El cuerpo de David Saunders, un veterano de la Segunda Guerra Mundial de 97 años, terminó en la sala de eventos de un hotel Marriott en Portland, Oregon, donde la gente pagó hasta 500 dólares para ver una autopsia en vivo.
La familia descubrió lo que sucedió con el cuerpo de su abuelo después de que un periodista encubierto del Seattle KING5 asistiera al evento en octubre y viera el nombre del hombre en una etiqueta que colgaba de su cuerpo. La autopsia, realizada por un profesor universitario de anatomía jubilado, incluyó varias horas de disección: cortar la cavidad torácica y extraer órganos y el cerebro.
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Mike Clark, director de una funeraria en Baton Rouge, Louisiana, manipuló el cuerpo de Saunders después de su muerte. Clark le dijo a KING5 que entregó el cuerpo a una empresa privada llamada Med Ed Labs, que afirmó solicitar cadáveres para fines de investigación médica. Esa compañía luego vendió el cuerpo a Jeremy Ciliberto, el fundador de DeathScience.org, quien se asoció con la Oddities and Curiosities Expo (Exposición de rarezas y curiosidades) para realizar un evento de autopsia de cadáveres. Ciliberto dijo que compró cadáveres para el evento por más de 10.000 dólares.
“En todos nuestros shows hay rarezas”, dice la página web de la exposición. “Todos los artículos que ves en nuestras ferias son de propiedad legal y de origen sostenible”.
Ciliberto anunció estos eventos en su cuenta de TikTok.
Las personas involucradas afirmaron que fueron engañadas por el susodicho para tomar posesión del cuerpo de Saunders. Clark le dijo a KING5 que tenía la impresión de que Med Ed Labs usaría el cadáver para la investigación médica y que “[Saunders] y su familia pensaban que su cuerpo serviría para estudiantes de medicina”. Med Ed Labs afirmó que Ciliberto fue más que deshonesto sobre la naturaleza del evento, al que llamó una “clase de medicina”. Ciliberto aseguró que la familia fue informada desde el principio: “Puedo garantizar que ese hombre sabía que su cuerpo sería utilizado para investigación médica”, dijo Ciliberto. Ciliberto siempre dijo que era un show educativo, y que tal vez sería esclarecedor para la gente que lo viera.
Ciliberto le dijo a Motherboard que Med Ed Labs fue responsable y proporcionó el cadáver, así como el anatomista, el equipo, un informe de serología, la reserva del lugar y todo el manejo del cuerpo antes, durante y después del evento. “Med Ed Lab fue contratado por Death Science y dentro de este contrato se incluyó la confirmación de que el cadáver había sido donado para fines de investigación, médicos y educativos”, dijo Ciliberto.
“En este taller observaremos una autopsia forense de un cadáver humano completo. Los profesionales médicos de Death Science nos guiarán a través de una autopsia formal. Desde el examen externo del cuerpo hasta la extracción de órganos vitales, incluido el cerebro, encontraremos nuevas perspectivas sobre cómo el cuerpo humano puede contar una historia. Habrá oportunidad para que los asistentes vean de cerca y en persona el cadáver”, decía la descripción de la clase.
Según la National Association of Medical Examiners (NAME), dado que los examinadores médicos y forenses trabajan con equipo de protección personal completo, y el COVID-19 se transmite a través de gotitas respiratorias cuando una persona habla, estornuda o tose, el riesgo de contraerlo de una persona muerta es bajo. “Hay poca preocupación científica acerca de contraer COVID-19 mientras se realiza una autopsia con EPI completo (bata quirúrgica, protector facial, máscara N-95, cubiertas para zapatos, cubierta para la cabeza, 3 pares de guantes)”, dijo NAME en un comunicado en 2020. “El riesgo de adquirir COVID-19 es mayor en la comunidad que en la sala de autopsias”.
La donación de cuerpos es una industria no regulada. Es más probable que las donaciones a las universidades se utilicen para la enseñanza y la investigación, y los donantes son muy necesarios para desarrollar nuevos medicamentos y herramientas que ayuden a los vivos, pero las empresas privadas con fines de lucro que compran y venden cadáveres han sido descubiertos usándolos para probar explosivos o dejarlos descongelar al sol.
Otra de las clases de autopsia en la exposición, programada para Halloween, fue cancelada tras el informe de KING5. “Creemos que esto no fue respetuoso y ciertamente nada ético”, dijo al medio Kimberly DiLeo, investigadora forense del condado de Multnomah, Oregón.