Daniel Agger admite haber usado antiinflamatorios durante su carrera

Daniel Agger admitió usar anti-inflamatorios durante su carrera, y discutió el daño que le causó la dependencia al medicamento a su salud.

Al hablar en una serie de entrevistas con el periódico danés Jyllands-Posten, el exjugador de Liverpool y Brøndby discutió el momento crucial de su uso. Sucedió en un juego entre Brøndby y FC Copenhagen en marzo de 2015, durante el cual sentía delirio y apenas podía ver. Después colapsó en el vestidor y no pudo recordar el incidente después.

En la semana previa al juego había tomado dos pastillas Celebrex tres veces al día. Celebrex es usado para tratar reumatismo y problemas en las articulaciones y se supone que no debe ingerirse durante más de tres días de manera consecutiva. Sufría mareos y cansancio como efecto secundario del medicamento, pero lo contrarrestaba con cafeína y bebidas energéticas. Eventualmente, la combinación fue mucho para él y su "cuerpo ya no podía soportarlo".

Agger le dijo a Jyllands-Posten: "He tomado demasiados anti-inflamatorios en mi carrera. Lo sé y es muy malo, pero no me detuve al final. No gano nada al decir esto, pero espero que otros atletas lo hagan. Tal vez otros tomen una o dos pastillas [debido a que estoy hablando sobre esto]".

Refiriéndose sobre lo que pasó después del partido en Copenhagen, Agger dijo que su esposa hablaba a menudo sobre el problema. "Me decía una y otra vez que debía dejar de tomar el medicamento", dijo. "Me entraba por una oreja y salía por otra".

"Cuando decidí dejar de jugar se sintió aliviada, debido al dolor que sentía y debido a que tomaba mucho medicamento para mantenerme de pie".

Agger se retiró en junio de 2016 a la edad de 31 años. Sufrió de hipermovolidad durante su carrera, trastorno que causó que sus articulaciones se sobreextendieran. Comenzó a tener problemas de espalda en 2007, mismos que empeoraron después de sufrir una caída durante una gira de pre-temporada en Tailandia en 2008. Sufrió una hernia de disco después, lesión que generó más dolor en sus rodillas y pies.

Aún siente dolor en la espalda, y admitió que el uso crónico de anti-inflamatorios podría tener implicaciones para su salud a largo plazo. Al hablar sobre el uso del medicamento, dijo: "Cuando la cabeza no sabe cómo parar, entonces el cuerpo tiene que hacerlo".