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Identidad

La chica de rosa: cómo llegó un color a representar a todo un género

Desde el 'amanecer de dedos rosados' de Homero hasta el impactante rosa de Elsa Schiaparelli pasando por la “rosificación” de las niñas, esta tonalidad cuenta con una larga y sorprendentemente subversiva historia.

Desde juguetes a tampones, pasando por objetos de decoración para la cocina, el color rosa lleva más de un siglo asociándose a todas las cosas que son femeninas. Este código de color es profundo y difícil de romper, pero mucha gente cree que la "rosificación" de las niñas y el subsiguiente binomio de colores —azul para chicos y rosa para chicas— es una noción anticuada que debe replantearse.

Estéticamente, el rosa es un color singular e inconfundible. Incluso aunque su significado cultural ha ido cambiando a lo largo del tiempo, esta tonalidad y sus muchos matices han prestado su poder a la moda, los movimientos políticos y la sociología. Parafraseando al artista Yves Klein, obsesionado con el color: "Los colores habitan en el espacio. Son individuos altamente desarrollados que se convierten en parte de nosotros". De forma similar, el color rosa se ha reinventado a sí mismo una y otra vez, desafiando la idea de que un color puede vincularse a una sola idea y mucho menos a una única definición de género.

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El amanecer de dedos rosados

Aunque el concepto del color rosa aparece en una época tan temprana como el año 800 a. C., cuando Homero describió el alba como "el amanecer de dedos rosados" en su Odisea, el uso real de la palabra "rosa" no apareció hasta finales del siglo III a. C., cuando los brillantes bordes rizados de una flor perteneciente a la familia de los claveles fueron bautizados como "Rosas" por el botánico griego Teofrasto. Después, en el Renacimiento temprano se retrataba a Cristo vistiendo de rosa porque este color se vinculaba a la inocencia y al seno materno. Del mismo modo, la diosa Venus, matriarca del amor y la intimidad, a menudo se mostraba con una piel brillante y pintada de rosa durante el mismo período.

No fue hasta el siglo XVIII que el período Rococó trajo de la mano una flamante nueva era para el color rosa (piensa en Fragonard y en María Antonieta). La fábrica francesa de porcelana de Sèvres fabricó un esmalte llamado "Rosa Pompadour" en torno al año 1758, presumiblemente en honor a Madame Pompadour, amante oficial del Rey Luis XV cuyo color favorito era supuestamente el rosa. Su preferencia a menudo se atribuye a la popularidad de ese color y es una de las primeras referencias al rosa como color femenino. Sin embargo, la conexión es importante ya que esa tonalidad se asociaba a la frivolidad, la seducción y la corrupción durante la era Rococó, por lo que adjudicaba dichos atributos al género femenino.

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"El columpio", por Jean-Honoré Fragonard. Imagen vía Wikipedia

La impactante Schiaparelli

Más tarde, a inicios del siglo XIX, los colores más brillantes empezaron a asociarse a lo exótico y lo tropical, y el rosa brillante empezó a considerarse un tono lujoso. La invención accidental de los tintes sintéticos de origen químico para tejidos en1856 hizo que los colores entraran en una era de plenitud y permitió a los diseñadores inundar sus prendas de vibrantes tonos. Si pensabas que el rosa brillante era un sello distintivo de los ochenta, piénsalo dos veces. "El"rosa impactante"era la tonalidad característica de la visionaria Elsa Schiaparelli, la diseñadora de moda y artista italiana conocida sobre todo por sus colaboraciones con Salvador Dalí durante la década de 1930.

Inspirada por el arte de los movimientos Surrealista y Dadaísta, Schiaparelli fue prolífica y provocativa, con diseños como su

jersey con falso lazo

, su

estampado de mariposas

y el famoso

vestido con langosta

, que le granjeó fama mundial. Los diseños de Schiaparelli suponían un fuerte contraste con el estado anímico de la Europa de aquella época, conforme la Segunda Guerra Mundial se avecinaba por el horizonte. En su autobiografía

Shocking Life

("Vida impactante"),

Schiaparelli describe

cuánto le gustaba el color rosa brillante, describiéndolo como "creador de vida, como toda la luz y todas las aves y los peces del mundo unidos en un solo ser, un color de China y Perú, pero no de Occidente. Un color impactante, puro y sin diluir". En su honor, Crayola creó en 1972 el

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lápiz de cera "Shocking Pink"

(Rosa Impactante) y el color de labios

"Schiap"

, creado por NARS también en su honor, se considera un clásico de culto.

Una etiqueta de Schiaparelli. Imagen vía Wikipedia

El rosa es para los chicos

Quizá el paradigma más arraigado sobre el color rosa en la cultura occidental se encuentre en su relación con el que en apariencia es su contrapunto, el color azul. En Norteamérica, antes de la Segunda Guerra Mundial, este binomio de hecho era completamente el contrario: el rosa era para los niños y el azul para las niñas. Se dice que esta idea radicaba en la simbología de los colores de inicios del siglo XVII, según la cual el rojo se consideraba signo de riqueza y virilidad y era un color que llevaban sobre todo los hombres. Por aquella época se vestía tradicionalmente a los niños como versiones en miniatura de sus padres y, como el rosa es un matiz del rojo, los niños pequeños solían vestir de ese color. Por ejemplo, un retrato de la Reina Victoria realizado en 1850 muestra a la monarca con su hijo, el Príncipe Arturo, envuelto en ropas de color rosa.

