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y encima no son fieles a sus ciudades

Osos, lagos y petardos: los equipos de la NBA no se merecen sus nombres (I)

¿Te has preguntado alguna vez por qué en Los Angeles hay un equipo llamado literalmente "Lacustres", o por qué los Grizzlies llevan este nombre si en Memphis no hay osos? Pues aquí te respondemos tus dudas.
Foto de Ben Margot, AP Photo

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¿Te has preguntado alguna vez de dónde vienen los nombres de las franquicias de la NBA? Si la respuesta es 'no', entonces nada, haz clic aquí y elige libremente cualquier otro artículo de VICE Sports: en ningún caso querríamos que te torturaras tontamente.

Sin embargo, si la respuesta es sí, sigue leyendo… y descubrirás por qué los nombres de los equipos de la mejor liga de baloncesto del mundo parecen a veces tan absurdos.

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Muchas franquicias de la NBA tienen nombrecitos con algún aspecto característico de la zona de donde son. La mayoría apostaron por ponerse nombres de animales; otros —menos— por algún hecho histórico relevante, exacerbando, aún más si cabe, el chauvinismo en la tierra del Tío Sam. Finalmente, un tercer grupo más soso y aburrido apostó por nombres aleatorios o carentes de sentido… pero que quedan muy bonitos estampados en el logo y camiseta oficial del equipo.

Comenzamos el repaso por la conferencia oeste. Muchas veces nos hemos preguntado por qué los Lakers —cuyo nombre traducido literalmente significa 'lacustres'— se llaman así cuando en el estado de California no hay apenas ni un mísero lago. Para encontrar las razones tenemos que situarnos en la temporada 1947-1948 e irnos hasta… Minneápolis.

En esta ciudad del estado de Minnesota, tan lejos de las playas californianas, se lanzó una campaña publicitaria que definía la región como "la tierra de los mil lagos"; como te puedes imaginar, los fundadores del equipo púrpura y dorado no se mataron demasiado a la hora de elegir el nombre.

En 1960 el equipo se trasladó a Los Angeles, pero ni hablar de cambiar el nombre. ¿Para qué? Da igual que no haya lagos en California: nadie se va a fijar. Seguro.

El amarillo y el dorado le pegan muchísimo a la ciudad de Los Angeles. El tema de los 'lacustres'… ya no tanto. Foto de A Syn, Flickr

Sin movernos de ciudad, al vecino pobre y menos agraciado, los Clippers —que heredaron el nombre de un tipo de velero—, le ocurrió algo parecido. Aunque el equipo fue fundado en 1978 en San Diego después que un magnate de la zona comprara los Buffalo Braves, la paciencia del dueño apenas duró seis años antes de vender la franquicia. La franquicia, sin nada que la atara a San Diego, se mudó a Los Angeles.

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Resulta, pues, que los dos equipos de la capital californiana son 'inmigrantes'. Un buen homenaje a la naturaleza históricamente pionera de sus habitantes.

Viajemos un poco hacia el interior. En Sacramento juegan los Kings: el origen de esta franquicia se remonta a 1948, aunque por aquel entonces se llamaban Royals y competían en Rochester, en el estado de Nueva York —séase, prácticamente en el otro extremo del país.

Durante sus diversas mudanzas a través de múltiples ciudades —pasaron por tres antes de establecerse en Sacramento—, los Royals fueron a Kansas City, pero se toparon con que ya existían unos Royals, el equipo de béisbol… así que decidieron modificarlo por un nombre parecido pero no igual: los Kings. Así se evitaron las confusiones y pudieron seguir profesando su profundo sentimiento monárquico (?).

Seguimos en la división del Pacífico, pero nos trasladamos a Oakland, donde encontramos a los Golden State Warriors de Steph Curry. Oficialmente, la franquicia nació en 1946 en Philadelphia; ya entonces, en tiempos del legendario Wilt Chamberlain, el equipo llevaba el concepto Warriors (guerreros) en el nombre.

