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Hablamos con los primeros periodistas youtubers de España

Debatimos con Dani Senabre, Rodrigo Fáez y Toniemcee sobre la relación de amor-odio entre los medios de comunicación y YouTube.
Making off de un vídeo del canal Dani in the Jungle. Imagen vía D. Senabre

La entrevista a El Rubius en la revista Papel de El Mundo fue la que destruyó uno de los últimos puentes entre los medios tradicionales y los youtubers, dos colectivos que llevan muchísimo tiempo en pie de guerra. El conflicto entre el Wall Street Journal, uno de los diarios más reputados del planeta, y PewDiePie, el youtuber más seguido del mundo con 54 millones de suscriptores, es el último ejemplo de esta curiosa y cruda contienda.

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Hay mil y una tesis sobre el porqué de esta batalla, el porqué de este odio mutuo, pero probablemente tenga mucho más que ver con los medios que no con los youtubers. El periodismo lleva años en crisis: cierran cabeceras históricas y las grandes sobreviven a base de eres; ni las televisiones ni las radios saben cómo adaptarse a la jungla digital; las noticias de click fácil tampoco son suficiente para dar viabilidad a las webs de los papeles extintos.

En medio de la tormenta, unos chavales jóvenes han irrumpido a escena a través de vídeos que producen solitos con su cámara y, en un suspiro, cuando la plataforma apenas cumple diez años, se nos comen gran parte del pastel online, que cada vez tiene más comensales y menos platos. ¿Pero son los youtubers el enemigo de los profesionales de la comunicación? Quizás no, quizás tienen la solución y lo suyo sería abrirse un canal en YouTube, a ver qué tal. Esto es lo que pensaron precisamente Rodrigo Fáez y Dani Senabre, dos de los poquísimos periodistas que se han animado a abrir sus canales en la plataforma.

Periodismo-Medios-Youtube-Odio-Polemica-Futuro

Rodrigo Fáez comparte lo que hay al otro lado de las cámaras de televisión a través de su canal

 "Yo empecé porqué me dije, joder, ¿no hay ningún periodista que haga esto?", explica Fáez, comentarista y presentador en Bein Sports y Gol. "Lo hice por curiosidad y porque me gusta ir a contracorriente, al principio pensaba lo que piensa todo el mundo: en YouTube solo hay frikis y gente que hace el idiota. Un día me metí a ver mucho contenido y abrí los ojos: esto es un medio de comunicación igual de válido que la tele o la radio, un producto global, así que quise crear mi parcelita aquí".

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Senabre hacía tiempo que barajaba la opción de abrirse un canal, pero una salida precipitada de la radio en la que trabajaba le permitió lanzarse antes de tiempo. "Me di cuenta de que la idea que teníamos todos sobre la plataforma no era cierta, eso de que todo eran gameplays de videojuegos y chorradas varias. Tenía una visión sesgada de lo que realmente es el medio, no sabía que había creadores en YouTube que hacen auténticas maravillas", comenta este periodista barcelonés, que actualmente colabora con la cadena COPE y Gol.

Estos dos periodistas, y ahora creadores de contenido con más de 40.000 y 13.000 seguidores en sus respectivos canales, son quizás el ejemplo de cómo reconducir las relaciones entre medios y youtubers. La otra opción es tomar el camino inverso, como hizo en su día Antonio Rodríguez, mejor conocido por su alias digital, Toniemcee.

Youtubers-Periodistas

Antonio Rodríguez, Toniemcee, durante la emisión de su programa en Radio Marca. Captura vía YouTube

Este madrileño de 32 años, que había colaborado en la adolescencia con revistas de videojuegos, empezó en la plataforma subiendo vídeos de sus bailes con la idea de enseñarlos a posibles empleadores. "Mientras bailaba me interesé más por el mundo audiovisual, hice un Grado Superior en producción de cine y televisión y empecé a utilizar la plataforma con más regularidad para darme una oportunidad dentro del mundo de la comunicación. Con un poco de gracia y huevos empecé a subir vídeos enseñando mi cara, y funcionó", cuenta el creador, que además de su canal dirige con su productora algunos de los contenidos editoriales de PlayStation en España y el canal de YouTube del FIFA, uno de los juegos que más ha notado el boom de la plataforma.

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El rechazo a lo nuevo

"A lo mejor es el miedo de que YouTube pueda desbancar a los medios. Creo que es una forma de reivindicarse como profesión, y en general el ser humano tiene miedo a todo lo que es nuevo, quizás de aquí nace este desprecio", reflexiona Senabre, que no ha recibido críticas directas de sus excompañeros pero si ha notado alguna que otra mirada y tono de voz con segundas intenciones. "La gente no llama para decirte cosas malas, pero los elogios que recibo tampoco son representativos de la realidad".

