finalmente te dice que eres distinto, que tienes un problema mental severo

No es fácil saber si ya estás ahí. Muchas veces ignoramos inconscientemente las señales que nos pueden "despertar". ¿Terminan a menudo tus zapatillas estampadas con vómito? ¿Te despiertas a veces en el metro con los bolsillos cortados con un cúter y sin el móvil? ¿Te invade el terror cada vez que alguien te etiqueta en una foto un domingo al mediodía? Piénsalo. Sal de la cama y mira tus gafas rotas. Míralas fijamente. No se han roto solas; se han roto porque eres un maldito borracho. *Chasquido de dedos*, despierta, eres un borrachito.

Puede que estés caminando sobre esa fina línea que separa a la gente normal de los borrachos divertidos. Ante esta situación, si eres listo, no salgas de casa, no hagas nada. Aléjate de todo y de todos. Lo último que quieres es terminar siendo un tipo de 50 años que se tambalea por la calle y se va "uniendo" a grupos de universitarios que van de juerga y se hacen fotos contigo.

Tu vida es como esa canción de Eat Skull que es fea pero bonita y puede terminar rompiéndose en cualquier momento. Es como esa sensación —ese miedo— que siempre he tenido: la idea esa de que tú crees que todo va bien o que, al menos, todo es normal pero no.

Un día un colega finalmente te dice que eres distinto, que tienes un problema mental severo y que nadie te ha avisado. Todo el mundo esta disimulando para que no te sientas mal. Todo el mundo ha estado intentando que te adaptaras pero realmente tienes un problema.

Te miras al espejo y lo ves, detectas por primera vez esa diferencia, esa mirada "distinta". Pues esta vez, en esta realidad, te miras al espejo y te das cuenta de que eres el borracho del grupo. Un final a lo M. Night Shyamalan en toda regla. Bruce Willis está muerto y tú eres el borracho del grupo. Triste revelación. La de Bruce Willis, digo.