Según la experta en moda Jo B. Paoletti, autora de Pink and Blue: Telling the Boys From the Girls in America ("Rosa y azul: cómo distinguir a los niños de las niñas en Norteamérica"), la norma de color que rige en la actualidad no se estableció hasta la década de 1940, como resultado de la interpretación de una investigación de mercado llevada a cabo por fabricantes y minoristas. Hasta aquel momento y durante siglos, era costumbre que los bebés de ambos sexos llevaran vestidos blancos con volantes hasta los seis años.

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Existen innumerables teorías en torno a cómo llegó el color rosa a establecerse como color femenino. Una especulación atribuye la popularidad del rosa a la Primera Dama Lady Mamie Eisenhower quien, al igual que Schiaparelli y Madame Pompadour, estaba obsesionada con ese color. Por ejemplo, llevó un traje de color rosa fresa adornado con más de 2.000 cristales al baile presidencial inaugural de 1953. Se dice que decoró la Casa Blanca tan concienzudamente con elementos rosas que los periodistas empezaron a referirse a ella como "El Palacio Rosa" y las amas de casa norteamericanas siguieron su ejemplo. El color "rosa Mamie" estaba por todas partes, especialmente en la cultura de consumo, conforme electrodomésticos rosas, teléfonos rosas, prendas de vestir rosas y juguetes rosas comenzaron a inundar el mercado y a anunciarse como —para sorpresa de nadie— exclusivamente para mujeres y niñas. Como esposa en tiempos de guerra, Mamie encarnaba el arquetipo del ama de casa saludable y diligente que se convirtió en el emblema de las mujeres norteamericanas de la década de 1950. De hecho, es famosa la cita de Mamie: "Ike gobierna el país y yo cocino las chuletas de cerdo".

Política de color de rosa

Históricamente, el rosa se ha considerado un color vinculado a lo decadente y lo femenino, rasgos que a menudo se confunden con la debilidad. Debido a esto, diversos movimientos políticos han abrazado y empleado el color rosa para acompañar sus acciones directas y representar sus revoluciones.

Durante la Segunda Guerra Mundial apareció por primera vez el triángulo invertido rosa, llamado "Rosa Winkel", que originariamente se usaba para identificar a los hombres gais en los campos de concentración nazis. Aquel triángulo rosa, que se llevaba en la parte izquierda del pecho a menudo junto con otros triángulos con códigos de color, se ideó como distintivo de vergüenza, pero más tarde fue recuperado y girado boca abajo para convertirlo en el símbolo internacional de los derechos de los gais durante las protestas que sucedieron al incidente de Stonewall en la década de 1970. Más tarde, en 1987, el grupo activista a favor de los derechos de personas con VIH/SIDA llamado ACT UP (que son las siglas de AIDS Coalition To Unleash Power o "Coalición de enfermos de SIDA para liberar el poder") utilizó el triángulo, lo convirtió en su emblema oficial y añadió el ahora famoso mensaje "SILENCE = DEATH" ("silencio = muerte") sobre fondo negro. Hasta el día de hoy, el triángulo rosa se reconoce de forma generalizada como emblema de solidaridad y poder de LGBTQIA+ y se lleva como símbolo de orgullo.

Actualmente, en la zona central de la India, un grupo de vigilancia compuesto exclusivamente por mujeres llamado Gulabi Gang (o Pandilla Rosa) persigue a los violadores y abusadores, les da caza y les golpea con palos. El Gulabi Gang comenzó en 2006 con solo cinco miembros, cuando su líder Sampat Pal Devi se sintiera frustrada por la falta de progreso que observaba en las ONG locales. Las mujeres acuden por decenas en busca de consejo y protección a la pequeña casa pintada de rosa situada en Uttar Pradesh, el estado más empobrecido de la India, donde Sampat Pal Devi vive sola. La afiliación cuesta 3,5 €: el precio de un sari de color rosa eléctrico, el uniforme de las Gulabi Gang. "Ha habido gente que ha intentado asesinarme, arrestarme, abusar de mí y encerrarme", afirma Sampat Pal Devi, "pero yo no pienso callarme hasta que las cosas mejoren para las mujeres del país". Sampat y su banda intervienen allí donde el Parlamento Indio no lo hace, ejecutando una venganza para las mujeres heridas y asegurándose de que obtienen una renovada calidad de vida.

El rosa se reinventa

En la cultura visual, la idea de que el color rosa se vincula a la femineidad no es nada nuevo y parece que el binomio de colores continuará reinventándose conforme la estética y la expresión de género vayan evolucionando. Justo este año, Pantone anunció su primer dúo de Colores del Año con Rose Quartz y Serenity, también conocidos como rosa y azul. El género no puede y no debe medirse por el color y la ingenuidad de los niños no es ni rosa ni azul. Incluso aunque varias mujeres poderosas a lo largo de la historia han preferido el rosa, fue su elección la que infundió valor a este color e influyó para que otras personas lo abrazaran.