Los Celtics son sólo un ensayo para las Finales entre Cavs y Warriors

Las Finales del Este arrancan esta noche, y aunque Boston tendrá la ventaja por jugar en casa, existe una gran probabilidad que los Celtics tengan una pelea dispareja como los últimos dos rivales de Cleveland en postemporada.

Los Cavaliers son un dolor de cabeza para los Celtics. Los actuales campeones de la liga ganaron tres de sus cuatro partidos ante Boston en la temporada regular; nos viene a la memoria uno en particular, donde los Cavs ganaron por 23 puntos en abril.

Como muchos equipos, los Celtics carecen de un defensor pegado al balón, de gran tamaño, y lo suficientemente rápido (lo sentimos Jae Crowder) para poner en su lugar a LeBron James, quien promedia 29 puntos, nueve asistencias, y nueve rebotes por partido contra Boston esta temporada.

A los Celtics también les gusta jugar con una alineación de jugadores de menor tamaño: su parado técnico más utilizado en la postemporada incluye a Crowder, Isaiah Thomas, Avery Bradley, y Marcus Smart. El problema es que este tipo de alineaciones favorecen a Cleveland, permitiéndole al entrenador Tyronn Lue abrir la cancha y rodear a James con cuatro tiradores de élite. En la temporada regular, los Cavs tuvieron un índice ofensivo de 133.1 ante Boston cada vez que cuatro jugadores de perímetro flanqueaban a James.

Por cierto, ¿recuerdan el alley-oop contra el tablero que Cleveland le aplicó a Toronto en los primeros segundos de la paliza en la segunda ronda de postemporada? Pues bien, los Cavs aplicaron la misma fórmula sobre los Celtics en noviembre del año pasado.

Boston se pondrá creativo, y Brad Stevens es uno de los mejores entrenadores de la liga para hacer ajustes inesperados en las rotaciones o para confundir a sus rivales con esquemas defensivos. Sin embargo, al final del día los Celtics no son tan sólidos en varios aspectos del juego como para incomodar a los Cavs.

El agarrón entre Cleveland y Golden State es sólo cuestión de tiempo. Puede que la serie ante Boston no sea la más competitiva, pero funcionará como un ensayo para un equipo que llegó a la postemporada con problemas defensivos de gravedad y aún no prende del todo su interruptor de postemporada.

¿Qué pueden hacer James y compañía ante los Celtics para prepararse contra de los Warriors?

Kyrie Irving ha estado flojito en los playoffs. En las dos primeras rondas, su porcentaje de tiros de campo fue de 39.9, y 28 detrás del arco; ambas estadísticas están un 8 por ciento por debajo de sus promedios de temporada regular. Hasta el momento, sólo ha tenido un partido destacable de 37 puntos ante Indiana en la primera ronda. Los Cavs tendrán que apoyarse en él ante los Celtics y Warriors de formas que hasta el momento han podido evitar.

Como los Warriors, los Celtics dependen de un base bajito y defensivamente desafiante para capitalizar los partidos. A pesar que Isaiah Thomas fue el líder en puntos anotados en el último cuarto de la temporada regular, los Celtics saben que es objeto de pick-and-rolls y jugadas que lo aíslan del resto del lado defensivo. Aquí es donde Irving se puede dar un festín. Los Cavs trabajarán para obligar a Thomas e Irving a ir al uno contra uno, y provocar faltas y desgastar al jugador de los Celtics.

Es el arma perfecta en contra de Golden State. En las Finales del año pasado, Irving disparó el 47 por ciento desde cualquier ángulo, más del 40 por ciento detrás del arco, y fue especialmente efectivo cuando cubrió a Steph Curry en los últimos tres juegos. Aquel disparo suyo en el Juego 7 sigue muy presente en la mente de los fans de los Warriors, al igual que sus 41 puntos en el Juego 5. Cleveland necesita a Irving en su mejor forma ante Golden State, y Thomas es el defensor ideal para su resurgimiento.

En la temporada regular, los Celtics lanzaron y encestaron más triples que los Warriors. No es broma. Boston no tiene reserva para lanzar el balón, y al igual que Golden State, los Celtics disfrutan jugar con pick-and-rolls. Además requieren del cambio de pantallas. Ya que los Celtics prefieren una alineación bajita, los Cavs deberían sacar ventaja de ello en el tablero. A pesar que Thomas es escurridizo, Cleveland debería poder obligarlo a pasar el balón en lugar de forzar su camino a través de las marcas.

Tal vez cuatro partidos con una defensiva cerrada no sean suficientes para prepararse para los Warriors, así que otros cuatro partidos (o más) contra los Celtics, equipo que ama abrir la cancha y lanzar triples, podrían alargarse.

Por más talentosos que sean los Warriors, su mayor vulnerabilidad está al momento de defender el tablero. Boston comparte esta debilidad, ya que ambos equipos quedaron clasificados en la posición 27 y 28, respectivamente, en porcentajes de rebotes recuperados y segundas oportunidades permitidas. Ante ambos equipos, Kevin Love y Tristan Thompson de Cleveland tendrán la oportunidad se ensañarse.

En esta temporada, Love demostró una aptitud renovada bajo el tablero, luego de obtener más rebotes por cada 100 posesiones de balón que en cualquiera de sus dos años anteriores en Cleveland. Su renacimiento se dio en el Juego 7 de las Finales del año pasado, cuando se apoderó de cuatro balones importantísimos. Love también ha logrado mejorar su porcentaje de triples esta campaña. Impresionante. La habilidad para abrir la cancha y atacar el tablero será esencial ante Boston y Golden State.

Hasta el momento en esta postemporada, Love sólo ha conseguido nueve rebotes ofensivos en ocho partidos. No es para espantarse, ya que Indiana y Toronto prefieren jugar con jugadores más altos. Esto podría sorprender a los Celtics y Warriors, y debería ser obligatorio para Love dominar los tableros siempre y cuando se enfrente con jugadores de menor tamaño.

Los Cavaliers están casi en su apogeo. Aunque es importante ajustar distintos aspectos necesarios para competirle a los Warriors de tú a tú, no necesitan abandonar lo que ya les funciona. En las primeras rondas, Cleveland no ha perfeccionado la expansión de su ofensiva, pero James luce tan confiado como siempre.

Si Cleveland puede mantener el esfuerzo defensivo y jugar como lo hizo ante Toronto, sumar los rebotes, resguardar la línea de tres, y motivar a Irving, entonces las Finales del Este podrían ser una paliza. Si esto sucede, los Cavs llegarán a las Finales de la NBA destilando confianza, conscientes de estar tan preparados como es posible para enfrentar su tarea más complicada.