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Comida

MUNCHIES Presents: Taiwan's Funeral Feasts

"Durante el duelo hay que comer bien", es el principio de la tradición funeraria de Taiwán. Hecho por los 'village chefs', el festín culinario que despide al difunto es abundante, elegante e inolvidable.
Hilary Pollack
Los Angeles, US

En Occidente, la comida de los funerales se limita al café ralo, los sándwiches fríos, y, si acaso, unos tamales comprados en la calle —con suerte, te tocan unos buenos—. Mucho tenemos que aprender de los taiwaneses, quienes se toman muy en serio la comida que despide de este mundo a sus seres queridos. En el menú de funeral taiwanés hay buns de cerdo, pollo frito, sashimi, pescados fritos, arroz por montón, verduras salteadas, cabeza de cerdo confitada, y una sopa de pollo con vino de arroz que provee de energía (y suficiente alcohol, para levantar el ánimo) a los cargadores del féretro. Celebradas en honor al difunto, estas fiestas funerarias están a cargo del tradicional 'village chef', quien se instruye en el arte de los banquetes ban-doh, es decir, los que se celebran al aire libre con todo el pueblo, como bodas, nacimientos, elecciones, festivales, y claro, funerales. En este especial de MUNCHIES, nuestro host Joshua Frank asiste al funeral del abuelo de un amigo. El difunto, según recuerdan sus familiares, expresó en varias ocasiones que en su funeral quería que se alimentara bien a la gente. Después, Joshua viaja a la pequeña aldea donde nació la tradición del 'village chef' para ver cómo este papel, un poco perdido en la modernidad, está pasando de generación en generación. Ahí, aprende a hacer un platillo emblemático ban-doh, tanto en su versión tradicional como en la fancy, creada en una escuela culinaria local.