No obstante, en 1971 la franquicia hizo las maletas y cruzó el país de punta a punta —como vemos, una práctica habitual de los equipos de la NBA—. Los Warriors dejaron la nieve invernal de Pennsylvania para trasladarse al solete de la bahía de San Francisco… y como el estado de California solía recibir el epíteto de 'dorado', pues 2+2=4: el equipo pasó a llamarse Golden State Warriors.

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Y a ganar campeonatos con Rick Barry y Steph Curry, por supuesto.

¿Y qué hay, por ejemplo, de los Phoenix Suns? Cortita y al pie: nacieron como franquicia en Phoenix en la temporada 1968-1969 y adoptaron este nombre —originalísimo si tenemos en cuenta que vienen del estado de Arizona— porque se impuso en un concurso con más de 28.000 propuestas.

Las otras opciones favoritas eran Scorpions —lo cual hubiese dado mucho juego con el grupete de música alemán— o Mustangs —y eso sin que Ford tuviera fábrica en Phoenix—. Al final ganó el aburrimiento y la gente optó por Suns. Qué lastima. Es que no se le puede dejar decidir nada a la peña, ¿eh?

Charles Barkley, gran ídolo de los Suns, machaca un balón con su habitual cortesía y refinamiento. Foto de Wolfgang Rattay, Reuters.

Cambiamos de división y pasamos a la suroeste. Allí nos encontramos con los Spurs (espuelas), nombre que asumió la franquicia de los Dallas Chaparrals —por favor, Chaparrals es glorioso— al mudarse a San Antonio en 1973. La larga tradición de cowboys en ese estado dejaba poco margen a la elección, y como el nombre de Cowboys ya estaba cogido por el equipo de fútbol americano… pues nada, a espolear caballos, Tim Duncan y compañía.

En la vecina Dallas no querían quedarse sin baloncesto, así que solicitaron a la liga la creación de una nueva franquicia en 1979. El nombre de Chaparrals era claramente insuperable, pero no había más remedio que elegir otro.

Con esta misión, la emisora de radio local WBAP abrió un concurso popular. Entre las más de 4.600 propuestas que llegaron, un comité de expertos se quedó con 3 finalistas: Mavericks ("rebeldes" o "inconformistas"), Wranglers (otra palabra para "vaqueros") y Express (mira, como el café). Finalmente se eligió el nombre de Mavericks, y el equipo que hoy lidera Dirk Nowitzki comenzó su periplo en la temporada 1980-1981.

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¿Sí? ¿Somos rebeldes e inconformistas? Bueno, mientras me dejéis tirar de tres, a mí lo demás me importa un comino, la verdad. Foto de Keith Allison, Flickr

Sigamos en Texas, que es un estado grande y hay sitio. En Houston viven los Rockets, que originalmente nacieron en San Diego en 1967; recibieron el nombre de Rockets (cohetes) por la floreciente industria espacial de la zona. Cuando en 1971 se trasladaron a Houston, sede de la NASA, el nombre ganó aún más sentido que antes. Probablemente se trate del equipo con el nombre más acertado de todos.

Y si tienen una mala temporada, bueno, siempre les pueden adaptar el nombre a Firecrackers (petardos) y todos contentos, mira.

Ya más hacia el este, hacia el sol naciente, encontramos los dos últimos equipos de la división suroeste: los Memphis Grizzlies y los New Orleans Pelicans. Los primeros nacieron en Vancouver, en la costa oeste de Canadá; allí vivieron desde su fundación en 1995 hasta su traslado en 2001. Su nombre procede de los osos grizzly, una especie que habita principalmente en el oeste de Norteamérica. En Memphis no hay demasiados… pero bueno, tampoco había lagos en Los Angeles.

"Así, Blake, ¿dices que aquí en Memphis no hay osos? ¿Y por qué se llama así mi equipo entonces?". Imagen vía WikiMedia Commons

La historia del nombre de los Pelicans es algo más rocambolesca. Nacidos en 2002 en New Orleans, inicialmente intentaron recuperar el nombre Hornets (avispas) de una míticafranquicia anterior, los Charlotte Hornets, que habían desaparecido poco antes debido a los líos de su polémico propietario George Shinn.

