Curacrudas: Tostadas de "La Chaparrita"

Los mercados siempre son los mejores para mitigar los incómodos efectos de la cruda, porque tu estado deplorable pasa desapercibido entre la gente. Puedes comer delicioso con poco dinero y a tus anchas: en pijama o con la ropa que traías la noche anterior.

El mercado de Coyoacán es uno de nuestros favoritos para esta finalidad (curar la cruda). Seguro que no es el mercado más grande de la Ciudad de México; tampoco tiene variedad única de comida ni se especializa en materia prima exótica o gourmet, pero es uno de los más queridos de los chilangos por su carácter pintoresco y la amabilidad de su gente. Además, puedes entretenerte muy fácilmente, sobre todo en esta temporada, con sus locales de disfraces, de piñatas, de adornos, juguetes, etc.

Pero lo mejor de este recinto es el llamado "Mercado de los antojitos", en donde hay un poco de todo: guisados, caldos, mariscos (¡uy, los pescaditos fritos con salsa Valentina!), quesadillas fritas y un montón de esquiteros vendiendo elotes cocidos o asados, esquites del mejor nivel con chilito del pica y del que no.

Sin embargo, lo que destaca son las tostadas, la envidia de todos los demás mercados, especialmente las del local "La Chaparrita", llamado así porque la dueña Ernestina Hernández Velázquez solía decirles a sus clientes: "¿Una tostada, chaparrita?".

Ernestina comenzó con una sola tostada, magistral: la de pata. Se hizo famosa en el barrio y permaneció como la estrella dentro del mercado hasta que llegó la tostada de tinga para quitarle el protagonismo.

Marcela Gutiérrez tiene más de 15 años trabajando en el local de las tostadas y me cuenta que la de tinga es su favorita y de la mayoría de los clientes.

La receta sigue siendo la misma desde hace 51 años: cebolla y jitomate bien sazonados, chipotle, orégano y pollo deshebrado; aunque probablemente tenga algún ingrediente secreto que no me quiso decir, porque aunque "La Chaparrita" está rodeada de puestos de tostadas de tinga, el sabor de ésta no se compara. No sé por qué, pero es la más rica y no tiene competencia.

Además "La Chaparrita" las sirve bien servidas: es una pequeña torre de pollo, lechuga, cremita y queso que te tardas un ratito en comer. Lo bueno es que puedes irte despacio sin temor a que la humedad de la tinga aguade la tostada porque ésta aguanta muy bien un buen rato, así que no necesitarás el tenedor. La tinga solita está picosa, pero como estamos hablando de cruda, es mejor si le ponemos tantito más picante. Aquí hay 5 salsas diferentes, pero la que recomiendo es la de habanero asado y ajo —pica mucho, pero pica rico—; la verde cruda también está buena, pero esa le va mejor a la tostada de pata, que la verdad sigue siendo deliciosa.

¡Feliz cruda!