Senabre recuerda haber entrevistado a youtubers en la radio y haber escuchado comentarios fuera de antena. Estos tíos son unos estafadores, están ganando mucho dinero sin hacer nada, ¿cómo pueden cobrar eso por hacer el tonto? "Sobre todo había esa fijación con el tema económico", apunta. Fáez si que recuerda los comentarios negativos de sus compañeros. "El otro día me decía uno, ya estás con tus frikadas de YouTube, y le pregunté si tenía Twitter. Me contestó que sí, pero que él era periodista… pues yo también puedo ser periodista y tener YouTube, ¿no? Lo único que cambia es la forma, pero no el fondo".

Toniemcee comparte el diagnostico de ambos, el intrusismo laboral y el dinero son básicos para entender tanto ruido mediático en forma de rechazo. "También es cierto que los youtubers publican más libros de los que leen", matiza el creador madrileño. Algo que hemos pasado más por alto, o eso dice Senabre, es que hay youtubers que buscan el éxito para poder fichar por medios convencionales. "La idea que tienen es triunfar para acabar en medios de toda la vida, es un punto de vista que llama la atención", reflexiona.

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Pues sí, resulta que estamos ante una relación de amor-odio. "Una noticia con 2.000 clicks es un éxito, pero en YouTube un vídeo de lo mismo te lo ven 10.000 o 20.000 personas. La plataforma ha desvirtuado la definición del éxito de una publicación", opina Rodríguez, que dirige ahora un programa de videojuegos en Radio Marca. Él ha completado el camino inverso, de youtuber a periodista, y el mundo no ha estallado.

Otro motivo de rechazo a YouTube es la calidad de sus contenidos, como ya apuntaban los periodistas al inicio del reportaje. "Llegan los de las Oreo con pasta de diente, los que besan a chicas por la calle… esos nos joden el chiringuito a los que intentamos hacer algo decente", aporta a la discusión Toniemcee. "Es un problema periodístico, porque enseguida ven el potencial de clicks fáciles y, además, la oportunidad de dar un palo a los youtubers".

Un futuro para los medios

"¿Cuántos tíos y tías conoces que vean la tele y tengan menos de 25 años? Yo no conozco a ninguno", responde Senabre al hablar del futuro de los medios tradicionales y YouTube. Efectivamente, las audiencias más jóvenes llevan varios años desertando la televisión (y el resto de formatos) para quedarse con los vídeos de creadores independientes. El ritmo de crecimiento es incomparable, y cada minuto se suben más de 300 horas de contenido a la plataforma. En el resto de medios, durante la crisis, las audiencias se han contabilizado en forma de pérdidas.

"YouTube manda porque es gratuito, lo puedes ver donde, cuando y como quieras… los medios tradicionales no han encontrado respuesta a eso", apunta Fáez. "No te voy a engañar, manejo los datos de audiencias y hay vídeos míos que se ven más que los programas de Gol y Bein, sobre todo de Bein que es un producto cerrado y de pago". Hace poco, el periodista asturiano viajó a Londres para entrevistar al portero del Chelsea Thibaut Courtois y el vlog del making-off tuvo muchísimo más impacto que el programa emitido en televisión.

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Él tiene un objetivo claro, conseguir dedicarse a tiempo completo a su canal de YouTube. "Más que futuro, aunque mucha gente lo obvia, estamos hablando de presente", asegura. "Bein no le paga por lo que sube a Youtube, pero en realidad está recibiendo el impacto positivo de lo que hace", comenta Toniemcee sobre los vídeos de Fáez. "Esto incluso se lo tendrían que pagar, él está haciendo una versión extendida de los programas, y encima está muy bien".

Para el youtuber madrileño, afincado en Madrid, periodismo y YouTube son compatibles siempre que se entienda que el impacto ni es inmediato ni llegará manteniendo antiguos formatos. Lo decía el también periodista y comunicador Quique Peinado en esta columna: "Tenemos más que aprender de los youtubers que ellos de nosotros. Ellos saben cómo hablar a la gente a la que nosotros no sabemos hablar, a la generación que enterrará a medios como este que me paga por escribirles. Así que menos paternalismos y más escucharles".

En YouTube todavía no se hace periodismo per se, o al menos los pocos periodistas con canales utilizan la plataforma para mostrar otra cara de sí mismos y su trabajo. En todo caso, el potencial es tan grande como la evolución de la plataforma. "Imagínate que Jordi Basté se abriera un canal de YouTube, sería una locura. El receptor busca a la persona, no al medio de comunicación", concluye Senabre.

Quien dice Basté, dice Jordi Évole, Mónica Carrillo o cualquier otro líder de audiencias de nuestro país. Probablemente funcionaría.

Sigue al autor en Twitter: @GuilleAlvarez41