Charlotte, ciudad de baloncesto, pronto recuperó la presencia en la NBA gracias al nacimiento de los Bobcats. Los New Orleans Hornets, por su lado, cambiaron de manos en 2013: el nuevo propietario de la franquicia, el empresario Tom Benson, decidió cambiar el nombre por Pelicans.

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"Los pelícanos son como la propia ciudad de New Orleans", explicó Benson cuando hizo oficial el cambio de nombre. "Somos supervivientes de huracanes, derrames e inundaciones".

A todo esto, por cierto, los Charlotte Bobcats duraron solo una década: en 2014 recuperaron el nombre de Charlotte Hornets después de protagonizar la peor temporada de la historia de la NBA en la campaña 2011-12 al sumar 7 victorias y 59 derrotas. Con esos números, lo raro es que no desaparecieran directamente.

Esta era la buena época: una estrella como 'Pistol Pete' Maravich vistiendo la camiseta de un equipo de New Orleans con la leyenda Jazz. En Utah quizás no saben ni lo que es. Imagen vía WikiMedia Commons

Por último, en la división noroeste nos encontramos con tres franquicias con una larguísima historia: los Denver Nuggets, los Utah Jazz y los Portland Trail Blazers. Los Nuggets —pepitas de oro— se relacionan con la fiebre del oro que tuvo lugar en Colorado en pleno siglo XIX, aunque en los inicios de la década de los sesenta competían con el nombre de… Rockets. Como puedes comprobar, la originalidad muchas veces brilla por su ausencia y el plagio es la solución más recurrente. Como en el periodismo, vamos (¡ouch!).

En el caso de la franquicia de Portland, se presentaron más de 10.000 propuestas para darle nombre al nuevo equipo en 1970. Finalmente se apostó por Trail Blazer —pionero, innovador o líder— como homenaje a aquellos pioneros que llegaron de la otra punta del país para establecerse en el muy acogedor (?) estado de Oregon, un paraíso terrenal como todo el mundo sabe (…).

El caso más divertido es sin duda el de los Jazz. Nacidos en 1974 en la ciudad del jazz por antonomasia, New Orleans, la franquicia decidió conservar el nombre cuando se trasladó a Salt Lake City en 1979. Por alguna razón, sin embargo, se eligió el nombre del estado entero en vez del de la ciudad… y eso que, como dicen sarcásticamente por esos lares, "lo que pasa en Utah se queda en Utah… aunque raramente pasa algo en Utah".

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Kevin Durant, la primera gran estrella de los Oklahoma City Thunder. Imagen vía WikiMedia Commons

Solo nos quedan ya dos equipos en la Conferencia Oeste: los Oklahoma City Thunder y los Minnesota Timberwolves. Podríamos pensar que los primeros eligieron el nombre de Thunder (trueno) por razones obvias, ya que las tormentas son típicas en Oklahoma —conocida como Tornado Alley, algo así como 'el paseo de los tornados'—.

No obstante, hay otros dos motivos de peso más: primero, el homenaje a los Thunderbirds, el nombre popular de la 45ª división de infantería de Oklahoma City —y de una serie televisiva que hoy nos parecería bastante inquietante—. La alternativa con un nombre de un animales fue Bisonte, pero afortunadamente quedó descartada pronto. Los Oklahoma Bisontes. Qué horror.

La última franquicia que nos queda es el equipo de Ricky Rubio… y, sobre todo, de Kevin Garnett, por supuesto. Los Timberwolves (lobos grises) son una especie autóctona de la región; de hecho, en Minnesota, el lobo es el animal por antonomasia. El equipo de baloncesto que en 1989 sustituyó a los 'huidos' Lakers prefirió elegir un bicho que un accidente geográfico esta vez.

Esperamos que no se muden, qué sé yo, a San Francisco o a algún lugar así. ¿Te imaginas? Los San Francisco Timberwolves. Qué jodío. A juego con los Lakers.

Y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho. Muy pronto investigaremos los porqués de los nombres en la Conferencia Este. ¡No te lo pierdas!

Sigue al autor en Twitter: @Bricepinkfloyd